La actriz Vanessa Terkes cuenta que está soltera y no busca el amor, pero quisiera tener pareja porque le gusta dormir en cucharita. A la querida ‘Chata’ la podemos ver en ‘El gran chef’ donde está aprendiendo a cocinar y recalca que es una chica de barrio que come en huariques y en los ‘agachaditos’.
¿Cómo te está yendo en ‘El gran chef’?
Este reality es entretenido, yo pregunté en mis redes si creían que cocinaba y no me tenían fe... pero sigo avanzando, sigo para adelante, dando todo de mí. Desde que supe que estaría aquí me puse a practicar mucho picando cebollas, zanahorias... creo que nunca en mi vida había hecho un aderezo peruano.
¿No sabías cocinar?
Es que hay tanta gente que cocina tan rico en cada esquina, que no tenía necesidad de aprender a cocinar.
¿Gastas tu plata en ropa o en salir a comer?
Soy de las mujeres que no se gasta la plata en ropa, sino en comer y en comer rico. Entonces, creo que tengo un paladar muy exquisito. Estuve un tiempo en España y regresé más flaca, no hay nada como nuestra comida.
¿Comes en los ‘agachaditos’ o en los restaurantes exclusivos?
Mira, en los dos se come bien, pero hay unos cebiches de pota por el Hospital del Niño a cinco lucas, buenazo, yo me pedía tres pero sin lechuga porque no me gusta. Y el chicharrón aparte porque no me lo como todo, pero bien taipá.
¿Eres de buen diente?
Sí, claro.
¿Dónde más has comido?
Abajo del Cerro San Cosme también hay un buen cebiche. Y los mejores anticuchos, para mí, están en La Victoria y el Callao, para chuparse los dedos.
¿Eres una chica con barrio?
Sí, he caminado y comido en todos los barrios, en muchos huariques, en comedores populares, en ollas comunes. La mujer peruana tiene muy buena sazón y también los hombres tienen buena mano.
¿Alguna vez te han enamorado por el estómago?
Todavía no se presenta ningún chef para volver a enamorarme. En España habían varios pretendientes españoles que me querían hacer paella, pero estaba enfocada en estudiar mi Máster de producción ejecutiva de cine, series, documentales... y ahora ando concentrada en aprender a cocinar.
¿Ahora vas a conquistar por el estómago?
Ahora van a comer de mi mano, ja, ja, ja.
Te han presentado como ‘La chata poderosa’...
Soy una persona que cuando me dedico a algo, lo hago bien, le pongo poder, mente, corazón, fe, y cocino con amor.
Imagino que prefieres ir al mercadito que al supermercado...
Claro, me encanta ir al mercado, más que al supermercado. Porque puedo encontrar de todo y más fresco; además, puedo pedir mi yapa, pedir mis hierbitas y se encuentra palta madura, ja, ja.
Luego de estudiar en España, ¿qué se viene en lo laboral?
Estoy en una etapa de coproducción con España esperando que todo se concrete. Ando conociendo España, ya conozco el mercado de México y la idea es hacer algo que involucre a esos países con Perú.
Has estado de cerca en la política, ¿aún pasa por tu cabeza seguir involucrada?
No. Definitivamente no. Mi política sigue siendo social, es decir, sigo ayudando con mi asociación sin fines de lucro a mucha gente que de alguna manera conozco, se me acerca... creo que se puede ayudar mucho desde afuera.
Te sientes más cómoda desde esa posición...
Yo le pedí a Diosito y le dije ‘si es necesario que esté ahí para ayudar, pues me voy a sacrificar’; porque estar metida en la política es un sacrificio pues todos creen que quieres meterte ahí a robar... pero luego Dios me dijo ‘no Vanessa, gracias, pero no tienes nada que hacer ahí’.
Cada día la clase política está peor...
Soy una persona honesta, trabajadora, que tiene un corazón que le gusta ayudar a las personas sin ningún tipo de interés. Yo lo vengo haciendo desde hace tiempo porque sé que tengo la posibilidad de llegar a más personas, pues me abren algunas puertas, sirvo como de gestora y ahí me quedo.
¿En qué momento de tu vida estás?
Estoy concentrada en mí, en aprender, en tomarme el tiempo para descubrirme más, conforme una crece, evoluciona, se va poniendo mejor. Esta parte de mi vida se llama ‘yo’, quiero hacer plata, ja, ja. Tengo 45 años, así que trabajo y estudio sin distracciones.
Pero hace unos días cogiste el buqué en el programa, ¿será premonitorio?
También pregunté eso, si es que me iba a casar, y me dijeron que no, que solo era para un beneficio y bueno, soy muy competitiva y me quedé con el buqué.
¿Buscas el amor?
El amor va a llegar solito, no hay que buscarlo, tengo mucho amor de mi familia, de mis amigos, de algún amigo cariñoso por ahí, así que no necesito.
¿Le corres al compromiso?
Me encantaría estar en pareja, alguien que camine a mi lado, que entienda el proceso en el que estoy, que ahora ando pendiente de mí más que de otra persona. Eso seguramente pasará cuando tenga que pasar y, si aparece, bienvenido porque me encanta hacer cucharita, que nos adaptemos. Soy clara, no quiero ser egoísta, alguien que sume y no que reste.
¿No descartas volver a casarte?
No descarto nada, no escupo al cielo, que sea lo que Dios quiera; la verdad no descarto nada en mi vida.
Algunos con el fracaso se cierran y dicen ‘nunca más’...
Con todas las veces que me he caído, yo me levanto en dos segundos, es parte de la vida, no me da miedo caerme para volverme a levantar, pero evidentemente no cometo los mismos errores de antes. El amor es lindo y hay momentos en pareja que son para toda la vida. Es mentira cuando la gente dice no, creo que estarán enojados con el amor, pero todo pasa, lloras y después te ríes.
Hace unas semanas, Juan Sheput comentó que tú lo hiciste mejor persona, ¿qué opinión te merece?
Me parece un comentario bonito.
Un consejo para las mujeres...
Hay que aprender a estar con una misma para que cuando llegue un caballero hermoso compartamos el tiempo. Lo importante y el consejo a todas mis hermanas es ‘estudia, trabaja, gana tu platita, no dependas de nadie, tú misma eres’. No necesitamos estar con alguien, sino que decidimos estar con alguien porque queremos.
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