La actriz Katia Condos y su esposo, el periodista Federico Salazar, superaron una prueba más en su relación. Ambos tuvieron coronavirus. ‘Fede’, incluso, fue internado en un hospital por su estado cada vez más crítico, pero gracias a Dios la pareja logró sanar y recuperarse.
Katia, ¿en esos momentos cuáles eran tus mayores temores?
Que nos complicáramos tanto Federico como yo. Fue inevitable pensar qué pasaría con nuestros hijos. Hay muchas familias que están en esa situación, es devastador.
Federico fue internado, ¿Cómo fueron esas semanas?
Con mucha angustia, mucho miedo. Trataba de estar en presente y ser optimista, pero a veces el miedo ganaba.
Se dice que la pandemia nos enseña a ser mejores personas. ¿Crees que eso ha ocurrido?
Si vemos a nuestro alrededor pareciera que estamos peor. Estamos divididos, enfocándonos en nuestras diferencias en lugar de ver lo que nos une. Espero que cuando la pandemia sea solo un mal recuerdo tengamos la distancia para ver qué enseñanza nos dejó.
¿Personalmente qué aprendizaje te deja?
A mí me da lecciones de soltar el control todo el tiempo. Soltar, aceptar, agradecer.
¿En lo profesional de qué manera te ha afectado?
Tremendamente. Estoy trabajando mucho menos que antes, no hay teatro, no hay cine, menos actividades de mi rubro en general. Pero debo agradecer que tengo un trabajo que se mantiene.
Acabas de publicar el libro autobiográfico ‘El camino hacia mí’. ¿Sientes que te ha liberado?
No lo veo como una liberación. Me siento libre hace años, escribir el libro ha sido una manera de devolver, de agradecer, de llevar el mensaje de que la vida puede ser hermosa a pesar de sus dificultades.
¿Cuál es el siguiente reto?
Seguir generando proyectos propios.
¿Te arrepientes de algo en la vida?
De no haber viajado más.
¿De qué te sientes orgullosa?
De la familia que hemos construido Federico y yo.
¿Qué te gusta de Katia en esta etapa?
La experiencia enseña que todo pasa; por lo tanto, ya no me desespero cuando aparece alguna dificultad. Trato de preguntarme más ‘¿para qué?’ en lugar de ‘¿por qué?’.
¿Con qué personaje vivo o muerto te gustaría tomarte un café?
Preferiría un vino y con Miguel Bosé, siempre.