Así como para las niñas la llegada de la menarquia, primera menstruación, es señal de que han llegado a la pubertad, para los varones de entre 12 y 15 años empezar a mojar la cama por una eyaculación de semen involuntaria también lo es. Sin embargo, padres, vale diferenciar que la espermarquia es el inicio de la producción de espermatozoides del cuerpo del ; mientras que los populares ‘sueños húmedos’ es la primera .

Sobre las poluciones nocturnas, como también se les conoce a las primeras eyaculaciones, se habla poco ya que para algunos puede ser complicado tratar este tema con sus hijos. Algunos prefieren evitarlo o manejarlo de manera jocosa, para que sea más sencillo, el psicólogo Víctor Donado del centro Psicovilla da algunas pautas para tratar esta nueva etapa de desarrollo del preadolescente.

  • HABLE CON NATURALIDAD. “Lo más recomendable es que los padres se informen y hablen de manera natural con sus hijos. Pueden empezar diciendo que así como la voz les está cambiando o les está apareciendo vellos en el cuerpo (cambios fisiológico que parecen junto con las primeras eyaculaciones) los ‘sueños húmedos’ son una respuesta involuntaria de su cuerpo por la producción de testosterona”, señala el especialista.
  • RESPETE SU INTIMIDAD. Es importante no exponer el hecho de las poluciones del jovencito frente a sus hermanos menores u otros miembros de la familia, menos hacer bromas al respecto porque pueden provocar vergüenza o aislamiento del menor.
  • SI ÉL GUARDA SILENCIO. Si su hijo no le cuenta que empezó a eyacular pero usted lo notó, pregúntele si quiere hablar al respeto y si rechaza hacerlo, acepte la decisión dejando abierta la posibilidad de hablarlo cuando él lo desee. Puede entregarle productos de aseo exclusivos para él, así como sábanas, ropa de dormir, etc.
  • SIN VERGÜENZA PERO CON RESPETO. Es muy común que el menor en esta nueva etapa de cambios su cuerpo presente alguna erección involuntaria, en este caso enséñele que ante esta situación es mejor ir al baño y esperar a que pase, no porque tenga que avergonzarse de lo ocurrido sino por respeto a los demás.
  • PIDA AYUDA. No malinterprete la situación, la aparición o frecuencia de eyaculaciones no está asociada a un mayor número de pensamientos eróticos, es un cambio natural e involuntario. Si le cuesta hablar del tema con su hijo, acuda al psicólogo de la escuela o un familiar cercano para que converse con respeto y claridad con el menor.




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