
En lo que es hoy Roma, capital de Italia, se fundó en el siglo VIII antes de Cristo (a.C.) lo que pasó a ser el centro de una civilización, la romana, que marcó a la humanidad durante los siguientes mil doscientos años.
Roma -la ciudad de las Siete Colinas al estar rodeada de los montes Palatino, Aventino, Capitolio, Quirinal, Viminal, Esquilino y Celio- se fundó el 21 de abril del año 753 a.C.
La historia, mezcla de realidad y leyenda, señala que al ser hijos de la unión prohibida del dios Marte con Rea Silvia, una sacerdotisa consagrada a la diosa del fuego y del hogar, Vesta, los recién nacidos hermanos gemelos Rómulo y Remo fueron lanzados a las aguas del río Tíber.

Luego, la loba Luperca salvó a los bebés y los llevó a su guarida del monte Palatino, donde los amamantó y cuidó como a sus hijos hasta que, ya mayores, los entregó a Fáustolo, capataz de pastores de Amulio, rey de la ciudad de Alba Longa.
Amulio ordenó matar a los gemelos, pero estos sobrevivieron gracias a Fáustolo y lo derrocaron. Tras ello, Rómulo y Remo fundaron la ciudad de Roma y, al discutir por el poder, el primero mató al segundo y se convirtió en el primer rey romano.

Ya como monarca, Rómulo dividió el pueblo en tribus, creó el Senado e inició la conquista de pueblos aledaños.
DATITO
Los tres periodos de la Antigua Roma fueron la monarquía, la república y el imperio. La monarquía (753 a.C. al 509 a.C.) va desde la fundación hasta la expulsión de Tarquino, el último de los reyes que tenía poder absoluto; la república (509 a.C. al 27 a.C.), en la que los ciudadanos elegían a los magistrados (gobernantes), y el imperio (27 a.C. al 476 d.C.), que se caracterizó por un gobierno autócrata, desde que Augusto se hizo emperador hasta que los bárbaros conquistaron Roma.
