Todos hemos recibo estas alerta de una abuelita o de nuestra mamá al llegar el invierno: “Abrígate bien, sino te vas a resfriar” o “cierra las ventanas que entra mucho viento y te va a enfermar”. Es tan común escuchar estas frases, como el deseo aprendido de generación en generación por abrigarnos y abrigar a nuestros niños hasta las ‘orejas’ o mantenerlos en ‘reclusión” para contrarrestar las enfermedades respiratorias. “Es natural que durante el invierno tengamos la necesidad de protegerlos de las bajas temperaturas, ponerles ropa abrigadora, evitar salir con ellos muy tarde en el día y darles de tomar bebidas calientes, pero algunas de estas medidas en extremo pueden ocasionar problemas respiratorios”, explica el neumólogo pediatra, Javier Jugo Rebaza del Centro Pediátrico Sunrise.
Según el médico experto, no ventilar y sobre-abrigar, pueden ser el desencadenante de una enfermedad respiratoria como gripes, tos y alergias. Por eso ¡toma nota! y aprende a mantener el ambiente propicio para que tu niño no recaiga en cama durante estos días de frío.
1. Cuando no se abre ventanas en dormitorios y se concentran partículas en el ambiente, niños con alergias, hiperreactividad en las vías aéreas y asmáticos pueden experimentar aumento de síntomas (tos, congestión nasal y dificultad para respirar especialmente en las noches y en épocas de invierno). Porque niños con estos problemas activan sus síntomas principalmente en las noches o temprano en la mañana durante el invierno.
2. Muchas veces los medicamentos por sí solos no son efectivos en los niños, si no se acompañan de medidas de ventilación como parte del tratamiento. Recuerde que el recargar de cosas que no permiten un buen recorrido del aire y dormir con objetos de tela o peluches cerca de la cara también es contraproducente para los pequeños.
3. Tener los ambientes de la casa sin ventilar y aplicar desinfectantes o limpiar con productos que emiten olores, cera o ambientadores también puede generar una alta concentración de partículas que pueden provocar incremento de síntomas respiratorios. Se recomienda que para la limpieza de habitaciones de niños con alergias o asmáticos solo se utilice un trapo húmedo sobre todas las superficies del dormitorio.
4. Ten presente que el sobre -arropamiento en un niño puede llevar a un exceso de temperatura corporal y provoca fácil sudoración. Este natural mecanismo del cuerpo para eliminar el exceso de temperatura corporal produce un enfriamiento intenso de las zonas del cuerpo humedecidas por el sudor y es precisamente estos cambios bruscos de temperatura los que no son saludables para un niño.
5. Finalmente y en relación a lo anterior, se debe tener presente que el niño luego de una actividad física requiere que se le cambie ropa sudada por una seca y si hace frío o se va a quedar fuera de casa, es recomendable que lo abriguen y no esperar que sienta frío, porque el niño se somete a un cambio muy brusco de temperatura y puede exacerbar un resfrío (si ya lo tenía) o complicarse con una infección de las vías aéreas que puede ser severa.
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