Durante el invierno es común que muchos abuelitos se depriman por el frío, que les impide salir a realizar actividades físicas al aire libre, las enfermedades que suelen atacarlos en esta estación y la soledad porque sus hijos o nietos los visitan menos.
Los síntomas de esta depresión que suelen presentar son sentimientos persistentes de tristeza, pena, llanto sin motivo aparente, pesimismo, pérdida del interés en situaciones que antes disfrutaban, cansancio permanente, falta de apetito y dolores musculares.
Por ello, Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, aconseja prestar mucha atención a estas señales, ya que la depresión es una enfermedad seria que requiere tratamiento médico para superarla.
CONSEJOS
Lo principal es prevenir la depresión prestándole atención al adulto mayor, atendiendo sus necesidades y dándole afecto; pero, si ves que tu abuelito ya tiene algunos síntomas, llévalo de inmediato al médico. “Es necesario seguir un tratamiento con un especialista y también una psicoterapia individual que permita no solo diagnosticar sus preocupaciones, sino también aprender a modificar sus pensamientos negativos”, afirma la psicóloga.
DATOS
Un abuelito deprimido puede sentirse mal todo el tiempo y sufrir de migrañas, molestias estomacales o musculares permanentes, que no ceden con analgésicos.