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Las relaciones abiertas pueden ser el salvavidas que necesita una pareja para liberar el estrés y sacar una ‘canita al aire’ previo consentimiento del otro. Pero no funciona así para todos, porque si no se ponen límites claros desde el inicio y tu autoestima no es de roble, el remedio puede ser peor que la enfermedad.
El psicólogo Ítalo Arrúe enumera cuatro desventajas de las relaciones abiertas:
- Reglas claras
Si no se establecen límites y expectativas desde el inicio, pueden surgir malentendidos. Por ejemplo, cuántas parejas se pueden tener, qué tipo de interacciones son aceptables o qué nivel de detalles compartir.
- Ansiedad y estrés
La incertidumbre sobre los sentimientos de la pareja, la comparación y el miedo a perder la relación pueden generar altos niveles de ansiedad y estrés difíciles de manejar.
- Celos y baja autoestima
Aunque una relación abierta implica un acuerdo mutuo, los celos pueden surgir en cualquier momento. Si uno siente que su pareja prefiere a alguien más, empezará a sentirse insuficiente, inseguro y esto dañará su autoestima.
- Tensiones a largo plazo
Algunas parejas pueden darse cuenta de que la relación abierta no es lo que esperaban o que uno de los dos ya no se siente cómodo con la situación y pueden surgir discusiones y resentimientos.
DATITO
Si una persona no se siente realmente cómoda con la relación abierta pero accede por miedo a perder a su pareja, puede desarrollar depresión o estrés crónico.
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