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En los últimos años se ha vuelto común ver hogares donde la madre es el único sostén y esto no es un obstáculo para que la mujer eduque bien a su hijo. Por ello, si es tu caso, presta atención a los consejos de Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma:
Organízate: Eres una mamá que trabaja, por tanto tienes que manejar tus tiempos. Cuando llegues a casa habla con tu niño. Pregúntale qué tal su día y escúchalo.
Juega con él. Los fines de semana llévalo a un parque o a comer fuera. Si no tienen ganas de salir, opten por un juego de mesa o prepara canchita y vean una película en casa.
Mantén un control. Si tu mamá o algún familiar pueden ayudarte en el cuidado de tu hijo mientras estés en el trabajo, bienvenido sea. Si no es así, llama por teléfono a tu retoño todos los días, pregúntale cómo está y dale algunas pautas (comer, lavar su plato, hacer su tarea).
No te compliques. No trates de hacer el rol de madre y padre a la vez porque terminarás estresándote al no poder lograrlo. Cumple con lo que te corresponde a ti y busca una figura paterna de confianza para tu hijo. Puede ser su abuelo o su tío.