Aldo Caldas (28) ha sido cobrador de combi desde los 15 años, pero siempre soñó con tener un negocio propio que le permita salir adelante dedicándose a una de sus grandes pasiones: la barbería. Luego de reunir el dinero necesario, logró alcanzar su objetivo y ahora se luce realizando los mejores peinados en Comas.
¿Cómo nace este sueño?
Por dos motivos: Cuando iba de ruta miraba desde la ventana de la combi la gran cantidad de barberías que había a lo largo de las avenidas La Marina y Los Olivos, eso me llamó mucho la atención. Además, mi padre, que falleció hace unos años, fue barbero, no de los modernos, sino de los clásicos. Esas dos razones me impulsaron.
¿Aprendiste de tu padre?
Algunas cosas, pero otras las aprendí en la calle, con amigos barberos que me fueron enseñando.
¿Es complicado?
Lo complicado es malograrte el pelo y salir con ese look a la calle mientras aprendes (risas). Pero una vez que le agarras el truco es cuestión de dejar fluir el talento y el arte.
¿Cómo logras abrir tu barbería?
Con mucho, muchísimo ahorro y esfuerzo. Yo trabajaba muy duro como cobrador de combi para juntar plata y poder alcanzar mi meta. Para mí tener mi negocio propio era un sueño y me alegro de haberlo cumplido.
¿Hace cuánto inauguraste tu negocio?
Ya tenemos seis años. Nos está yendo muy bien, tengo clientes fijos que siempre vienen porque les gusta mi trabajo. Ellos mismos me recomiendan. Estoy muy feliz.
¿Tu padre llegó a ver tu trabajo?
Sí, se alegró porque siga sus pasos, pero no terminaba de entender los looks que la gente se venía a hacer (risas), él estaba acostumbrado a otros peinados. Pero respetaba los gustos de cada cliente.
¿Te piden peinados raros?
No exactamente (risas). Lo raro podría estar en el diseño de los tribales, algunos no piden dibujos sino letras. Exigen que la línea tenga una M, por ejemplo. Pero hasta ahora no me han pedido nada de otro mundo. Igual, creo que lo haría si lo desean.
¿Dejaste las combis?
No, y no porque dependa de ese trabajo, sino porque el amigo, dueño de la unidad que me dio la oportunidad de trabajar con él, a veces necesita la ayuda de un cobrador. Yo lo apoyo cuando puedo.
¿Qué dicen tus excolegas?
Ellos se alegran mucho por mí. A veces vienen a cortarse el cabello y yo los recibo con mucho gusto. Siempre me felicitan por lo que he logrado.
Se nota que eres empeñoso…
Sí, me esforcé mucho para abrir mi negocio. Yo creo que todos los sueños son posibles si te esfuerzas y trabajas duro.
¿Dónde podemos encontrarte?
En mi barbershop ‘Barbers Monkeys Shop’, estamos en la avenida Túpac Amaru 5050, en el kilómetro 11, en Comas.
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