Las fábulas son composiciones literarias breves, generalmente en prosa o en verso. Su finalidad es didáctica, porque nos dejan enseñanzas con una moraleja (que sirve de lección para el vivir humano y aporta al conocimiento de lo que se considera moral).
Las más famosas son las fábulas de Esopo, escritor griego del siglo VI a.C., del que hoy y los días siguientes relataremos algunas de sus historias. ‘La gallina de los huevos de oro’ es, tal vez, una de las más conocidas.
En esta fábula se relata la historia de un hombre que tenía una gallina que todos los días ponía un huevo de oro. Como el hombre era ambicioso, comenzó a pensar que el animal debía tener en su interior una gran barra de oro de donde salían los huevos del preciado metal.
Entonces, impulsado por el interés de tener mucho oro a la vez, decidió matar al animal para sacar la barra de oro que pensaba guardaba en sus entrañas y, más bien, se encontró con que la gallina era exactamente igual a todas las de su especie.
Al final, por alcanzar de una vez toda la riqueza, el hombre ambicioso perdió inclusive lo poco que tenía y se quedó sin la gallina y sin los huevos de oro que recibía día a día.
La moraleja es que debemos contentarnos con los bienes que poseemos y no codiciar insaciablemente riquezas imposibles.
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Las más famosas son las fábulas de Esopo, escritor griego del siglo VI a.C., del que hoy y los días siguientes relataremos algunas de sus historias. ‘La gallina de los huevos de oro’ es, tal vez, una de las más conocidas.
En esta fábula se relata la historia de un hombre que tenía una gallina que todos los días ponía un huevo de oro. Como el hombre era ambicioso, comenzó a pensar que el animal debía tener en su interior una gran barra de oro de donde salían los huevos del preciado metal.
Entonces, impulsado por el interés de tener mucho oro a la vez, decidió matar al animal para sacar la barra de oro que pensaba guardaba en sus entrañas y, más bien, se encontró con que la gallina era exactamente igual a todas las de su especie.
Al final, por alcanzar de una vez toda la riqueza, el hombre ambicioso perdió inclusive lo poco que tenía y se quedó sin la gallina y sin los huevos de oro que recibía día a día.
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