Entre botellas de plástico, cables, cartones, alambres de cobre y demás materiales, que almacena en su casa, el cómico ambulante Juan Salvatierra, conocido como el ‘Cholo Juan’, apuesta por trabajar en sus ratos libres como reciclador sin descuidar su carrera artística. Trome se contactó con el comediante, y lo encontramos en pleno trabajo: empujando su pequeño coche y buscando botellas de plástico, cables o cualquier elemento que pueda ser reciclado.
“No se gana mucho reciclando, pero algo saco. Madrugo para recoger botellas o fierro, uno gana más cuando obtiene cobre. En promedio, gano entre 30 y 40 soles en promedio; no es mucho. Ganaría más si tuviera un triciclo, ahí sí me recorrería todos los distritos, pero solo tengo un cochecito”, reflexiona el artista.
Y mientras ordena las botellas regadas en el piso, recuerda su niñez en su tierra, Andahuaylas. Ha pasado ya mucho tiempo. Más de cincuenta años, desde que aquel muchachito abandonó su pueblito, en Pomacancha Acobamba, para probar suerte en la capital, sin imaginar que formaría parte de ese torbellino llamado cómicos ambulantes. “Decían que éramos programas basura, y no es así. En nuestro debut, hicimos 35 puntos de rating e hicimos temblar a Recargados de Risa de América Televisión”, dice con confianza.
Cuenta que mira con nostalgia el programa ‘Los cómicos ambulantes’ de Frecuencia Latina en YouTube. Se ha dicho tanto de esos programas, que los propios cómicos tienen diferentes versiones. Hoy conoceremos la palabra del propio ‘Cholo’ Juan, quien nos contará su verdad, y también sobre su nueva faceta como tiktoker.
Señor Juan, cuéntenos acerca de esta nueva actividad del reciclaje.
Estamos en el ambiente del reciclaje, no por dinero, por si acaso. Yo lo hago más para que la juventud o la nueva generación para que aprendan a reciclar y para que este planeta esté limpio, sin contaminación. Yo lo hago más para enseñar, por ejemplo, si uno no juntase estas botellas de plástico que tengo ahora, estuvieran en el río en el mar.
¿Cuándo empezó con el tema del reciclaje?
Tengo poco tiempo en el reciclaje. Empecé más por un tema de curiosidad, porque veía que la gente arrojaba botellas de plástico, latas de cerveza, cartones donde trabajábamos en la alameda Chabuca Granda.
¿Cuál es su rutina diaria para reciclar?
Reciclo a la hora que vengo de trabajar, junto todo lo que hay en el camino; y así poco a poco voy juntando, o sea, no lo vendo diario, sino junto por una semana o dos semanas. En promedio, se puede ganar entre S/ 30 y S/ 50; no es mucho, pero sale para la comida.
¿Qué tipo de materiales recicla?
Juntamos botellas descartables y de vidrio, fierro, cartones, cobre. En la chatarrería te pagan por kilo, pero no es mucho lo que se gana. El fierro está en S /0.40 céntimos el kilo, cobre en S/ 25,00 kilo, botellas de plástico en 20 céntimos el plástico duro a S/ 1.80 kilo. Todo eso va juntando y luego se va a vender.
Solo recicla por su barrio, en San Martín de Porres
Mira, si tuviera un triciclo recorrería varios distritos y recogería más cosas, pero solo tengo mi carretita ahí y junto lo que hay en el camino, y poco a poco, voy acumulando más cosas para reciclar.
¿Trabaja reciclando a tiempo completo?
No, si yo me ocupase todos los días a reciclar haría más dinero, sino que yo tengo que hacer otras actividades. Reciclo al regresar a mi casa, y por las mañanas también. Busco cosas en los mercados, paraderos y en la calle, objetos que la gente arroja y que pueden ser reciclados.
¿Usted no piensa dedicarse de lleno al tema del reciclaje?
Quizá más adelante. Poco a poco, estoy metiéndome más a fondo en el reciclaje, eso bueno. Yo no tengo vergüenza en reciclar, si hasta en Europa lo hice. Cuando visité a mis hijos que viven allá, reciclaba algunas cosas. Aunque allá, las cosas son diferentes, para reciclar debes tener un permiso y el mismo Estado es el que recicla, hay contenedores especiales para el reciclaje.
Ahora cuéntenos sobre usted, ¿dónde nació usted?
Yo soy huancavelicano, de la tierra del mercurio. No soy del mismo Huancavelica, sino del distrito de Pomacancha Acobamba que está al fondo. Recuerdo que antes en mi pueblito, no había luz; ahora ya cuentan con servicio de energía. Son otros tiempos.
Y en su pueblo, siempre fue así: alegre, bromista y divertido
Me gustaba bromear con los vecinos, pero lo que disfrutaba más era bailar: Yo bailaba la danza de tijeras, y la gente que me veía bailando me daba mi propina en mi pueblo.
¿Siempre se le dio por el tema de la comicidad o no tuvo la oportunidad por ahí de estudiar algo?
No tuve la oportunidad de estudiar algo. Prácticamente, me críe solo. Tuve mi hijo a los 18 años y ya no hubo oportunidad de seguir estudiando algo porque no tenía apoyo de nadie.
¿Y cómo surge el tema de la comicidad?
Yo, en ese tiempo, vivía en El Agustino y de curioso se me da por ir a la Plaza San Martín.
En ese momento, ¿trabajaba en algo?
Sí, era lustrador de zapatos. Y ahí veía a los cómicos en la Plaza San Martín y en plaza Guadalupe Palacio de Palacio Justicia. En ese tiempo, había pocos cómicos: Tripita, Cachito, que está en JB, Mondonguito, Cotito. Había mucha competencia, si tú trabajabas ahí, venía alguien más fuerte y te quitaba el público. Me tuve que ir a otro lado del Jirón de la Unión o mercados para aprender más de comedia, y ya cuando aprendí a dominar al público fui a Plaza San Martín.
¿Qué tal trabajar, en ese tiempo, con los cómicos?
Al principio fue difícil. Ellos, digamos, que se ponían celosos. Pero, poco a poco, fui ganándome la confianza de ellos y me hice amigo de ellos.
Si bien usted era de los cómicos ambulantes más jóvenes, también formó parte del programa de Trampolín a la Fama
Participé con mi amigo Raúl Espinoza, el popular ‘Care’ chancho’, El primero de los cómicos que va al programa es ‘Mondonguito’, y él nos abrió las puertas a todos. Pero hacer reír al señor Augusto Ferrando era complicado, tú te presentabas y él ni te miraba, si es que algo le parecía gracioso y pedía que lo volvieras hacer. La primera vez, no quedé. En el segundo intento, con Raulito le hicimos reír, y a los dos nos invitó al programa.
¿Y cómo era con el tema de las propinas el señor Augusto Ferrando?
Siempre se portó bien con nosotros. En ese tiempo, nos daba 200 dólares y lo dividía con mi compañero, pero eso no era todos los días; era una o dos veces al mes. Gracias a él nos hicimos conocidos porque don Augusto es el que puso el nombre de ‘Cómicos ambulantes’ y los ‘Ambulantes la risa’.
Pero tiempo después tuvo la oportunidad de volver a trabajar en la televisión
Sí, a finales de 1999, los canales de televisión apostaron por los cómicos ambulantes. Hubo programas en Panamericana y Frecuencia Latina. Nosotros, salimos al aire un viernes, con el programa Cómicos ambulantes de Frecuencia Latina, y fue una alegría para nosotros porque rompimos en el rating e hicimos 35 puntos. Estábamos: ‘Tornillo’, ‘Care chancho’, ‘Caballo’, ‘Cotito’, ‘La Bibi’, ‘Pompinchu’. Movimos piso a Recargados de Risa de América Televisión, nadie sabía quiénes éramos nosotros, y al día siguiente las críticas.
¿Qué les decían a ustedes?
Nos dijeron que era un programa basura, hasta que nos sacaron. Estuvimos casi dos años, no es que hayamos estado mucho tiempo. Mucha gente decía que nosotros éramos cortina de humo, que Fujimori nos pagaba para entretener a la gente, y eso es mentira porque nosotros no hemos recibido nada. Con decir que el sueldo de Ricky Tosso de ‘Recargos de Risa’ alcanza para pagar a los 14 cómicos ambulantes del programa, y encima sobraba. Ahí pagaban bien. Estaban Manolo Rojas, Miguel Barraza, Arturo Álvarez, y ellos cobraban bien y cuando nos vieron a nosotros, o sea: éramos baratos, y hacíamos buen rating.
Se comenta que los cómicos ambulantes dilapidaron sus sueldos, ¿qué tan cierto es esto?
Nosotros hemos estado casi dos años, nada más. Yo, sí juntado mi plata y he comprado algunas cositas. Pero cada uno sabe lo que hace con su dinero, pero tampoco, o sea, yo he visto gente que ha estado años en televisión y no han tenido nada. Si yo hubiera estado siquiera diez años en televisión, hubiese tenido un negocito o algo.
¿Sus compañeros cómicos ambulantes siguen trabajando en las calles?
Claro, tienen que trabajar, no hay nada de malo en eso. Sé que la mayoría aprovechó el dinero que ganó en televisión, pero claro, también hay gente irresponsable, pero la mayoría sí ha juntado su plata. Han invertido su dinero en buenas cosas, es falso que digan que se ha derrochado el dinero; es mentira.
Señor Juan, cambiando de tema, vemos que ahora está apostando por el TikTok y se ha vuelto ahora un tiktoker muy conocido. Cuéntenos esta experiencia.
Sí, es verdad, el TikTok te hace más conocido. Por eso también es que empecé a reciclar para que la gente se conecte porque la gente quiere verte haciendo algo: me puse a recoger botellas, cables y a ordenar las cosas para reciclar. El primer día que hice una transmisión en vivo, se conectaron más de dos mil personas, y yo agradezco a todas esas personas que se conectan siempre.
¿Cuántos seguidores tiene actualmente en su cuenta de TikTok?
Creo que estoy por llegar a los cien mil seguidores.
Explíquenos cómo es el tema de los regalos virtuales, que veo que muchos tiktokers piden durante sus transmisiones en vivo
Son regalitos virtuales, como rositas, leones o gorritos. Hay muchos regalos, y cada uno tiene un valor real. Por ejemplo, si me donan una rosita eso tiene un valor de menos de un céntimo, para generar dinero me deben donar como 100 rositas que equivale a 0.20 céntimos. También hay otros regalos que cuestan más caros. Todos los días, hago transmisiones en vivo, y siempre suelen contactarse 100 personas por lo menos.
¿Cuánto llegar a obtener por esos regalos virtuales?
No mucho, puedo llegar a obtener 20 ó 30 soles. Al menos con eso me alcanza para comprarme algunas cositas, y me entretengo de esa manera.
Usted vive acá solo en su casa, digamos que sus seguidores son su compañía
Ahora sí, los seguidores son los que nos acompañan. Aunque, debo reconocer que siento un poquito de nostalgia, porque a veces uno quiere contar sus cosas a tus familiares, y te encuentras solo, pero acá me acompañan mis perritos y también mis seguidores del TikTok.
¿Le gustaría agregar algo más?
Gracias al apoyo de toda la gente y a los que me critican también. A veces, hay gente que entra a las transmisiones para criticar y eso también te afecta, pero solo queda seguir adelante. A todos mis amigos, pedirle que se suscriban a mi canal, que ya vamos a llegar a 100 mil seguidores, y no se olviden de mandar los regalitos.