Vamos camino al sur, exactamente al Hotel ‘Wakama eco playa’, ubicado en el kilómetro 174 de la Panamericana Sur, donde está alojada Karla Tarazona con sus hijos y familiares. Nos recibe en su cabaña luciendo su torneado cuerpo en tanga, ríe, enciende un cigarrillo, lo termina y se maquilla. Empieza la charla y, aunque tiene la mochila cargada de sueños rotos, tras su separación de Christian Domínguez, la siento fuerte sin perder la ilusión de volverse a enamorar y casarse.
Te veo cambiada, con otro ánimo, una nueva Karla.
Nueva no, solo me he recuperado y vuelvo a ser la misma... ¡Yuju!
¿Ese ‘¡yuju!’ significa que estás feliz?
Significa que cuando eres mamá, tienes que estar bien por tus hijos. Además, con las cosas que me han pasado he descubierto que de amor ya no se muere, como canté recientemente.
No solo cantas, te ampayan celebrando y caminando en zigzag.
¡Ay, qué vergüenza! Primera y última vez, pido disculpas porque no me van a volver a ver así, lo que pasa es que se me pasó la mano con el festejo.
¿Qué celebrabas?
Una buena noticia.
Divorcio no porque eso fue hace tiempo y con el segundo (Christian Domínguez) solo hubo contrato de esponsales...
Chica, no solo se celebra el divorcio, te alegras porque vas a tener trabajo. Creo que todo el mundo esperaba verme en un set de televisión, sentada y llorando.
Pero no me vas a decir que uno no llora cuando hay una separación...
Mira, el que dice que no llora, miente, a menos que no haya amado o querido, pero uno sí llora y llega el momento en el que dices: Vamos a levantarnos y continuar.
‘SIEMPRE ME DIJERON QUE ME AMABAN’
Karla, las mujeres intuimos, nos damos cuenta de que algo pasa antes de ese desenlace...
Sí, pero sería entrar en detalles, solo te puedo decir que siempre me dijeron que me amaban... Hablar de eso es como retroceder y no es bueno para uno.
¿Hiciste terapia?
La verdad, no suficiente con mis hijos. Ahora estoy entrenando duro, tengo una propuesta para regresar a la TV, abrí mi negocio de maquillaje a domicilio, eso me ha permitido tener mucho contacto con muchas mujeres.
Y en esas sesiones de maquillaje, ¿algunas novias y señoras te han aconsejado?
Sí, pero no solo ahí, también en mis redes sociales me llegan mensajes de señoras que pasan por problemas amorosos, conversamos y nos damos ánimos porque a veces uno se tira al abandono.
¿Eso te pasó?
No, mira, ya vengo de un divorcio (Leonard León).
Que fue bastante sonado y mediático...
Pero no vas a comparar una cosa con la otra e igual me levanté y continué con mi vida.
Dices ‘no vas a comparar’. ¿Por qué? ¿Porque en uno hubo agresiones y en el otro, mentiras?
Todo el mundo sabe lo que pasó con el papá de mis hijos, el maltrato que sufrí, pero ya cerré ese capítulo.
Corrígeme si me equivoco, pienso que haces diferencia con el padre de tus hijos porque sientes amor o agradecimiento por Christian.
¡No! Con el tiempo aprendes muchas cosas. El agradecimiento no solo se lo tengo a él, también a su familia porque me recibieron con mis hijos y les dieron cariño, por eso me freno en muchas cosas. Ahora pienso más como mamá, ya voy a cumplir 34 años, no pienso en ‘me hiciste eso y te lo voy a devolver’.
¿Qué cosas corregirías?
Soy poco experta para ver mis errores, pero los tengo.
‘SOY CELOSA’
¿Y ser posesiva?
Todo el mundo cree que soy posesiva, celosa...
¿No eres celosa?
Sí, soy celosa, pero no al grado que me pintan. Si hubiera sido obsesiva, celosa, no me hubiera pasado todo esto. Yo solo di a luz y me dediqué a mis hijos. Siempre fui más mamá que mujer. Creo que fui demasiado confiada.
¿Fue un error amar tanto en esta segunda oportunidad?
No, amar nunca es un error.
¿Y amarlo a él?
Ya he dicho que a las personas que amé, no han sido un error. De qué vale el arrepentimiento, ya se amó, ya se disfrutó... suena fácil, ¿no?
No es fácil porque uno piensa que la vida se acaba y que tu castillo se derrumba.
Sí, a veces el error de uno es idealizar a las personas. Crees que esa persona es ¡wow! y es tan humano como nosotras.
Pero recuerdo que lo defendías a capa y espada.
No solo soy así con mi pareja, también con mis amigos. Doy todo por el todo, pero si me traicionas, ahí nomás.
¿Cuántos vinos te acabaste esa noche para cerrar este capítulo?
Van a decir que soy alcohólica... Sí, lo hice, pero también me rodeé de gente que me ayudó con sus sabios consejos a sobreponerme y me dijeron: Ok, ya levántate. Por eso es que estoy tranquila y no he llorado en TV.
Mucha gente se ha solidarizado contigo, han censurado a Christian y a la bailarina por su actitud.
Eso es algo que él tiene que responder. Sé que muchos opinan y se forman bandos, lo que me pasó le pasa a muchas mujeres, solo que mi vida es pública.
Pero el público no los respalda, pues le grita a él ‘tramposo’ y a ella, ‘destructora de hogares’.
Son cosas de ellos. A mí no me dicen eso, las señoras, las abuelitas, me dicen cosas bonitas...
El amor no se desgasta tan rápido. ¿Cuántos años tuvieron juntos?
Es cierto, pero acciones matan pasiones. Todo tiene un límite y no voy a ser la mártir de las mujeres, prefiero tomar mi espacio y tiempo. Tuvimos 3 años y dos meses.
¿No le darías una oportunidad?
No, ya no.
¿Sacaste el mal de raíz?
Está comprobado que yo aguanto, aguanto, pero cuando me traicionas, te borro... ya lo desterré de mi vida como pasó con el padre de mis hijos.
Ahora dicen que saliste con el ‘Conejo’ Rebosio y ‘Puchungo’.
Dicen que arraso con todo el mundo. No me desespera encontrar pareja ni salir con alguien. Ahora solo quiero tener paz y tranquilidad, no es el momento adecuado para tener pareja.
Una vez me dijiste que ibas a ir con tu ‘Baygon para espantar a las polillas’. Si te enamoras de nuevo, ¿qué vas a llevar para que funcione con el próximo?
(Suelta una carcajada) Nada, ya aprendí a vivir sin preocupaciones. Lo que tenga que darse, se dará. Con Baygon o sin este, el que quiere cag…, la cag… a tu lado, en la esquina, a dos cuadras, donde sea, ya no enfermo mi cabeza.
¿Todavía crees en el amor? ¿Te volverías casar? Mira que ya tuviste una boda real y dos simbólicas.
(Ríe) Sí, todavía creo en el amor y me volvería a casar, terca soy.
En abril del año pasado se dio lo de Vania (ella dijo que Christian le había pedido volver). ¿Piensas conversar con ella, disculparse entre ustedes, hablar de mujer a mujer?
No, ni con ella ni con nadie. Tenía un mes de dar a luz y nadie pensó en mí ni en mi hijo. Me pudo dar un postparto. No defiendo a nadie. Si lo hizo (Christian), está bien que lo saquen y lo hagan piñata, lo hundan, pero al menos hubieras esperado un poquito a que me recuperara de la cesárea.
Si sacamos cuentas, en abril pasó esto, en mayo le das una oportunidad. Comienza ‘El gran show’ en esa fecha y en julio, supuestamente, empiezan su romance. Esa situación refleja la frase de Susy Díaz: El tramposo no cambia, solo descansa...
Esa pregunta que la responda él. Yo ‘apechugo’ por lo que hago, no lo que hacen otros.
Ok, pero es feo que una ‘cara bonita’ comparta tu mesa, tu círculo de amigas, le digas ‘sírvete’ y se sirva el menú con el esposo incluido.
(Ríe) Cada uno tiene su personalidad, pero la gente tiene su opinión que no puedo cambiar y tampoco me esfuerzo por cambiarla.
Creo que el público lo ha censurado más porque lo negó con descaro.
Eso y lo peor es que en el momento cuando preguntas, tú eres la mala, la bruja, la loca...
Los psicólogos afirman que ese discurso lo dicen (hombre o mujer) cuando tienen la ‘cabeza caliente’.
Sí pues y te culpan. Al final, las cosas resultan como sospechabas, pero nadie se va de esta vida sin su vuelto.
Y tú que lo conoces, ¿crees que está enamorado?
Sí.
¿Estás segura?
(Sonríe pícaramente).
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