Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
Un crucifijo cuelga de su cuello y parece moverse al ritmo de cada paso que da su dueño. Es un músico con reconocimiento internacional, con premios que pocos compatriotas han obtenido. Se sienta frente a nosotros y más allá de los ‘Latin Grammy’ ganados en el 2019 (mejor álbum de salsa y mejor productor musical) y todo el éxito logrado, Tony Succar sonríe de buena gana. Cuando era casi un bebé subió a un avión de la mano de su mamá, quizá no sabía a dónde iba, pero hoy está seguro de que su ADN es peruano.
¿A qué edad te fuiste a vivir a Estados Unidos?
A los dos años.
Pero hablas muy bien el español...
Gracias a mi familia. A mi mamá nunca le gustó el inglés y en casa somos full nuestro idioma.
¿Qué más influyó?
En Miami encontré muchos peruanos y jugábamos fútbol.
¿Otras costumbres peruanas que conservaron?
En casa se preparaba el cau-cau, sopa criolla, lomo saltado y pollo a la brasa.
¿Bueno con el balón?
Quería ser futbolista profesional.
¿Ubicación en el campo?
Jugaba de ’10′. Me gusta mucho el toque, la calidad.
¿Cómo quién?
‘Chorri’ Palacios, ‘Ñol’ Solano...
¿Algún título?
En el colegio salimos campeones estatales y nacionales.
¿Apuntaste a la MLS?
Sí, pero era una industria pequeña, cerrada, preferían técnicos que no gustaban del estilo sudamericano, sino europeos que buscaban el físico y yo era muy delgado y me frustré.
¿Y qué siguió?
En la universidad decidí convertirme en músico.
Conoces grandes de la salsa, ¿también del balompié?
Una noche estaba tocando en Miami y el mánager me avisa: ‘Tony, Ronaldinho está aquí’.
¿En serio?
Estaba frente a mí y me dijo que por favor siga y no me detenga.
¿Hablaron después?
Se acercó y me comentó: ‘Brother, me encanta tu música, he escuchado lo que has hecho con los temas de Michael Jackson’.
¿Es tu hincha?
Eso me dijo, lo invité a tocar percusión y me dio su ‘wasap’.
¿Sigue esa amistad?
Cada vez que llega a Miami me escribe para preguntarme dónde me voy a presentar y va a verme.
¿En qué se parecen?
Él sonríe con el balón, yo con el timbal. Tratamos de hacer ver que es fácil lo que hacemos.
‘Dinho’ se inspira en un segundo, ¿y tú?
Estás en el baño y te puede venir una melodía. O echado de madrugada, en la cama, y me viene un arreglo. Lo apunto y después me levanto para desarrollarlo.
¿Recomendación?
Hay que tener siempre el teléfono listo para grabar cuando una melodía te llega a la mente.
Haces bailar, ¿la conoces en la pista?
No sé si bien o mal, pero nunca pierdo el ritmo.
¿Un artista que nos hace bailar y con poco movimiento?
Juan Luis Guerra, es alto, duro.
Volvamos al balón, el pelotero es callejero y ‘mechador’...
En Estados Unidos fui a escuelas públicas, nunca a privadas. En Miami hay zonas bravas y con mis primos andábamos en un círculo de peleas. Te daban 20 dólares para que te pelees con otro.
¿De verdad?
Mi compañero de escuela es Jorge Masvidal, un campeón de UFC.
¿Y cómo te iba en el ‘ranking’?
Malísimo, muy delgado, ¿sabes lo que es más divertido...?
Dime...
Al principio me respetaban, como me veían con ojos chinos pensaban que era un ‘Karate Kid’.
Crear, componer música, tocar instrumentos, eso trae admiración del sexo femenino...
Siempre fui tímido.
¿Pero te buscaban?
Nunca he andado buscando chicas, además antes de casarme con mi esposa estuvimos 10 años de novios.
¿Se presentaron oportunidades?
Nunca las tomé.
¿Jergas peruanas que más usas?
‘Ya pues causa’ y me miran extrañados.
¿Otra?
‘Hazme la taba’ y no comprenden de qué hablo.
¿Hincha de algún equipo peruano?
Mis primos son del Rímac y me hicieron seguidor del club (Cristal).
¿Una confesión?
Pienso en inglés y voy traduciendo para responder en español.
¿Eres feliz en ‘Yo soy’?
Es una experiencia espectacular, nueva, motivante y la disfruto mucho. Siento que aportamos en la carrera de los participantes.
En Perú te gusta ‘You Salsa’...
Muy buena orquesta, trabajan de manera profesional y produjimos el tema ‘¿Y ahora qué hacemos?’.
¿Un mensaje a todos?
Hay que tener humildad y apoyar al prójimo. El legado siempre debe ser un buen recuerdo.
Gracias por tu humildad...
La pasamos bien, fue una buena conversación. Un abrazo a los lectores y cuídense mucho.
Posó sin apuros, siempre con una sonrisa. No sé si habrá leído al poeta indio-bengalí Rabindranath Tagore que dejó una frase: “Cuánto más grandes somos en humildad, tanto más cerca estamos de la grandeza”. A mí me da la sensación de que Tony también piensa igual...