Siempre hay discrepancias en la pareja, lo que provoca discusiones y enojos momentáneos. No es para preocuparse tanto, sin embargo cuando se vuelven frecuentes y encima empiezan a haber gritos, malas palabras, e incluso golpes, ahí ya hay un problema que debe ser solucionado a la brevedad posible, por el bien de ambos.
Es posible que la comunicación esté fallando en la pareja. Pero todo no está perdido. Aún puedes salvar tu relación. Para ello deberán conversar, identificar las conductas que están afectando la relación y comprometerse a modificarlas.
Si uno no pone de su parte, las cosas no mejorarán y, por el contrario, puede empeorar. Aquí, la separación debe ser el siguiente paso. Aunque si aún hay amor, entonces deben agotar todas las posibilidades. Toma en cuenta lo siguiente:
1. Escucha y observa.
La clásica es sentarse a conversar y de pronto empiezan a discutir por una tontería y al final no llegan a nada. Tranquilos, escuchen a su pareja, observen sus gestos y movimientos. Cuando termine recién toma la palabra pero sin gritos o reproches.
2. Problemas del pasado, no.
Sal del círculo vicioso de discutir siempre por lo mismo. En vez de traer problemas del pasado, mejor preocúpate por buscar una solución al conflicto actual. No dejes que el resentimiento te absorba, eso no le hace nada bien a tu relación.
3. Cuida tus palabras.
Las discusiones muchas veces hacen que soltemos palabras hirientes, que en una situación normal jamás mencionaríamos. Esto se debe a que tu boca, por la temperatura del momento, va más rápido que tu cerebro. Antes de hablar, piensa bien no vaya a ser que luego te arrepientas.
4. No huyas.
A todos nos asustan los problemas pero no por eso vas a salir corriendo. Esto no solucionará nada. Tranquilízate, respira profundo e intenta hablar de forma civilizada; es la única manera de entenderse y solucionar sus problemas.
5. Evita el escándalo.
Gritar, sobre todo en público, no hace que se entiendan mejor, sino todo lo contrario, deteriora la relación y agrava el problema. Además, el que grites no implica que tu pareja te escuche, sino que genera que ambos se cierren y solo piensen en sus propios argumentos.
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