Las personas suelen pensar que para abrir un negocio se necesita de una suma importante de dinero, pero no es del todo cierto. Un capital pequeño puede ser suficiente para dar el primer paso hacia ese anhelado sueño. Lo verdaderamente primordial será administrar cada centavo de sol y tener en cuenta estos aspectos.
1. Incursiona en un rubro que conozcas. Piensa en qué tipo de negocio has estado más cerca, ya sea porque trabajaste como dependiente, seguiste algún estudio afín o tu familia se dedicó a ello. Te será más fácil ejecutarlo y reducirás los márgenes de error.
2. No pagues alquiler. Debes evitar rentas por espacios físicos. Solicita los permisos necesarios para abrir el negocio en tu casa y si no es una zona comercial, apóyate en Internet y las redes sociales para captar clientes y vender.
3. Elige bien a tu personal. Puede que contrates al principio a un solo trabajador. Logra que esa persona sea esencial, esté al servicio de tus clientes e intenta hacer tú mismo la mayoría de las labores del día.
4. A mayores ingresos, egresos intactos. Dado al poco capital que tienes, es importante que evalúes cada tres meses qué producto o servicio vendes más. Potencia esa oferta para obtener más ganancia, pero mantén ‘a raya’ los gastos.
5. No te endeudes. Invierte solo en elementos que traerán retorno de dinero. Ya más adelante podrás mejorar tu local o estar preparado para acceder a un préstamo bancario.
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