La fibromialgia es un trastorno que se caracteriza por el dolor y la sensibilidad muscular. Muchas veces puede venir acompañada de fatiga, alteraciones de sueño, memoria y estado de ánimo. Sin embargo, se conoce que la actividad física constante es un buen aliado para mitigar estos síntomas.
Por eso, Alejandro Sarmiento, médico del deporte y líder científico de Bodytech, club médico deportivo que tiene como diferencial la prescripción médica del ejercicio, recomienda siete ejercicios que ayudan a reducir los síntomas de la fibromialgia.
“Para contrarrestar estos molestos síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad, se debe realizar ejercicio, priorizando aquellas actividades de bajo impacto”, señaló Sarmiento.
Natación: Es un deporte que beneficia en gran medida a las personas que sufren esta enfermedad, pues no produce impacto, hay menos riesgos de lesiones, se disminuyen notablemente los dolores y mejora la condición cardiopulmonar. El contacto con el agua es el ambiente ideal para lograr relajar el cuerpo y la mente, elevar la actitud positiva mientras se disminuye la percepción del dolor.
Yoga: Es una práctica de bajo impacto, pero exigente. Por eso es muy importante aprender, con la ayuda del entrenador, escuchar a nuestro cuerpo y realizar la posición de acuerdo con nuestro nivel físico, manteniendo una profunda conexión entre el cuerpo, mente y espíritu. De esta manera se produce una sensación de bienestar en todos los sentidos.
Pilates en piso: Al enfocar el trabajo en el centro del cuerpo, manejando la respiración en cada ejecución, las personas logran concentrarse de tal manera que van fortaleciendo su cuerpo desde adentro, incluyendo su mente, lo que les permite recuperar su movilidad y eliminar dolores.
Pilates en cama: Los beneficios del pilates mat se ven potencializados en la cama, debido a que los resortes y mecanismos de este equipo permiten que la persona trabaje en diferentes ángulos, lo que le ayuda a mejorar su flexibilidad, concentración y control de la postura. Además, promueve el mantenimiento de la masa muscular, ideal para evitar lesiones y tener una mejor salud a nivel osteoarticular.
Streching o estiramiento: Este tipo de actividad debe hacerse por lo menos una vez a la semana en una sesión de 45 minutos con dirección de un especialista. También deben hacerse unas tres pausas para estirar en el transcurso del día. Estirar las articulaciones del cuerpo ayuda a mejorar la postura, disminuye la rigidez y la sensación de dolor. Los estiramientos deben hacerse en todas las zonas del cuerpo, sosteniéndolos entre 15 y 20 segundos.
Caminar: Es la actividad para la cual todos los seres humanos estamos diseñados. El especialista recomienda realizar tres caminatas diarias de 10 minutos cada una (mañana, tarde y noche). Puede realizarse en una banda en el gimnasio, dentro de la casa, en un parque o sendero peatonal.
Uso de zonas húmedas: Gracias a su poder relajante, las zonas húmedas mejoran la sensación de dolor y ayudan a conciliar el sueño.