
El domingo último Hollywood celebró la edición 97 de los premios Oscar en una ceremonia en la que se esperaba a varios ganadores anunciados. Sin embargo, hubo algunas sorpresas. Se suponía que el ambicioso drama ‘El brutalista’, dirigido por Brady Corbet, iba a ser el triunfador de la noche. Pero apareció ‘Anora’, con su eficaz fluidez y sencillez, para aguarle la fiesta. Porque ‘Anora’ hizo que ese triunfador fuera, en realidad, el muy hábil cineasta independiente Sean Baker, quien no solo se llevó estatuilla al mejor director, sino también al mejor guion original y a la mejor edición.
Y por si fuera poco, la juvenil Mikey Madison, por la misma película, le arrebató el trofeo a la experimentada Demi Moore, a quien todos voceaban como favorita por la irregular ‘La sustancia’. Era la primera nominación de Madison, muy intensa y convincente en el papel de una joven dedicada al lap dance en un centro nocturno, que se prostituye ocasionalmente.
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De las diez cintas nominadas únicamente había tres realmente destacables: ‘Anora’, ‘El brutalista’ y ‘Un completo desconocido’. Esta última sobre los primeros años de la carrera del genial músico y compositor Bob Dylan. La realización de Baker se alzó con cinco premios, mientras que la de Corbet recibió tres: el más importante el de mejor actor para Adrien Brody, por su ejemplar caracterización de un arquitecto húngaro que no logra adaptarse al sueño americano en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Rol complejo que Brody maneja con brillantez. Fue el segundo Oscar para Brody, quien lo había recibido anteriormente por la notable ‘El pianista’ (2002), de Roman Polanski. Los otros dos fueron para la mejor fotografía (Lol Crawley) y mejor partitura musical (Daniel Blumberg).

En las categorías de mejor actor y actriz de reparto no hubo sorpresas: Kieran Culkin, en el papel de un joven desequilibrado, por la interesante ‘Un dolor real’; y Zoe Saldaña por su rol de combativa abogada en la discutida y discutible ‘Emilia Pérez’. Sin embargo, en ambas categorías hubo mejores contendores.
En las actrices secundarias, Monica Barbaro, por su espléndida caracterización de la cantautora Joan Baez en ‘Un completo desconocido’, debió ganar. Y en los actores secundarios, Guy Pearce (el temperamental empresario de ‘El brutalista’) o Jeremy Strong (el inescrupuloso abogado Roy Cohn, mentor de Donald Trump en ‘El aprendiz’) lo merecían mucho más.