Fátima Aguilar es una persona muy sencilla de gran carisma, respetuosa y muy dedicada a su trabajo, en donde a diario da a conocer las noticias a través del noticiero “90 noticias” y los domingos en “Reporte Semanal”. Ella tiene 29 años, nació en la ciudad de Trujillo y pese a que estudió Derecho pudo más su pasión por las comunicaciones.
Trome se comunicó con Fátima Aguilar para que nos cuente su historia de éxito y pasajes pocos conocidos de su vida.
¿Cómo tomas el reto de conducir en Latina TV?
Como lo he mencionado cada vez que he podido, en principio con mucha responsabilidad, precisamente estar en un noticiero y dominical lleva la necesidad de saber transmitir las cosas y de poder ser prudente al momento de dar una opinión. La gente necesita estar muy informada y más en estos tiempos dé tantos fake news (noticias falsas) hay la necesidad de ser muy cuidadosos y coherente con lo que se está diciendo.
Tú eres abogada, ¿pero cómo nace el interés de ejercer las comunicaciones?
Lo que pasa es que siempre hubo ese interés. Desde que estaba en el colegio que incluso tuve la oportunidad de participar en un concurso de locución. Lo recordé hace poco tiempo y también tuve ese interés. Siempre veía el noticiero al mediodía e inclinación por saber lo que está pasando. Cuando yo estaba en la universidad si bien soy abogada, mientras llevaba mis estudios universitarios, a mitad de carrera se abrió la oportunidad luego de algún casting que estaban haciendo y fui para ver cómo me iba. Luego de pasar las pruebas ya estaba involucrada de trabajar con el área de noticias de Sol TV.
¿Y esa experiencia de Sol TV en qué consistía?
Ahí trabajaba de lunes a viernes, ya que conducía el noticiero del mediodía. Al igual que tuve la experiencia de América en Trujillo. Fue en setiembre del año 2012, la primera vez que conduje ahí. Pero siempre hubo ese interés y traté de no dejar de lado la responsabilidad de la carrera que estaba estudiando y por eso terminé todo, hice mis prácticas y saqué mi título. Sin embargo, las comunicaciones siempre me llamó la atención y hubo el deseo de trabajar en medios para transmitir y comunicar.
¿Y la experiencia en América TV?
Eran notas más variadas, un poco más de color, haciendo entrevistas a otros personajes y algunas notas más variadas de festivales allá en Trujillo. Después, yo vine a Lima para realizar unas prácticas de mi carrera y me alejé un tiempo y luego regresé para engancharme en unos canales digitales que duraron poco tiempo. Sin embargo, estaba ahí buscando una oportunidad hasta que se dio lo de Exitosa. Ahí pasé un casting y tuve una entrevista de trabajo.
¿Y cómo fue tu experiencia en Exitosa?
Primero, yo estaba conduciendo sola un programa de dos horas en un formato de entrevistas y con la pandemia dejo de hacer Exitosa TV y también hago Exitosa Radio, ya que se unieron ambos a raíz del coronavirus. Ahí fue un reto gigante porque radio tiene un ritmo muy acelerado, mucho contacto, en dónde se abren las líneas telefónicas. En cada trabajó yo aprendí mucho, por eso, siempre estaré agradecida. Lo que rescato en radio es la rapidez con la que tienes que estar trabajando.
Uno te ve en la TV y ¿siempre tienes preguntas muy puntuales?
Me gusta la posibilidad que tengo de comunicar y hacer las preguntas que la gente quiere hacer y a veces no pueden. Ese papel me agrada porque a veces yo como espectadora lo he vivido y he dicho: “Pero pregúntale tal cosa”. Tener la posibilidad de hacerlo me agrada. El respeto siempre debe haber. Creo que se puede ser incisivo y hacer repreguntas y hasta ser incómodo si tienes que insistir con un mismo tema, pero siempre con altura y respeto. Además, que cuando se trata de autoridades poniendo por delante la necesidad de que su respuesta es importante para la ciudadanía porque hay gente que tiene derecho a recibir explicaciones. Además, lo que me parece importante es escuchar a tu entrevistado.
¿Ejerciste tu profesión de abogada?
Muy poco la verdad. Yo hice mis prácticas, no llegué a litigar. Como te digo saqué todos mis documentos, pero estaba más inclinada a las Comunicaciones, a pesar de que estuve en una buena posición dentro de mi profesión, pero tenía otro interés en realidad. (risas). Entonces, quise terminar mi tarea bien hecha. Asumir esta responsabilidad que había tomado cuando inicié mis estudios, como se dice cumplir con los padres y de ahí vamos a ver si puedo continuar con mi pasión.
¿Cómo describes esa pasión por periodismo?
Como te comentaba yo creo que todo inicia desde casa, en las comidas, la coyuntura era tema de conversación y a pesar de que éramos pequeños conversaban cosas que pasaban en la ciudad o en el país. Mis padres siempre han sido personas que se involucran con lo que pasa, pero descubrí que tenía facilidad de palabra. Entonces, antes de iniciar mi carrera de derecho, yo tuve ese interés de estudiar Comunicaciones, pero lo conversé con mi papá y él me dijo: “No, tú tienes que estudiar derecho. Yo creo que ese es tu camino”. Yo recién tuve la oportunidad a mitad de carrera y en algún momento quise trabajar en Fiscalía, me llamaba mucho la atención los cursos a derecho penal y al final lo que me gustaba de pequeña fue lo que me ganó.
¿Conducir o ser reportera?
De hecho cuando te conté la experiencia de América TV, yo lo que hacía era reportear, no era para América Lima sino para América Trujillo. Ahí conduje un par de veces porque mi trabajo principal era ser reportera. Era cubrir eventos empresariales o de cubrir notas de color. Ahí fue full reportear. Lo hice, me parecía entretenido en realidad y ahí buscas tú como armar la nota. Pero de ahí todo lo que he hecho vinculado a medios ha sido conducir. No descarto que si tengo que tener que hacer una nota en calle lo haga. Lo que hago me agrada, pero no me limito a cualquier posibilidad.
¿Cuál fue el último libro que leíste?
Me ha causado mucha gracia porque mientras esperaba para la entrevista y un poco para regresar a la historia de todo lo que estamos pasando, me puse a leer la página La época de los 90 del libro “La historia de la corrupción” de Alfonso W. Quiroz y creo que es un libro obligatorio para todos. Pero mi libro favorito es una novela de Gabriel García Márquez y es “El amor en los tiempos de cólera”.
¿Cómo fue hacer periodismo en pandemia?
A mí me tocó la pandemia con mis papás en casa y así que ellos se quedaron varados el primer mes ¿no? En principio, para ellos fue un principio chocante porque vinieron aquí y no era su casa con apenas unas prendas que trajeron para un fin de semana. Por mi parte, la radio me recogía y traía. Así nos manejamos y fue impactante ver las calles vacías, pero a medida que nos íbamos enterando de más cosas, la verdad que para mí hasta el día de hoy me quedó un trauma respecto de las cosas. El saber cuanto contaminado pueden estar los objetos. A pesar de que hay ahora investigaciones que hablan de cuanto dura el virus en la ropa, igual yo tengo mis limitaciones con eso. La conciencia de lo sucio o contaminado.
¿Hubo miedo?
Yo tenía miedo contagiarme en un bus o avión y llevarles el virus. No viajé por un año, no los vi a mis padres y fue chocante que se contagiaran. Pensé pude traerlos para navidad o cumpleaños y no lo hice. Claro que pensé que fue en vano tanta limitación que me puse, me dolió mucho y ha sido la peor desgracia de mi vida y esto fue lo peor que me ha pasado. Temíamos que a mi mamá le pasé algo grave y hecho ella fue la que cayó grave al inicio, pero mi papá, quien era el más fuerte, sano y ágil, finalmente fue quien terminó con gravedad aguantó diez días que espero para que le dieran una cama UCI. A él lo devolvieron dos veces a su casa diciendo que podría estar en casa y en otra oportunidad le dijeron que ya había superado la enfermedad. Es de esa manera que mi papá falleció, a pesar de lo mucho que resistió, las cosas se dieron así. Al final le dieron una cama para decir que lo hicieron y solo pasaron unas horas y falleció.
¿Y así con esa noticia fuiste a trabajar?
Lo más chocante fue después de algunos días regresar y hablar de eso, que era parte de lo que yo he vivido y obviamente guardar la entereza que corresponde. A veces la procesión se lleva por dentro. Ahora, estoy dentro de la lista de las personas que han sufrido por esto y a pesar que no hay ganas, tenemos que demostrar que podemos hacer las cosas bien y podemos salir adelante.
¿Qué haces en tus ratos libres?
En mis ratos libres tengo que cocinar. No es algo que me guste mucho, pero cuando lo hago lo disfruto. Es muy curioso. Sin embargo, tengo que hacerlo por necesidad y he descubierto que me sale bien la comida. (risas) Cuando era más jovencita quería hacer natación y estoy con la expectativa de regresar a practicar la natación. Los fines de que he tenido libre he vuelto a practicar manejo. Yo saqué mi brevete pero lo dejé de hacer hace algunos años y cuando he podido, me he puesto a practicar otra vez porque necesito ser independiente y eso estoy tratando de hacer.
¿Cuál es tu mayor virtud?
No sé si es virtud, pero pienso mucho antes de hacer las cosas. Puede sonar indeciso, pero trato mucho de reflexionar lo que voy a hacer y decidir. Trato de no ser muy impulsiva porque creo que es mejor pensar bien las cosas antes de actuar.
¿Un defecto?
A veces dudo mucho al momento de tomar una decisión. Eso puede ser para bien o para mal. De repente a veces uno quisiera hacerlo más rápido y no dudarlo tanto.
¿Qué tipo de música escuchas?
Cuando me pongo a limpiar me pongo a oír música más romántica tipo radio “La Inolvidable”. Me gusta Camilo Sesto, Nino Bravo, Pimpinela, Shakira de los 90′ o Alejandro Sanz. En una fiesta bailo salsa o concierto de rock peruana.
¿Qué les aconsejarías a los estudiantes de periodismo que anhelan entrar a un medio de comunicación?
Yo empecé hace varios años en Trujillo, es un largo camino todavía, que ha requerido de mucho esfuerzo y a veces dio ganas de tirar la toalla. A veces pensé dedicarme a otra cosa cuando estuve siendo trabajos vinculados a lo que yo había estudiado. Sé que suena curiosa y lo fundamental es seguir buscando tu meta. Eso es clave. Uno tiene que ser agradecido siempre en la vida. Aprender de cada cosa que es difícil poder rescatar algún aprendizaje. Nunca dejar de intentarlo y hacer un plan sin perder tu perspectiva. Y si en el camino cambias de objetivo, está bien, lo importante es ser feliz buscando tu sueño. Tienes que ser agradecido y respetuoso.
¿Por qué quisiste tirar la toalla?
Yo estuve alejada un tiempo del tema de comunicaciones. Yo venía de otra ciudad y no conocía a nadie. Hay muchas personas que como yo están buscando la oportunidad de tener un trabajo. Y el camino no es fácil y siempre hay una historia detrás. Eso que está detrás tiene muchos momentos en que te puedes desanimar y te da mucha frustración y quiera hacerte renunciar a tus objetivos. Pero lo que yo digo es que si tienes una meta sigue esforzándote y siempre sé muy agradecido.