Agobiar a la pareja con el exceso de compañía puede deteriorar la relación al punto de terminarla. No esperes a que se aleje, para recién pensar si tuviste un comportamiento absorbente. Gladys Olórtegui, directora del centro de psicoterapia, Mishky Warmi, aconseja a las mujeres a autoevaluarse para descubrir si están asfixiando a la persona que aman.
Respóndete si dejas tus propias satisfacciones para estar con él, si lo llamas por teléfono a cada rato, si le pides acompañarlo a donde vaya o si le exiges que esté contigo todos los días. Si respondes afirmativamente al menos a dos de estas preguntas significa que tienes una voracidad afectiva que debes controlar.
¿POR QUÉ PASA ESTO?
Las personas suelen ser absorbentes porque tienen baja autoestima y temor a ser abandonadas. Toda esta personalidad dependiente se forma por inseguridades, carencias afectivas y temores que se gestaron en la infancia.
¿QUÉ HACER?
- Entender que por más que una pareja se une nunca serán un solo ser cada uno tiene intereses individuales que deben conocer, para luego poder comprenderse.
- Es esencial sanar la dependencia emocional dando señales claras de desapego y desconfianza, como dosificar el número de llamadas a no más de tres por día y respetar los espacios de cada uno.
- No se trata de ir a todos lados juntos, pero tampoco mostrarse siempre como solteros. Lo ideal es que se acompañen en sus reuniones siempre cuando y sean factibles.
- Si no es posible, no debe existir celos, ni temor de dejarlo ir solo. Lo importante es crear acuerdos que se respeten, como el de horario de retorno.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.