En un centro de trabajo, las celebraciones no se hacen esperar, pero también existen errores en la fiesta de trabajo que debes evitar, y más cuando el objetivo es de integración entre los colaboradores y reconocer el esfuerzo de los mismos. Sea como sea existen diversas razones por las que las reuniones también se pueden dar fuera del horario de oficina.


Está bien que se den un respiro de la rutina, pero debes tener en cuenta que ante todo son tus compañeros, por lo que debes evitar los errores en la fiesta de trabajo. Siempre debes ser prudente y mantener una imagen porque son las personas con las que día a día trabajas para sacar adelante una empresa. 

Algunos empleados se sobrepasan y cometen algunos errores en la fiesta de trabajo, que pueden ser imperdonables, hasta llevarlo a la finalización de su contrato. Sin dejar de lado la fama o chismes que se generan sobre el trabajador, que podrían llegar hasta el nuevo trabajo donde se postule. 

Emborracharse. Es inevitable el consumo de alcohol en este tipo de reuniones, pero si decides hacerlo, mídete. Beber no implica que tengas que perder la conciencia y quedar tirada encima de una mesa.

Mostrar mucha piel. Realmente no importa qué cosa te pongas para la fiesta, pero debes saber que la gente te juzgará sobre la base de lo que uses. El mejor consejo es evitar mostrar demasiada carne.

Baile prohibido. El baile es una buena manera de soltarte el cabello y divertirte, pero si exageras, puedes terminar viéndote como una mujer fácil que demanda atención. Es más, podrías llegar a ser la protagonista de un vergonzoso video viral o bochornosa foto de Facebook.

Demasiada confianza con el jefe. Es común que el jefe se acerque a brindar y hasta a hacer algún comentario amigable a sus colaboradores, pero eso no quiere decir que debas tratarlo como un compañero más.

Tomarse selfies. No hay fiesta que no quede grabada en un selfie, y está bien, siempre y cuando todos quieran ser etiquetados. No lo hagas con tu jefe y menos acompañándolo con gestos inapropiados.

Pedir un aumento. Creer que porque todos sonríen y se la pasan bien, incluso con el ‘mandamás’, es momento para pedir un incremento en tu salario. Estas reuniones no son para hablar de trabajo, menos de un aumento.

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