De niño, ‘Pepino’ contaba chistes en su barrio de Iquitos por caramelos, pescados o plátanos. Hoy, una hora de su show puede costar 250 soles. Tuvo una infancia difícil, humilde, de necesidades, pero también feliz, familiar, llena de inocencia. Sus recuerdos, mientras conversamos, regresan con alegría, no con tristeza, ni rabia, ni resentimiento.
Hasta quinto de primaria asistió descalzo al colegio, cuando conoció las sandalias. Cuatro de los nueve hermanos heredaban el uniforme escolar. Y a veces les quedaba tan corto como “los pantalones de Michael Jackson”, bromea. Los nueve dormían en un mismo cuarto y en el suelo, cubiertos por mosquiteros. “Pero tres zancudos levantaban el mosquitero y hacían entrar uno por uno”, ríe.
Su madre fue quien los mantuvo a raya en los 90, cuando las pandillas reclutaban feligreses con tanta pasión como los Testigos de Jehová a su iglesia. Su padre, un cazador de animales salvajes y peces, siempre les puso las cosas claras: Un curso jalado y se iban para la chacra. Fue él quien también le heredó el sentido del humor, la chispa que lo ha lanzado a la fama.
Hoy ‘Pepino’ es la nueva revelación de la comicidad peruana. Es personaje estelar en el programa ‘La casa de la comedia’, que se emite por YouTube, y revelación en ‘JB por ATV’. ¿Pero quién está detrás de este irreverente, pícaro y talentoso iquiteño que sueña con ser como Quentin Tarantino? Empecemos:
UN TAL KILLE
‘Pepino’, ¿cuál es tu verdadera identidad?
Soy natural de la ciudad de Iquitos. Soy 100 % charapa, de la selva. Mi nombre es Kille González Rodríguez. Tengo 33 años. Este 7 de diciembre vienen mis 34 años. Ya pasé la edad de Cristo, la edad más peligrosa.
¿De qué parte de Iquitos?
Del distrito de Punchana.
Antes de hablar de ‘Pepino’, me gustaría hablar de Kille, ¿cómo fue tu infancia?
La mayoría de los cómicos venimos de un hogar muy humilde. Y eso lo brotamos en la comicidad.
¿Qué tan humilde?
En quinto año (de primaria) estudié en sandalias. Primero, segundo, tercero estudiaba descalzo. La burla estaba por ahí. De pequeño no entiendes. En sexto tenía un poquito de vergüenza de ir en sandalias o ir con el mismo uniforme del año pasado. Ya me iba quedando como Michael Jackson, más y más chiquito.
¿Cuántos hermanos son?
Somos 9 hermanos, de un solo papá y mamá. Yo soy el quinto.
¿Dormían todos juntos?
Claro, en el suelo. Allá se duerme con mosquitero para que no te pique el zancudo.
¿Había qué comer?
Vas sin comer al colegio. Cuando regresas del colegio debería haber algo en la olla, pero regresas y no hay nada.
¿Por la misma necesidad tuvieron que trabajar desde niños?
Me acuerdo que en el colegio los pelucones eran los rebeldes y se quedaban afuera del aula. Nosotros no nos cortábamos, porque no teníamos para cortarnos el pelo, porque era 3 o 2.5 soles. Mi mamá tenía una tijera de fierro, antiguas, de tela. Entones mi hermano mayor le cortaba a su menor, y yo le cortaba al menor. Éramos 4 varones. Nos hicimos hueco por acá y allá. Y le echamos la culpa a un viejito que cortaba.
¿Fue una infancia humilde, pero feliz?
Claro, siempre tratamos de buscar la alegría.
UN CURSO JALADO Y PARA LA CHACRA
¿Tu padre siempre fue responsable?
Sí, pero había una cosa. En ese tiempo estaban los barristas de Universitario y de Alianza Lima, en los 90. La pandilla estaba de moda. Nosotros no nos podíamos meter. Mi papá decía: ‘yo veo un rojo y a la chacra’. ‘No hay excusa, un rojo veo en la libreta y van a la chacra a sembrar plátano, no hay excusa’. Ese temor fue un impulso. Nunca nos metimos al pandillaje.
¿Cómo llegaste a la comicidad?
Por mi papá. Él fue mi primer impulsor a esto, a la comicidad. Él es el más gracioso del barrio. Donde hay vecinos riéndose ahí está mi papá. Yo lo que hacía era seguirlo a él. Ninguno de mis hermanos lo seguía, yo iba corriendo. Y cuando mi papá no estaba, me llamaban. Me pedían que cuente chiste. Yo antes de contar pedía que me den algo. Me daban caramelo, plátano, pescado. Yo contaba el chiste, pero en mi inocencia no sabía que era para mayores.
DE LA CALLE, SU CÓMICO
¿Entonces empezaste a trabajar en la calle?
Sí, haciendo chistes, vendiendo caramelos en los carros.
¿Recuerdas tu primer sueldo?
Sí, fue vendiendo caramelos, hice 40 soles en un día. Desde el mediodía hasta las nueve de la noche. Y mi hermano ganaba 7 soles desde las 7 de la mañana hasta el mediodía, cargando madera. Yo hice 40 soles haciendo mi chiste en los carros, pintado de payasito.
¿Hoy cuánto está costando un show tuyo?
En menos de una hora tengo 250 soles.
¿Estás invirtiendo bien?
Invierto en mis estudios.
EL SUEÑO DE SU VIDA
¿Cómo fue tu ingreso a ‘JB en ATV’?
Eso hasta ahorita ha sido el sueño más grande que tengo, que trabajo con varios personajes bien construidos. Trabajar a su lado, a pesar de que estudio cuatro años pedagogía teatral, tuve miedo.
¿Cuál es tu sueño?
Yo viajo por todo el Perú, hay bastante talento en la calle, sino que falta un mediador, una persona que guíe. No necesitan maestros, que digan cómo actuar, qué se debe hacer, hay mucho talento en la calle. Quiero formar un grupo de teatro.
¿Un sueño más íntimo, más personal?
Con el primer sueldo que gané, llevé a pasear a mi mamá. La llevé a hacerle su arreglo de cabello. Le compré su ropa, la llevé a comer a un buen restaurante. Pagué un estilista para que arregle a mi mamá. Contraté seguridad para que la cuiden. Me di ese lujo, en gastarlo en mi mamá. Ese es el sueño que cumplí. Pero mi sueño es que mis padres vivan todo el tiempo conmigo.
LA NUEVA GENERACIÓN
¿Perteneces a una nueva generación de cómicos?
Podríamos decir que sí.
¿Qué caracteriza a esta generación?
Siempre invito a estudiar a mis compañeros. Yo sé que se gana plata, les digo que estudien. Estudien música, lo que sea, pero que estudien. Métanle algo más a la comicidad.
¿Qué actores son referentes para ti?
En comicidad, para mí es Jim Carrey, genio en la gesticulación del rostro. En ‘La vecindad del Chavo’, Don Ramón, por sus gestos, te hace reír con los gestos. Y siguiendo, Charles Chaplin y Cantinflas. Son referentes grandes.
¿Cómo quién te gustaría ser?
Quiero ser como Tarantino. Es un gran escritor. Sus películas me encantan.
¿Qué película de Tarantino te gusta?
Me gusta su participación en ‘Del crepúsculo al amanecer’, cuando hace de un psicópata.
LA HUMILDAD
Personalmente, ¿cuál es el consejo que más recuerdas?
Que no te nuble nada. La humildad es como un parabrisas. Si tienes la humildad por delante siempre vas a limpiar cualquier suciedad. Si no tienes humildad vas a avanzar y vas a caer en algo.