
Cuando hablamos de niños con anemia, lo primero que se nos viene a la mente son imágenes de niños cansados y débiles. Pero esta enfermedad va más allá. Podría estar relacionada con depresión, irritabilidad, hiperactividad infantil y más afecciones.
Hablamos con la pediatra Rossy Farro Calderón sobre las consecuencias, entre comunes y raras, de la anemia en niños.
Doctora, ¿cuáles son las consecuencias más frecuentes de la anemia infantil?
Cansancio, fatiga, falta de energía, dificultad para concentrarse, debilidad, palidez y retraso en el desarrollo físico y mental.
¿Eso quiere decir que la anemia altera el estado anímico de los niños?
Así es. La falta de hierro reduce la oxigenación del cerebro. Por ende, los niños pueden estar apáticos y menos activos.
¿También irritables?
Por supuesto. Muchas veces la irritabilidad es una señal de que el niño tiene niveles bajos de hemoglobina.
¿Podría causar depresión infantil?
De todas maneras. Un niño con anemia se siente débil y cansado, y esa falta de motivación hace que se aísle de su entorno. Entonces no jugará con sus amigos o se cansará tan rápido (porque está débil) que preferirá aislarse. Esto también puede generar ansiedad en los pequeños.
¿Qué otras consecuencias poco comunes trae la anemia en niños?
Aunque es poco frecuente, algunos niños desarrollan el trastorno de Pica, donde tienen ganas de comer cosas no comestibles, como tierra, tiza, arena y hielo. También es común que niños con anemia no regulen su temperatura corporal y sean más sensibles al frío.
¿Es cierto que la falta de hierro perjudica los huesos?
Totalmente. Si bien el calcio y la vitamina D son clave para mantener los huesos fuertes, el hierro también es importante porque ayuda a la producción de colágeno y la mineralización ósea.
Es decir…
Si hay deficiencia de hierro, los huesos se vuelven más frágiles y aumenta la incidencia de fracturas. La caída de cabello, aunque no es frecuente, también es una señal de que hay anemia.
¿Por qué?
Porque cuando hay niveles bajos de hierro, los folículos pilosos (parte de la piel relacionada al crecimiento y caída de cabello) no trabajan bien, se alteran y esto favorece la caída de cabello.
Se dice que la hiperactividad también podría ser una consecuencia de la anemia por falta de hierro, ¿es verdad?
Pueden estar relacionados. De hecho, hay estudios que evidencian que los niveles de ferritina sérica (cantidad de hierro almacenado en el cuerpo) eran inversamente relacionados con la gravedad del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Y eso quiere decir que...
Niños con menos hierro en la sangre eran los más desatentos, impulsivos e hiperactivos. Por lo que podríamos decir que las reservas bajas de hierro explicarían hasta el 30% de la gravedad del TDAH.
Puedes encontrar a la médico pediatra en Instagram y TikTok como: @rossypediatra.
DATITOS
La causa más común de anemia infantil, de 6 meses a 3 años, es la poca ingesta de alimentos ricos en hierro (de origen animal y vegetal).
Los bebés prematuros son más propensos a tener anemia, porque nacen con menos glóbulos rojos y hemoglobina.