Evelyn Vela nos dio una reveladora entrevista y nos contó detalles de su polémica detención en Estados Unidos por el supuesto delito de tráfico de dólares falsos.
Ya pasó un mes desde que regresaste de Miami. ¿Más tranquila?
Siempre estuve tranquila, porque mi conciencia está limpia. Nunca llevé nada, si hubiera llevado tan solo un dólar falso, seguiría allá. No necesito estafar ni hacer algo ilícito, porque todo lo que tengo es gracias a mi abuelo.
¿Cómo fue el momento de la detención?
Fue una sorpresa, porque siempre he viajado a Miami y sé que te revisan, pero jamás esperé esto. Estuve dos meses y medio detenida en la Federal. Me dolió mucho que personas a quienes consideraba mis amigos, hayan lucrado con mi tema.
También involucraron a tu familia...
Así es. Los lujos que he podido darme han sido gracias a mi abuelo, él empezó vendiendo alfajores desde pequeño, luego fue empleado de un restaurante y ahora dirige su propio negocio, que tiene 52 años. La señora Magaly (Medina) dijo que lo mío era plata mal habida, pero mi abuelo construyó su negocio con su sudor y lágrimas.
El hecho de que te priven de tu libertad debió ser frustrante...
Soy una persona que siempre se caracterizó por ser ‘pata de perro’, pero estuve encerrada. Sentía que el mundo se me acababa.
¿Cómo fueron los primeros días?
Estuve con pastillas para dormir. Los dos primeros días pedí estar sola, no quería hallarme en el mismo lugar con todas las chicas y estuve en el cuarto de castigo, porque quería estar sola. El lugar solo tenía ducha, baño, cama y te pasaban la comida como a perro, por un hueco que había en el medio de una puerta. En dos días no comí nada, pensé que me iban a matar.
¿Y cuánto tiempo estuviste en el cuarto de castigo?
Después de dos días tuve que bajar para la presentación de mi primer juicio, me encontré con las chicas y me preguntaron dónde había estado. Les dije que en el cuarto de castigo y me dijeron que no vaya ahí, porque me iba a deprimir. Ya estaba hueso y pellejo, porque no comía nada.
¿Te trataron bien?
Sí. Me encontré con una peruana, empezó a decir a todas que era la ‘Reina del sur’ y que había estado con Cristian Castro. Luego conocí a una cubana, que sabía que tuve algo con el charanguero. Me fui ganando el cariño de todas.
Pese a la mala experiencia que te tocó vivir, conociste gente buena...
Sí. El día de mi corte (que le dan la libertad) me organizaron una fiesta de despedida.
¿Cuál era tu rutina de todos los días en la detención?
Se decía que me levantaba a las 5 de la mañana, pero lo hacía a las 11. No tomaba desayuno, almorzaba y aprendí a tejer. A las 9:30 de la noche ya tenía que ir a mi cuarto, porque nos echaban llave. No comía lo que me daban porque era horrible, solo comía chocolates y galletas, por eso engordé 5 kilos. En el lugar donde estuve, también fue recluida la verdadera ‘Reina del sur’, y las chicas me dijeron que nos parecíamos mucho, porque mostrábamos el mismo carácter y era una chica bien guapa.
¿Qué pasaba por tu mente?
En un primer momento, me di al abandono, dije: ‘A la m... todo’. Me sentí vencida, pero luego lo único que hice fue encomendarme a Dios y a mi hija (fallecida), les pedía que pase todo esto. Todos los días hablaba con mis hijos y lloraba. Lo que pasé es algo que no se lo deseo a nadie.
¿Cuál es la lección que te deja esta experiencia?
He aprendido a no confiar ni en mi sombra. Sé que Dios pone las pruebas más fuertes a sus mejores guerreros y yo soy su mejor guerrera, porque primero fue la muerte de mi hija y luego la detención.
¿Cómo te sientes ahora?
Ya estoy más calmada, más pensante. Todo esto me enseñó a valorar a la familia, la cama, la comida y todo. Por allá se pasa hambre, frío y tantas cosas. Me pueden señalar y decir lo que sea, pero menos que soy delincuente.
¿Recibes terapia psicológica?
Gracias a Dios, no la he necesitado. Soy una guerrera, pero debo reconocer que cuando llegué a Lima no tenía ganas ni de arreglarme ni de salir.
Ya no tendrás ganas de volver a Miami...
Quiero aclarar que mi caso ha sido cerrado, a mí no me deportaron y puedo regresar en cualquier momento a Miami. Quisiera viajar, pero mis hijas me dicen que no.
¿Estás soltera?
Tengo el corazón tranquilo y feliz.
¿Todavía mantienes comunicación con Cristian Castro?
Lo único que puedo decir es que es mi amigo hasta el día de hoy, nos queremos y respetamos mucho.