Por: Carla Chévez
Este domingo será un ‘Día de la madre’ distinto debido al distanciamiento social que vivimos, pero lo que ningún virus o pandemia podrá vencer es el amor de mamá. Esa conexión tan especial, Karen Schwarz la experimentó cuando tuvo en sus brazos a Antonia y la repotenciará cuando nazca Cayetana.
Este ha sido un embarazo distinto por las circunstancias que vivimos.
Sí, ha sido una suma de cosas porque desde la semana 30 mi hijita ya daba señales de querer nacer, pero por esta pandemia estoy con un tratamiento fuerte de pastillas para aguantarla lo más que pueda. Las pastillas que tomo son tan fuertes que una me da taquicardia, la otra insomnio y la última bochornos, estoy loca.
Te debe haber pasado más de una anécdota en esta cuarentena.
Para empezar debo agradecer a las redes sociales porque a través de estas muchas mamitas me han escrito, hemos compartido nuestros miedos y preocupaciones, pues muchas hemos dejado los controles de la gestación debido a la emergencia generada por el coronavirus.
Tal vez tengas a tu bebé en tus brazos hoy que es el ‘Día de la madre’...
Bueno, el doctor me ha dicho que hay que ver que esté en su peso y, si ella decide nacer, lo hará y aquí estaremos para recibirla llenos de amor.
¿Ezio grabará el parto?
No creo, la última vez que estuve en la clínica y me quedé, ya no le permitieron acompañarme por seguridad y prevención. Así que estoy asimilando que estaré sola en el trabajo de parto y que él me recogerá para venir a casa donde me van a esperar mi mamá, suegra y Antonia.
Todo ha cambiado...
Sí, y hay que asimilarlo porque aún no hay una vacuna para este virus y hay que cuidarse. Mira que no me preocupa que mi hijita no tenga su cuna o cuarto armado, eso pasa a segundo plano, solo deseo que esté sana. La vamos a recibir con la ropita que tenía guardada de Antonia y en el cuarto dormiremos todos juntos.
¿Este embarazo ha sido distinto al de Antonia?
Sí, definitivamente he comprobado la versión de que ningún embarazo es igual al otro. Con Antonia fui a la clínica y todo resultó sencillo, pero Cayetana está dando señas de querer nacer ya.
¿Quién eligió el nombre?
Cuando iba a nacer Antonia quedamos que si era hombrecito el nombre lo elegía yo y si era mujercita Ezio. Esta vez nos pusimos de acuerdo y le dije que me gustaba Cayetana porque sonaba con carácter como el de Antonia. A Ezio le gustó y nos quedamos con este nombre.
¿Tuviste muchos antojos?
No tengo tanto apetito, pero a cada rato llamo al doctor para consultarle algunas cosas, creo que también es por el estrés que genera esta pandemia.
¿Y Antonia cómo le dice a su hermanita?
Le dice: ‘Cayetanita te estoy esperando’. Igual le hemos explicado que debe esperar un poquito para ver a su hermanita, que lo mejor es que esté todavía en mi barriguita para cuidarla del coronavirus. Besa mi barriga y le habla, deseo vivir la misma relación que tengo con Antonia, quien es súper madura y despierta con Cayetana.
¿Cómo ha sido convivir este aislamiento con tu mamá, suegra, Ezio, Antonia y tu embarazo?
Por el día 35 del aislamiento todos estuvimos tensos, angustiados, estresados, pero luego de eso, todo bien, pues entendimos que aunque estemos juntos hay que respetar nuestros espacios, silencios y estados. Al principio estuve cocinando, pero ahora lo hace mi suegra porque ya no puedo estar mucho tiempo parada por las contracciones y, bueno, tener a mi mamá en casa es una bendición, ella me apoya siempre.
¿Vas a conservar el cordón umbilical de Cayetana como lo hiciste con el de Antonia?
Sí, todos me preguntan que si huele, que si esto o aquello. Es un pedacito de cordón umbilical que ha sido procesado y tiene la forma de un corazón. Lo que pasa es que cuando nació Antonia leí mucho sobre esto de comer parte de la placenta porque ayuda en el post parto, te da abundante leche y no se me cayó el cabello.
¿Qué te gustaría decirles a las mamás que leerán esta entrevista?
Que aunque sus hijos no puedan abrazarlas o besarlas, la unión que tienen con ellos es a prueba de todo y contra todos. Dios pone pruebas, pero no hay nada más fuerte que el amor de una madre para hacer frente a cualquier problema.