Los niños también se ponen tristes o desanimados por diferentes motivos, por eso es importante que los padres se conviertan en el apoyo emocional que ellos necesitan para dejar atrás esos sentimientos negativos. “Las palabras que les digamos a nuestros hijos cuando lo están pasando mal son claves, pero también la actitud que mostramos ante su situación. Si nos burlamos de lo que sienten o pensamos que es una pataleta, solo lograremos afectar su confianza en sí mismos”, advierte el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
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Aquí te damos unas frases que te ayudarán en ese momento:
1. ‘Entiendo que te sientas mal, pero recuerda que no estás solo, siempre tendrás mi apoyo’.
2. ‘Llora todo lo que quieras, no tengas vergüenza de hacerlo. Me quedaré a tu lado si lo deseas’.
3. ‘Lo solucionaremos juntos. El dolor que sientes es un aprendizaje que te enseñará a ser más fuerte’.
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4. ‘¿Cómo te puedo ayudar? No olvides que la tristeza se irá cuando tú lo decidas’.
5. ‘Ven para abrazarte y decirte cuánto te quiero, hijo mío. ¡Ánimo, estaré contigo siempre que lo necesites!’.
6. ‘Sé que estás triste, pero ve todo lo lindo que tienes a tu alrededor y sonríe. No te alejes de tus amigos, ellos te estiman’.
SABÍAS QUE...
No le fuerces a expresar sus sentimientos. Si no desea contarte lo que le pasa, solo dile que estás a su lado, que le escucharás cuando lo desee y se sienta preparado.
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A través de esa conducta el niño puede estar buscando llamar la atención de sus padres, ser aceptado en un grupo social, ocultar su baja autoestima o tratar de olvidar las cosas que suceden en casa.
Hay niños con mucho sentido del humor, risueños y divertidos, por eso no es extraño que sean bromistas y hagan reír a medio mundo con sus ocurrencias. El problema viene cuando detrás de este comportamiento se esconde alguna carencia o necesidad.
“A través de esa conducta el niño puede estar buscando llamar la atención de sus padres, ser aceptado en un grupo social, ocultar su baja autoestima o tratar de olvidar las cosas que suceden en casa (discusiones y/o peleas entre los padres o con los hermanos). Uno se da cuenta de que no es normal cuando el chico quiere hacer reír a los demás a toda costa, sin importarle quedar en ridículo él mismo”, indicó el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
CONSEJOS
♦ELOGIA LA GRACIA, PERO PON LÍMITES. Ser gracioso y divertido no está mal, pero debe saber cuándo es el momento de serlo. Hay que marcar límites para evitar que esta actitud se convierta en algo malo.
♦REFUERZA SU AUTOESTIMA. Todos los días dile lo importante que es para ti. Recuérdale las cualidades que tiene, esto fortalecerá su seguridad y confianza en sí mismo.
♦HABLA CON LOS PROFESORES. Quizás el niño solo se porta así en el colegio.
♦SI NOTAS QUE ALGO NO está bien, visiten a un psicólogo.
SABÍAS QUE...
Estos niños tienen diferentes formas de actuar. Ejemplos: contestan con una broma ante una pregunta del maestro, se hacen notar al entrar al salón o tiran cosas y hacen una escena para recogerlas.