Cada mañana aparece y arma un verdadero lío en el set de ‘Arriba mi gente’. Ninguna frase la dirá en voz baja, ni con tono calmado. Elogiará con grandilocuencia, criticará con la máxima ironía y dejará siempre al libre albedrío lo que opinen de él y sus gustos. Santi Lesmes es un español que ingresa todos los días a la casa de los peruanos y allí genera carcajadas, cuestionamientos y apoyo. Esta es la vida de un ser humano que comenta la de otros, pero pocas veces mostró la suya.
Santi, ¿quién eres?
Alguien que le gusta llevarse bien con todo el mundo. También soy un agradecido.
¿Solterón?
Tengo dos hijos mayores y en Perú conocí a Alejandra, con quien tuve otro.
Hay dudas sobre tu orientación...
Cuando empecé todos preguntaban sobre mi sexualidad.
Es tiempo de decirla.
Heterosexual.
Pero muchos no estaban seguros, incluyéndome.
Es que me ven extrovertido, europeo y los de mi continente no se hacen tantas interrogantes.
Pero reconoces que ‘jugaste’ un poco con ello.
Por mi manera de hablar tan histriónica reforzaba esa teoría.
También tu estilo al vestir.
Era una moda arriesgada. Compraba tela en el centro comercial ‘Gamarra’ y yo mismo me la diseñaba.
¿Tu actual esposa te hizo esa pregunta?
No, porque salía conmigo y sabía quién era.
O sea...
Nunca pensó que fuera ‘tacneño’... por lo de timón cambiado.
¿Mujeriego?
No. Soy de relaciones largas.
¿Aventuras?
He tenido parejas estables.
¿Un tipo preparado?
He escuchado que hay algunos que dicen que me contratan cuando hay gente peruana para estar en ese puesto.
¿Te preocupa?
Y también me da pena.
Presenta tu currículum.
Primero, ni tengo padrinos, ni soy amigo del primo de un productor.
Ahora sí.
Estudié arte dramático en la principal escuela de Madrid, también dirección y teatro musical en Salamanca y ocupé el primer puesto.
Conclusión...
Si fuese un improvisado, no estaría 8 años seguidos en la televisión.
Estuviste de jurado en ‘El gran show’ y fuiste muy cruel con algunos.
Sí. Una vez le dije a Mario Hart: tú sabes de canto lo que yo de pilotear un carro, o sea, nada. Y se molestó mi buen amigo.
También es famoso tu juicio con Jonathan Maicelo.
Una vez lo critiqué cuando peleó en Nueva York y lo noquearon en el segundo asalto. El periodista Phillip Butters denunció que existió mucha desconcentración de su parte y al día siguiente hicimos un enlace con él.
¿En vivo?
Sí, le pregunté del tema y nos dijo que éramos basura y cortó. Le aconsejé que debía aprender a perder.
¿Cómo siguió la historia?
Fui a hacer un reportaje a Gamarra y por la espalda siento un empujón y que tratan de golpear mi cara contra la mesa.
¿Lo denunciaste?
Sí. El juicio duró del 2017 al año pasado. Lo condenaron por agresión, pese a que apeló dos veces.
¿Cuál fue la sentencia?
Trabajo comunitario y pagarme un monto económico que hasta ahora no cumple.
¿Juegas fútbol?
Soy delantero, algo así como Cristiano Ronaldo, ja, ja.
¿Hincha de…?
Real Madrid.
¿Odias a Barcelona?
La verdad, no me gusta mirar para abajo.
¿Buen delantero?
Le hablo a los defensas.
¿Cómo los ‘trabajas’?
Mañana tengo programa temprano y si ustedes me golpean saldré con una mala imagen ante el público.
¿Tienes un equipo o solo ‘pichangueas’?
Soy fundador y directivo del ‘CEP FC’ y hay partidos ante otros clubes.
Te movilizas en moto...
Muchos de la televisión se trasladan en Mercedes y yo en una ‘Milano’.
¿Por qué?
Es económico y con este tráfico manejo asustado, pero contento.
En síntesis...
Voy despacio porque ando apurado.
¿Eres feliz?
Soy un afortunado.
¿Las promociones de colegios te buscan?
Todos los años mínimo acepto una. Ayudo al programa de cárceles productivas del Callao, donde fabrican la ropa que uso en el programa.
Ojo, estás bien ‘chalequeado’.
Ya saben, al Santi se le respeta.
¡Que no se confundan contigo!
Efectivamente.
¿Te agrada la música?
Escucho de todo.
¿Bailas bien?
Soy durito de hombros.
En la salsa, ¿tú o Fernando Díaz?
Él cocina bien y Karina Borrero es buena gente.
Gracias.
Me da gusto que la gente sepa realmente quién soy.
El hombre abrió su corazón, dejó que se haga una inspección ocular a su interior y no se incomodó. Encontramos lo que es su esencia. Bien lo dijo el genial Alejandro Dumas: “Hay dos miradas: La mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre”.