y reveló que su primer sueldo fue de 20 soles semanales.

La triste historia de ‘Mayimbú’: Dormía bajo los puentes e inhalaba terokal para no tener hambre ni frío
Vivió en la calle desde los cinco años. Durmió en la Vía Expresa. Comía las sobras que le regalaban. Para no sentir hambre, inhalaba terokal. Ganó 8 mil soles mensuales en TV, pero lo despilfarró.

Al alcanzar mayor notoriedad, el comediante logró cobrar 300 soles a la semana. Su suerte cambiaría cuando su amigo ‘Carloncho’ le consiguió un espacio en la pantalla chica, específicamente en Latina Televisión.

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Ambas personalidades lograron gran aceptación del público y compartieron roles en los programas ‘Verano Extremo’ y ‘Las aventuras de Carloncho y Mayimbú’.

En medio de su “éxito”, ‘Mayimbú’ y ‘Carloncho’ unieron esfuerzos y consiguieron contratos en las principales discotecas de Lima y pronvincias.

Sin embargo, uno ganaba más que el otro, según contó ‘Mayimbú’: “Tuve contratos en discotecas. Te diré la verdad, trabajaba con ‘Carloncho’. Él me daba 300 soles por fecha, pero me enteré que él cobraba 10 mil soles por cinco fechas. A mí me daba 300 y él cobraba 10 mil”.

“Cuando me revelé, se molestó. Me alejé. De ahí me llamó el tío ‘Tomate’ Barraza, por cinco fechas me ofreció 4 mil soles”, agregó.

‘Mayimbú’ no supo ahorrar su dinero

Finalmente, el comediante aceptó que no supo administrar su dinero en sus “tiempos dorados”: No supe ahorrar. Pero como dicen, no es tarde para reiniciar. El día que la gente me vea tirado en el piso, robando, ahí que critiquen”.

“Pero gracias a Dios me sigo manteniendo vigente. La gente me ve en TikTok y se vuelve viral”, concluyó.

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La dura historia de ‘Mayimbú’: Dormía bajo los puentes, inhalaba terokal para no tener frío y llegó a ganar 8 mil soles

EL INFIERNO.’ vivió la mayor parte de su vida en la calle. Desde los cinco años, para ser precisos. Cantó en los carros y vendió caramelos y turrones. Juntó sobras de comida para poder almorzar. Alguna vez robó gorras, hasta que los policías lo atraparon y lo molieron a palos. Durmió bajo el puente de la Javier Prado. Inhaló terokal, y otras sustancias, para no sentir frío.

“Mi infancia ha sido un poco dura. O sea, como cualquier niño de la calle que ha pasado hambre, miseria, frío. He dormido en la calle. He sufrido maltrato de la gente, del público, de la sociedad”, expresó para el diario Trome.

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