La maldición de Tutankamón
La maldición de Tutankamón.

La maldición de Tutankamón empezó cuando Lord Carnarvon, egiptólogo británico que fue socio de Howard Carter en el de la tumba de este faraón, murió en abril de 1923, semanas después de la apertura oficial de la tumba.

Aunque se dijo que el fallecimiento se debió a una infección tras afeitarse, ya que se cortó en una zona picada por un mosquito, todos pensaron que era el inicio de un maleficio por haber abierto el valioso sarcófago de Tutankamón.

La novelista Marie Corelli ‘aderezó’ más la historia al publicar en el ‘New York Times’ un presunto texto árabe antiguo que propagaba la existencia de una maldición, la cual sentenciaba a muerte a todos aquellos que se atrevieran a entrar en la tumba sellada de un faraón.

Luego se registraron otras muertes. En setiembre falleció el hermano de Carnarvon, Aubrey Herbert, quien también ingresó a la tumba. Arthur Mace, quien dio el último golpe al muro para entrar a la cámara real, fue hallado muerto sin causa médica. Douglas Reid, quien radiografió a la momia, también murió pocos meses después. En total fallecieron seis personas, pero fueron 26 (otros dicen que fueron más) las que estuvieron directamente implicadas en la excavación en la tumba de Tutankamón.

Alimentada por la prensa sensacionalista, el rumor de la maldición de Tutankamón siguió extendiéndose, aunque para otros era mera casualidad, tanto así que Howard Carter siempre rechazó el supuesto maleficio y falleció recién en 1939, a los 64 años, tras 17 años de haber sido abierta la tumba.

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