Uno disimula estar cansado y la otra persona siente que le duele todo el cuerpo. Estas son excusas frecuentes para disimular que, en realidad, no hay deseo de tener sexo con su pareja.
Para Gary Rivera, psicólogo experto en salud sexual, estas actitudes que se han vuelto frecuentes en pandemia, se dan cuando “el nivel” del deseo sexual baja y si no se controla a tiempo, se puede llegar a una disritmia sexual.
“Cuando en la relación el deseo o la necesidad de encuentros sexuales coinciden, todo fluye. El problema comienza cuando uno de los dos quiere una frecuencia mayor y el otro está conforme con relaciones más esporádicas”, explica.
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¿Cuáles son los factores?
Las causas pueden ser psicológicas, emocionales o una combinación de ellas. Influye el cansancio, el estrés laboral, los problemas económicos, las cargas familiares o incluso males sexuales que temen decirle a la pareja. Pero hay un factor más determinante para la falta de sintonía, la rutina.
“El que desea tener más sexo con su media naranja y no puede, empieza a frustrarse y hasta llega a creer que su pareja las dejó de amar o que no desea mantener relaciones porque quizás esté con alguien más”, afirma Rivera.
El psicólogo sugiere, primero, dialogar con su media naranja para saber si ese cambio se debe a alguna preocupación que tiene. Hablar cariñosamente de lo que le pasa, hacerle halagos o preguntar si necesita un tiempo de relax.
Asimismo, si necesitan terapia de pareja, acudir a una para replantear su relación. En caso el motivo sea por la falta de atracción o amor, separarse para que el vínculo no se vuelva tóxico.
Estrategias sin presión
Pueden realizarse para despertar el deseo: como vendar los ojos, pasar una pluma recorriendo la piel, aromatizar el cuarto o preparar alimentos afrodisíacos pueden elevar su libido.
“Recuerde no presionar a nadie. Ninguno de los dos es mejor que el otro, simplemente es diferente. La sexualidad debe disfrutarse si dos personas están de acuerdo y no sentirse”, menciona.
También ser positivos. Entender que la diferencia en la frecuencia sexual no está relacionada directamente con el grado de amor. Busquen un acercamiento y las cosas.
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Datos
- El momento de consultar con un profesional es cuando existe poca frecuencia de encuentros sexuales y hay una crisis.
- A los 4 años empieza la disritmia, pero por la pandemia los casos se agravaron en jóvenes.
- No olvide que el estrés laboral o económico, y las cargas emocionales o psicológicas pueden alterar su intimidad.
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