Se cree que el mundo de la mecánica automotriz está destinado a los hombres; sin embargo, Saraí Flores (19) y Yamelí Cáceres (19) demuestran todo lo contrario. Estas jovencitas y vecinas de Carabayllo y Comas, respectivamente, están a punto de graduarse como mecánicas en Senati.
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Chicas, ¿cómo deciden estudiar mecánica automotriz?
Saraí: Desde pequeña me gustaba armar y desarmar cosas. Además, como mi tío tenía carro, me ganaba la curiosidad por saber cómo funcionaba.
Yamelí: Desde que tengo uso de razón siempre arreglaba mis juguetes. Y mi abuelito tiene su carro viejito y ahí nació la conexión.
¿Cuál fue la reacción de sus familias?
Yamelí: Se sorprendieron, pero no de forma negativa. Mi mamá me dijo que estaba muy orgullosa porque iba a romper esquemas con una carrera que se cree es solo para hombres.
Saraí: Los varones de mi familia se sorprendieron. Me preguntaban si realmente quería estudiar esa carrera, que el trabajo es muy pesado, que no duraría y lo dejaría a mitad de ciclo y mírame.
¿Y sus amigos?
Saraí: Me decían: “pero a ti te gusta cuidarte tus uñas, estar arreglada. Te llenarás de grasa” (risas).
Yamelí: Tuve malos comentarios. Me preguntaron por qué estudiaba eso si era para hombres, que me dedique mejor al modelaje o al diseño de modas.
¿Son las únicas chicas en su salón?
Saraí: Somos la mitad más o menos.
¿Ustedes también levantan llantas?
Yamelí: Levantamos llantas, hacemos todo lo que ellos hacen y mejor porque somos más detallistas y responsables.
Saraí: Además, ahora existen carritos y poleas que ayudan a levantar los autos y el peso.
¿Las personas confían en entregarles sus carros?
Saraí: Al inicio como que sienten miedo, pero luego ven mi trabajo y me felicitan.
Yamelí: Antes de verme con el mameluco me dicen que soy muy flaquita, muy chiquita, que no podré levantar una llanta. Luego me ven en ‘acción’ y se sorprenden.
¿Qué saben hacer?
Saraí: Conversiones de GLP a GNV, cambio de inyectores y bujías, limpieza de obturadores y hasta reparaciones de motor.
Yamelí: Hago mantenimiento preventivo, afinamiento, cambio de suspensión y rodajes, limpieza de inyectores y mucho más.
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¿Cuánto les falta para terminar la carrera?
Saraí: A ambas nos falta más o menos un año.
Yamelí: Ambas hemos logrado estudiar esta carrera porque postulamos al proyecto ‘Cambiando Esquemas’ de la ONG Plan Internacional y accedimos a una beca.
¿Qué mensaje les darían a esas chicas que quieren estudiar mecánica, pero no se atreven?
Saraí: Que se sientan seguras de lo que quieren lograr más adelante. No importa lo que diga la gente. Como mujer te sentirás muy orgullosa y empoderada.
Yamelí: Juntas podemos hacer un cambio. Si te gusta esta carrera, entonces persigue tus sueños. Y si tu familia no te apoya, que no te importe. Debes seguir adelante.
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