Gian Piero Díaz y Renzo Schuller son amigos desde hace 15 años, son padres, están felizmente casados y aseguran que no han sacado los pies del plato porque en sus esposas encontraron a una buena mujer, amiga y madre. Cuentan que, en este tiempo que se conocen, han tenido momentos en los que tomaron distancia, pero perduró la amistad. Se acaban de embarcar en un nuevo proyecto al grabar su primera película ‘Sobredosis de amor’ y continúan, siempre con ‘perfil bajo’, conduciendo ‘Combate’.
‘Sobredosis de amor’ acaba de estrenarse... ¿Superó sus expectativas con respecto al número de espectadores?
Renzo: Sí. Estamos muy contentos por la reacción de la gente, porque sabemos que el producto es bueno y es un género que cuenta bien la historia de una comedia romántica. Todo el mundo nos dice que transmitimos complicidad y eso se ve en la película.
Gian Piero: Es bonita la respuesta (del público) y, más allá de que sea un éxito o no, queríamos que la gente se divierta.
¿Ser amigos fue un plus para grabar la película?
GP: Más que eso, es saber que estás haciendo algo que te gusta, que lo haces entre ‘patas’. No existe presión ni angustia.
¿Cuántos años de amistad?
R: Nos conocemos desde ‘Torbellino’, en el año 1997, pero nos hicimos bien amigos en el 2003. Cuando grabábamos ‘Estos chicos de ahora’, ahí empezamos con las parrilladitas.
GP: El secreto es que nos conocemos demasiado, ya sabemos de qué pie cojea, la virtud y el defecto de cada uno.
¿Cuál es el mayor defecto y virtud que rescatan de cada uno?
R: Es terco. Su virtud es que es una buena persona y tiene un gran corazón.
GP: Renzo es ‘tiki tiki’, nerviosito, pero su virtud es que es buen ‘pata’, esposo, papá y son cosas que uno llega a admirar.
Así como un matrimonio tiene sus altibajos, me imagino que su amistad también ha pasado por lo mismo...
R: Sí. Lo más ‘paja’ de la amistad es la comunicación y el humor.
GP: Sí, pero más que altibajos, son momentos donde te frecuentas más que otros.
¿Quién tiene el temperamento más fuerte?
R: Siempre trato de resolver lo más pronto posible las cosas.
GP: Él es el más explosivo.
¿Sus hijos también son amigos como ustedes?
R: Si se da, se da.
GP: Eso sucede de manera natural, pero obviamente hay una relación bonita.
¿Son hombres hogareños?
R: A mi esposa le gusta bailar y trato de compensar eso de vez en cuando, pero somos más de estar en casa con los amigos. No me gusta exponerme tanto, me siento más cómodo haciendo una parrilladita en casa.
GP: Me molesta tener que gritar para hablar, nos vacila más la música, un vinito y parrilla.
¿Han sido ‘palomillas’ en su juventud?
R: No era aplicado ni ‘chancón’, pero me daba flojera tirarme la pera.
GP: Si me tenía que tirar la pera era porque quería ir a jugar fútbol, no era ‘chancón’, pero me iba bien. No era el más inteligente, pero tampoco el más bestia.
Ahora son dos hombres ‘plantados’ y con familia, pero en su momento... ¿se les pegó la fama de ‘donjuán’?
R: No. Siempre que he tenido enamorada, he sido fiel. No me gusta mentir, me vendo como un niño, nunca estuve con una y con otra a la vez. No era lo mío, me han hecho ‘perradas’ y luego he dicho: ‘Maldita sea, cómo no fui yo primero’.
GP: He sido un poquito más coqueto, pero siempre que empezaba a salir con una chica era sincero. Estoy con mi esposa desde que tenía 24 años, así que tampoco es que haya tenido mucho tiempo para hacer tonterías. Ya son 17 años que estoy con ella.
Al ser personajes públicos podrían existir ‘las tentaciones’...
R: Te juro que no... La única tentación es mi mujer, cada vez que la veo me derrito y me ‘pongo al mango’. Eso de que ‘nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde’, a mí me ha pasado, pero a la inversa, personas con las que estuve la fregaron y cuando han regresado, les he dicho: ‘Lo siento mucho’... Por las ganas de un minuto se te va al diablo todo.
GP: ¿Para qué te casas si consideras que va a haber tentaciones? Uno tiene que casarse porque sabe que su mujer es una buena amiga, persona y madre.
¿Padres engreidores?
R: Sí. Tengo dos hijas.
GP: Sí. Un hijo y una hija.
¿Cerraron la fábrica?
R: Sí.
GP: Claro, para poder darles todo. Contemplo a mis hijos y se me sale la baba. El mejor proyecto e inversión son los hijos. Son los que te dan felicidad.
¿Cómo hacen para manejar un grupo de jóvenes en ‘Combate’?
R: Siempre tratamos de hacer las cosas con humor, porque a veces suceden cosas que uno no espera.
GP: Y no sabes con qué ‘pachotada’ van a salir, pero este grupo está más tranquilo y consciente de las cosas. Tratamos de hablar con ellos constantemente.
¿Han pensado en dejar de conducir realities?
R: Ya llevamos 7 años conduciendo y siempre tratamos de darle un cambio al programa.
GP: El público decide todo.
Son considerados por muchas personas como los mejores conductores de la televisión nacional...
GP: No considero que sea así, más importante que te reconozcan como buen conductor, es que la gente te quiera. Nos mostramos tal cual somos en televisión y la gente identifica eso. En televisión, si no sabes manejar algo, te puedes convertir en un monstruo televisivo.
R: Uno se da cuenta de cómo es una persona cuando le va bien, no cuando le va mal, porque cuando le va bien se puede elevar.
Imagino que se habrán topado con alguien del medio que estuvo en su mejor momento y estaba por las nubes...
R: Sí. Los egos son alucinantes. Siempre hemos sido de perfil bajo, nunca nos hemos sentido más que nadie. Trabajar en televisión no te hace más ni menos que nadie.
GP: El hecho de que la gente te aplauda no tiene por qué transformarte.