Poco importa si la pelea surgió de la nada o tú contribuiste para que se iniciase, lo más responsable y maduro es que te alejes de esa trifulca cuando antes. Te decimos cómo.
1. Mantén en control tus emociones. La ira, el pánico, el miedo y la frustración son sentimientos que de seguro te harán descontrolarte y estallar en furia en lugar de pensar con claridad acerca de lo que ocurre. Reconoce esas emociones a tiempo y trata de apaciguarte.
2. Trata de calmar la situación. Háblale a la otra persona e intenta calmarla. Si hiciste algo que la ofendió sin saberlo, pide disculpas. No dejes que tu ego impida que pidas este paso. Tu principal meta es evitar una discusión mayor. Mantén un lenguaje corporal confiable.
3. Aléjate. Si hablarle no funciona, sal de la escena de conflicto y crea una distancia física. Al distanciarte, dejas claro que no deseas verte envuelta en una pelea. No emplees el método de la moralidad en tus intentos por apaciguar la situación. Por ejemplo, decir algo como “Tengo mejores cosas que hacer que pelear en las calles”.
4. Ten cuidado cuando quieras alejarte. Si la otra persona está realmente enfadada, simplemente podría atacarte por detrás. Al irte, observa en todo momento a esa persona a fin de evitar que te ataque.
5. Busca a una autoridad. Comunícate con un agente de la Policía o Serenazgo si notas que la situación dará lugar a la violencia.