Jorge Luis Larrabure Iglesias, conocido en el mundo de la magia y el ilusionismo como El Mago George, celebra 25 años desarrollando un oficio que jamás imaginó lo llevaría a conocer a David Copperfield y a la dupla Penn and Teller, grandes nombres en la especialidad y que no hace más que reafirmar que está en las ligas mayores.
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“Siempre digo, mi carrera ha sido una lucha constante, es un monumento a la perseverancia y a la pasión por un sueño, no fue fácil ser mago en el Perú hace 25 años, y aunque hay muchos avances, lo sigue siendo”, dice el también comunicador que presenta el espectáculo “25+2″ con el que celebra su aniversario y que se presenta en el Teatro del Centro Cultural de Universidad de Lima.
¿El año que empezaste en la magia todo estaba en pañales aquí?
Había cerca de 15 magos que trabajaban en fiestas infantiles y que andaban en todo el país, eran de oficio, buenos, pero se desarrollaban solo de manera local.
¿Y qué tuvo que suceder para que este escenario cambiara?
Sobre todo tener la posibilidad de expandir horizontes, viajar, interrelacionarse con otros profesionales en el extranjero, ver qué cosa pasa afuera, eso fue un poco de lo que cambió en los últimos años. Lo más importante fue que muchos jóvenes podían decir con seguridad que podían dedicarse a la magia para siempre.
¿Cuándo le dijiste a tus padres que querías ser mago qué te dijeron? Mis papás son médicos, me dieron mucho apoyo, sobre todo moral, que era el más importante, pero claro, mi papá me dijo que debía también estudiar otra carrera y fue así que estudié Ciencias de la Comunicación, Marketing y Publicidad, y todo eso me ha servido muchísimo en mi vida. Igual, siempre hay un pequeño temor en la familia de lo que podría ser tu futuro.
LA EXPERIENCIA
¿Y qué importante fue que empezarás a viajar, ver espectáculos y relacionarte con magos famosos?
Muy importante, yo empiezo a viajar a los 18 años, después a los 21, con una pequeña estadía en Nueva York de unos meses en los que conocí a grandes maestros. Todo esto me sirvió mucho, porque me abrió horizontes como en todo en la vida, en todos los oficios, aprendí mucho de la escuela española, americana y la argentina.
¿Tu carrera te ha llevado a que seas creador de tus propias rutinas de magia? Es un plus importante, los magos en líneas generales somos intérpretes, como los cantantes, que interpretan temas cantados por otros y no hay nada de malo. Hace 14 años tuve un accidente creativo que me hizo darme cuenta que podía crear, y a partir de eso comencé a hacerlo y es creación mía casi todo lo que está en mis espectáculos, tengo esa suerte de poder ser un mago, digamos, cantautor.
¿Un mago, a pesar de su oficio y de los años puede fallar con una rutina? Eso depende mucho del acto en si, en realidad, un mago altamente entrenado lo que tiene que hacer es prepararse para nunca fallar, para eso practicas muchas horas. Hay mucho tiempo de trabajo detrás para poder llegar con los actos bien pulidos y perfectos.
¿Tú has fallado alguna vez con un truco en un espectáculo?
Es una anécdota muy divertida y graciosa, tengo un vídeo de eso y lo voy a incluir en el espectáculo que presento, voy a hacerle un tributo a ese supuesto error, haciendo algo más imposible.
¿Hasta el mago más famoso puede fallar?
Todos, porque somos humanos, no somos infalibles, la idea es eventualmente no fallar y hacer las cosas bien,