Nadie nace sabiendo cómo ser un buen padre. Algunos toman cursos para educar bien a sus hijos, pero muchos (la mayoría) lo aprenden en el día a día y, en ese camino, cometen aciertos y equivocaciones.

Para evitar esto último, John Baldeón Miranda, neuropsicólogo de La Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), da cinco pautas que todo padre debe tomar en cuenta:

1. Establece límites, pero sin amenazas: La educación de tu hijo no la moldearás con regaños ni con violencia. La clave es ser paciente y explicarle que todo acto trae consecuencias.

2. No lo compares: Tratar de lograr un cambio en tu niño comparándolo con alguien más, solo limita su aprendizaje, pues le crea un sentido errado de competitividad y resentimientos. Mejor, aliéntalo para que explore sus propias habilidades.

3. Predica con el ejemplo: Si quieres que aprenda algo, hazlo tú primero para que te imite.

4. Mira desde sus ojos: Ante conflictos con tu retoño, haz un alto y mira todo desde su perspectiva (sus ojos de niño); así podrás ver que su intención no fue hacer algo malo, sino que tal vez no reparó en que su accionar traería consecuencias.

5. Comparte con otros padres. Todos los progenitores se enfrentan a situaciones difíciles, no eres la única. Acude a charlas de ‘Escuelas de padres’ para aprender y compartir tus experiencias.

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