La primera actriz Haydeé Cáceres tiene 55 años en los escenarios. Dejó la carrera de Servicio Social para dedicarse a la actuación y afirma que no piensa en el retiro porque tiene mucho más para dar. Actualmente la vemos en la novela ‘Nina de azúcar’ como Emma.

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Señora Haydeé, ¿cuánto años tiene de carrera artística?

Uy, creo que voy a cumplir 55 años de trayectoria artística. Me parece mentira, es que los años pasan rápido.

De niña siempre quiso ser actriz o tenía otra vocación...

Cuando estaba muy niña, tenía 4 o 5 años, quería ser enfermera. Me gustaba porque había una botica junto a mi casa y el dueño era amigo de la familia, entonces él me regalaba las cajitas de remedios, vitaminas y yo feliz. Pero ya pasan los años y me daba miedo la sangre ja, ja, ja... ya nada de enfermera, hospitales ni clínicas.

Y empezaron sus primeros coqueteos con la actuación.

En la primaria entro a las actuaciones y mi papá me redactaba los discursos para todas la festividades: de la madre, 28 de julio, primavera. Y ya en primaria me gustaba adaptar. Les decía a mis amiguitas ‘¿quieren actuar? y formaba un grupito de teatro

Ahí empezó todo...

Los más gracioso es que escogíamos la obra, la adaptábamos pero yo tenía el personaje principal ja, ja, ja.

En su familia es la primera que se inclinó por la actuación.

Mi hermana mayor hizo teatro. Mira yo ingresé a San Marcos a estudiar Servicio Social, pero me incliné por el teatro. Entonces fue mi decisión porque si me gustaba algo tenía que hacerlo, pero antes no había tanto apoyo.

En esa época debe haber sido difícil...

Claro porque me decían que del teatro no voy a sacar nada. Pero yo soy terca y le decía a mi padre : “Yo voy a ser de mi arte, una profesión”, y tengo eso bien grabado. Cada día amo más mi profesión porque me ha dado todo.

Y lo cumplió.

Sí, es la decisión de cada uno y el amor que le pones a lo que te gusta. Pero por intermedio del teatro también he hecho mucho servicio social. Por ejemplo, la Casa de la Cultura nos contrataba para llevar arte y a mí me tocó La Balanza, en Comas. Hice mi grupito de teatro con chicos que tenía muchos problemas, pero lo saqué adelante. El teatro puede transformar vidas y cambiar mentalidades

Entonces, tuvo el apoyo de su familia.

Al inicio no, dejé la carrera de Servicio Social porque no podía hacer dos cosas al mismo tiempo y me decidí por el teatro. Cuando vieron mi progreso, cuando vieron que ya estaba destacando, ya estaban felices.

A través del teatro conoció el amor.

Por supuesto, Humbertito (Cavero). Nos conocimos en la Escuela (de teatro), fuimos amigos primero, después enamorados, luego novios y nos casamos. Tenemos cuatro hijas que también están dedicadas al arte y mis nietos, así que estoy feliz. Sé que se me fue, pero él me está ayudando, protegiendo, cuidando.

¿Ha pensado en el retiro?

No, por supuesto no. Esa palabra no me gusta. Todavía tengo ganas, todavía tengo muchas cosas para dar, muchos personajes para hacer. Me dio el Covid, he pasado muchas cosas y creo que todavía no me quieren ni arriba ni de abajo ja, ja, ja. Así que estoy feliz haciendo lo que quiero, transmitiendo mis conocimientos a mis alumnos.

Usted ha hecho cine, teatro, televisión hasta circo, ¿qué le falta?

También he hecho doblaje, radio, de todo. Me da risa porque mis amigos me dicen que barbaridad qué energía que tienes. Así soy yo, ojalá que nunca pierda esta energía y sobre todo la memoria.

Y ahora la vemos en ‘Nina de azúcar’ con un personaje my divertido.

Sí, mi personaje se llama Emma y es la abuela de Nina. Ella es la matriarca de la familia y la que empezó con el emprendimiento de la pastelería. Además es una abuela tecnológica porque maneja muy bien las redes sociales. Es un personaje lindo y divertido.

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