Si la diabetes felina o canina no se detecta a tiempo, esta enfermedad puede comprometer seriamente la salud de nuestros animales de compañía. Entre los factores más comunes que la desencadenan están: mala elección de ciertos suplementos, el estilo de vida sedentario y obesidad.

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Por ello, en marco del mes de la concientización de la diabetes, los especialistas de Gabrica nos comparten todo lo que debes saber sobre esta enfermedad crónica y degenerativa en mascotas, cómo afecta a tus engreídos y de qué forma prevenirla o tratarla.

En muchos casos, y para suerte de muchos perros y gatos, la diabetes puede tratarse a tiempo. Con dieta y una vida más activa, una mascota podría gozar de una buena calidad de vida. En otras ocasiones es necesario suministrar medicamentos prescritos por el veterinario.

¿Qué tipos de diabetes existen entre perros y gatos?

1. Diabetes Tipo 1

Esta suele ser la diabetes canina más frecuente, por lo que es sumamente importante de la intervención del dueño de la mascota, así como una revisión médica regular. El perro o gato necesitará que la insulina le sea suministrada manualmente de por vida, con las indicaciones médicas pertinentes.

2. Diabetes Tipo 2

Es la que se manifiesta con más frecuencia en gatos, por eso es conocida como “diabetes felina”. Puede estar vinculada a factores como la obesidad.

En este caso, el veterinario prescribirá una dieta especial, además de más actividad física. Adicionalmente, podría suministrarse medicinas vía oral, dependiendo de la gravedad del caso.

3. Diabetes Transitoria o Secundaria

En este caso, podríamos estar en presencia de una condición especial de la mascota que genera en su organismo una resistencia a la insulina. El período de gestación, una pancreatitis o incluso ciertos tratamientos médicos, podrían ser los causantes del problema.

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¿Cómo saber si nuestra mascota tiene diabetes?

Diagnosticar diabetes felina o canina no suele ser sencillo, especialmente en la primera fase de la enfermedad. La complicación está asociada, principalmente, al hecho de que los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades.

En general, si tu perro o gato tiene diabetes, podrías notar los siguientes síntomas:

  • Polidipsia: aumento de la sed.
  • Poliuria: se incrementa la micción, precisamente por beber más agua de lo normal.
  • Pérdida inexplicable de peso.
  • Hepatomegalia: recrecimiento del hígado, síntoma que sólo se apreciará con un examen médico.
  • Cataratas: una formación blanquecina sobre los ojos que puede ocasionar ceguera o pérdida total de la visión.

¿Existe tratamiento?

Para perros y gatos con diabetes que tienen la suerte de que la enfermedad se detecte a tiempo, bastará con una dieta especial, ejercicio y la prevención de la obesidad. En ciertos casos, si las mascotas con Diabetes Tipo 2 tienen mucho tiempo con la enfermedad, podrían comenzar a recibir inyecciones diarias de insulina.

Además del tratamiento con insulina, las mascotas con Diabetes de Tipo 2 pueden necesitar una dieta especial para diabéticos que ayudan a reducir los niveles de glucosa en sangre.

¿Cómo prevenirla?

La obesidad es un importante factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes. Así que si tu mascota tiene sobrepeso, intenta animarla a hacer más ejercicio y a seguir una dieta balanceada.

Evita ofrecerle a tu perro o gato suplementos que contengan altos niveles de fibras o harinas, así como ingredientes de relleno. Estos son los más desaconsejables, pues promueven la obesidad y, a largo plazo, la diabetes.

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