Rebeca Escribens va a cumplir diez años al frente del programa ‘América Espectáculos’ y confiesa que es ‘borracha por naturaleza’, debido a las locuras que suele hacer en pantallas, pero siempre encuentra la calma en su casa con su familia.
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Se te ve siempre muy divertida en pantallas, lo disfrutas mucho...
Cada vez que uno empieza un trabajo nunca se sabe cuánto tiempo vas a estar, pues hoy estás y mañana no... estoy agradecida de todo lo que he aprendido.
Cada mañana contagias al público con tu risa, locuras y llanto...
He vivido de todo, hasta el duelo de mi viejo. Siento que son diez años de crecimiento y lo primero que puedo comentar es que me tocó vivir toda la transición de la partida de mi viejo; desde enterarme de su enfermedad, vivirla y dejarlo ir.
En pantallas eres alborotada, graciosa y llena de energía. ¿Así estás todo el día?
No... tengo otros momentos donde quiero mi silencio, donde estoy de mal humor. Pero debo decir que por lo general soy juguetona, palomilla y risueña; pero hay momentos en que tengo que recargar mis baterías y es en mi casa, con mi familia y en silencio.
Se conoce poco de tu familia, ¿los cuidas mucho?
Nuestra empresa más importante es nuestra casa, por eso, soy tan cuidadosa.
Tu matrimonio lleva 20 años, ¿cuáles son las claves?
No hay claves ni secretos, cada pareja tiene una dinámica distinta, con sus propios acuerdos y códigos. Pero sí resalto que es muy importante la confianza y el respeto, que es igual al amor. Con la ilusión y la pasión se inicia todo, pero luego hay que invertir y trabajar mucho todos los días, hasta en los momentos en que estás muy cansado.
Foto: Joel Alonzo
Podría decirse que tu relación es un ejemplo en medio de tantos divorcios y separaciones...
Es posible, pero lo importante es manejar las cosas en privado, lo que no se conoce no puede ser objeto de envidia. Por eso soy muy reservada con mi vida privada y respeto la vida de ellos.
¿Y cómo haces con los fans?
Bueno, yo salgo a la calle y me domoro el doble de tiempo para hacer mis cosas porque siempre la gente me para pedirme fotos y soy muy feliz con eso... a lo único que no sé decir no, es al pedido de la gente. Pero soy muy celosa de la privacidad de los integrantes de mi familia.
¿Tu esposo tiene redes sociales?
No tiene redes sociales y por eso no publico nada de él. Mi hijo mayor, quien es arquitecto, solo lo tiene por su empresa y el chiquito quiere, pero de ninguna manera porque es un ‘rebequito’ en potencia, ja, ja.
Ahora te toca...
Ahora pues, yo renegaba de papá y mamá, y ahora termino haciendo lo mismo que ellos... pero siempre agradezco a Dios por todos los consejos que me dieron y, por eso, estoy donde estoy.
Sin embargo, el año pasado en un show en el coliseo Dibós te sentaste en las piernas de tu esposo Carlos...
Sí, pues, es que las personas somos muy contradictorias; pero ese era mi momento de éxtasis donde yo me ciego y no me importa nada. Todos lo vieron, grabaron, hay imágenes, pero yo no lo he mostrado. En ese instante dije, ‘ala miércoles, aquí es el momento’; pero al día siguiente me estaba arrepintiendo, y al siguiente decía ‘salió chévere’. Bueno, así somos los géminis.
¿Sueles tomar (licor)?
Yo no tomo, soy ‘borracha por naturaleza’. Carlos (su esposo) se reía y me dice ‘ese es tu alcohol, la música’. A mí el show me desborda completamente. Mi mamá antes de morir me dijo ‘hijita, te tienes que cuidar, hay gente que no te conoce y puede pensar que eres borrachita o drogadicta’, así me habló en su lecho de muerte. Eso fue hace 25 años y no lo entendí, pero ahora tiene sentido.
Los padres son sabios...
Claro, ellos me cuidaban de esa personalidad aborotada y alocada, pero detrás de eso hay una buena mujer que toma buenas decisiones; sino no tuviera la familia y la vida que tengo, construida con aciertos y errores. No soy una mujer exitosa por estar 10 años en América Espectáculos, sino porque desde que tuve mi hijo a los 17 afronté esa responsabilidad, y he asumido cada reto para salir adelante.
Siempre en las redes sociales te catalogan como una ‘madurita sexi’, ¿cómo lo tomas?
Pues feliz con mis patas de pollo, ja, ja. Si ser madurita es sentirse segura y decir las cosas sin miedo, entonces, soy recontra madurita. Hubiese querido tener esa seguridad a los 20 años.
¿Y te consideras sexi?
Soy sexi desde que nací, desde pequeña fui muy ‘perica’, coquetona, pues veía mucho a mi abuela paterna. Pero en mi vida diaria soy otra cosa, a veces salgo a pasear a mis perros y no me reconoce nadie con los trapos que me pongo.
A tus 47 años, ¿cómo estás tomando la vida?
Desde que murió mi papá me dejo sorprender, planeo menos y vivo más, voy con calma, le he bajado un cambio, pues siempre andaba acelerada. Además, estoy ocupándome más de mí porque estoy entrando en una etapa importante que es la menopausia, con cambios en mi cuerpo, mi humor, estoy viviendo una nueva adolescencia y la quiero vivir al máximo; porque yo no tuve una por ser mamá a temprana edad.
¿Y te ilusiona ser abuela?
Claro, tengo un hijo de 30 años y soy ‘mamá gallina’. Por ahora él está estudiando afuera su maestría, pero es una decisión que él tomará en su momento, llegará cuando deba de llegar.
Foto: Joel Alonzo
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