Es actriz, comediante, locutora de radio y está estudiando Psicología, pero sobre todo Claudia Centeno, ‘Canchita’, es una mujer que con humor ha secado lágrimas de su rostro.

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Canchita, eres conductora de televisión, impro, claun, locutora de radio, coach (estudiando), das talleres, cantas, ¿quién es Claudia ‘Canchita’ Centeno?

Soy una pokemona que va a pasar la vida evolucionando.

De ahí viene tu famosa frase ‘Mis pokemones’...

Me encanta usar esa palabra porque además de que los pokemones son divertidos, y cuando cambian es para evolucionar. Y yo a mis 41 años he hecho todo lo que he soñado. He sido parte de la escuela de Pataclaun, y ahí es donde aprendí toda la técnica para hacer humor y comedia. También he tenido clases de teatro con Bruno Odar y Alberto Ísola para tener este arte escénico, porque no es lo mismo hacer humor en televisión, en teatro, unipersonal y radio.

TROME - Canchita Centeno: Quiso ser monja, estudia Psicología, Radiomar, la maternidad y más
Su nombre de pila es Claudia, pero todos la conocemos como ‘Canchita’. Ahora, con una figura de infarto y a media carrera de Psicología, está dispuesta a contarlo todo a Trome. Video: Estefany Valladares

Vives reinventándote, entonces...

Así es, soy la reina pokemona porque vivo constantemente en ese reinventarme. Estoy a mitad de la carrera de Psicología y voy a especializarme en Inteligencia Emocional.

Lo vinculas con la radio...

Claro a través del oído se impacta muchísimo. Me gusta que mis oyentes sepan que de 12 a 3 de la tarde, por Radiomar, es la risoterapia gratuita de la FM.

¿Y cómo nace la chapa ‘Canchita’?

Básicamente por mi cabello. Antes lo usaba muy cortito y en los talleres de Pataclaun lo usaba con ganchitos y me salían ‘mis canchitas’. Ahora tú sabes que el claun te ayuda a aceptarte y reírte de tus defectos, entonces hay un ejercicio que es de insultos y a mí me tocó con Katia Palma. Entonces Katia decía ‘Ay, quiero canchita’ y agarraba mi cabello ja, ja, ja.

Creo que si en la calle te llaman Claudia, tu verdadero nombre, ya no volteas...

De verdad que sí, es mi chaplín. Hasta mi mamá, imagínate. Antes me decía ‘Claudia Andrea’, ahora me dice ‘Cancha tu madre’ ja, ja, ja. Solo la SUNAT me dice Claudia.

Canchita, si miras tu pasado, ¿cómo has evolucionado?, ¿cómo ves este camino?

Siento que en mi vida hay un antes y después desde el 2017, sobre todo porque tomé la decisión de tener una vida sana.

¿Cómo se dio?

Cuando estaba imitando en América, tuve un accidente fuerte, una lesión en la rodilla y el tobillo, y en ese momento pesaba casi 100 kilos. Mis huesitos ya no me soportaban, entonces dije ‘Ok, lo voy a hacer’. Me di cuenta que podía sentirme sana, saludable. Y todo esto me decía ‘Ok, ya aprendí a comer sano, ahora voy a aprender a respirar sano, pensar sano, hacer que todas las cosas que me rodeen sean sanas’. Y en esta búsqueda de cuidar mi salud, también cure muchísimo mi humor, le quité algunas cosas. Mi estilo de hacer humor se volvió más familiar e inclusivo.

¿Ahora cómo te ves?

Maravillosa, costosa y exitosa ja, ja, ja. Por fin veo en el espejo lo bella y maravillosa que me siento. Porque siempre lo he sido, pero cuando me miraba en el espejo no lo veía. Sentirme sana y positiva lo transmito a través de la radio, redes y humor.

Tener sobrepeso y estar en la televisión es difícil, te expones a muchas cosas y comentarios malintencionados... ¿te ha pasado?

Yo creía que mi grasa era mi gracia, que parte de mi jale como comediante o mi recursos en el escenario era mi sobrepeso, en mis stands up comedy se basaban en ser grande, contundente, pesada. Entonces creo que eso hizo que no viera mal ser gordita o normalizar que si corría me daba la tos de Kung Fu Panda. Entonces creo que a veces cuando la gente me ponía ‘bola de manteca’, porque lo mío ya no era autoestima sino conchudez, jamás me han hecho dudar de la persona quien soy.

Hablemos de tus imitaciones, empezaste con Yahaira Plasencia...

En realidad, yo inicié imitando a Tilsa Lozano, luego llegó Yahaira que fue un boom por el famoso ‘Saaalsa’. De ahí vino Melissa Klug.

¿Cuántos personajes has llegado a imitar?

Como cancha ja, ja, ja. Tilsa, Yaha, Melissa, Michelle Soifer, Milett (yo era ‘Milechón’) y cuando estaba en JB imité a Katia Palma.

De todas ellas, ¿alguna vez te han hecho el pare?

Lo que pasa es que cuando armo un personaje soy muy detallista, además conozco a los personajes. Por ejemplo, a Michelle la conozco desde que era ‘Miss Callao’, con eso te digo todo. Y trato de no cruzar la línea entre agradar y agredir, que me enseñó un profesor de teatro. Pero si han tenido algún problema conmigo, nunca me he enterado, siempre me han tratado bien ja, ja, ja. Y siempre me han felicitado, además. Solo Katia Palma que me pedía su 5% ja, ja, ja, es broma.

Y ahora Melissa y tú son íntimas, ¿cómo nace esta amistad?

La conocí en la televisión, la culpa la tiene Marco Díaz ja, ja, ja. La conozco porque ella hacía sus conferencias con Soho y yo en ese momento imitaba a Yaha, y recuerdo que me hicieron ir más temprano para salir con ella, porque en ese entonces las cosas estaban picantes. Compartimos espacios mucho tiempo, ella como Melissa y yo como ‘Yahaira Placenta’. Y ahora somos hermanas separadas al nacer. Yo la quiero mucho, a sus hijos también, a la nueva bebita, nos queremos mucho. Mis papás también la quieren mucho.

Qué bonito, ¿no? porque se comenta mucho que en la televisión no hay amigos...

Bueno, es que Melissa no es de televisión, es una persona que las circunstancias de la vida la han llevado a este medio. Ella es más mamá que otra cosa. Si te das cuenta, no es una artista que a cada rato esté pidiendo ser conductora invitada o esté yendo gratis de opinóloga, porque no le interesa. Ella trabaja con sus redes y está con su familia. Y si creo que el hecho de que no quiera figurar en tele hizo que nos hiciéramos más amigas.

¿Siempre has tenido ese sentido del humor, esa chispa?

No, no siempre. Sí he tenido mis momentos emo donde escuchaba Kudai, creo que mi humor se ha ido perfeccionando con los años. Yo me he ido adaptando y profesionalizando. Además, cuando estudiaba para ser coach aprendí el lenguaje no verbal y asu eso me ha abierto la matrix.

¿Cómo recuerdas tu infancia?

Uy a ver... recién me doy cuenta que éramos pobres, comíamos mucha menudencia pokemona ja, ja, ja. Recuerdo que éramos muchos en la casa, toda mi familia ahí. Además, como mi mamama es de Grau, en Abancay, recuerdo las fiestas patronales, a todas mis tías hablando en quechua, riéndose. Tengo esos recuerdos muy de barrio, cuando todos en la cuadra se conocían. Navidad y Año nuevo tenías que saludar a todos los vecinos.

¿Algo que se te venga a la mente?

Recuerdo que había solo un teléfono en la cuadra y cuando llamaban gritaban y gritaban.

¿En qué distrito vivías?

En el rico San Juan de MIraflores. Era una zona picante, qué te crees. Si no te han robado en el mercado de Ciudad de Dios, no has vivido en SJM. Yo ya normalizaba que me roben en la esquina de mi casa. Pero a pesar de haber sido una zona picante, éramos muy unidos.

Muchos creerían que por ser extrovertida y recontra alegre no has tenido momentos tristes, entonces, ¿cuál ha sido el momento más difícil que has vivido?

Cuando mi mamama se murió, no lo dudo ni un segundo. Ya pasaron 15 o 16 años, pero me ha costado muchísimo superarlo. Cada que hablaba de ella, me ponía a llorar a mares. He trabajado en eso con el coach. Pero tengo a mi mamá, que es su hija, entonces cuidarla y quererla es como venerar a mi mamama.

¿Por qué la recuerdas con ese cariño?, ¿Ha sido muy importante en tu vida?

Claro, por supuesto que sí. Ella me ha cuidado y criado. Mi mamá tenía que estudiar y trabajar (se quiebra). ¡Dios mío me siento Ethel Pozo! Espera un ratito... ya ahora sí. Lo que pasa es que mi mamama era de las abuelitas que cocinaba tempranito para todos. Terminaba de cocinar y nos llevaba a la misa de la Virgen del Carmen, de la fiesta patronal de por allá, a mil lados. Siempre nos ha llevado con ella. Ha sido muy engreidora. Ojalá yo sea una abuelita como ella.

¿Un recuerdo que se te venga a la mente de ella?

En sus últimos años ella ya no podía caminar, entonces yo actuaba en Pataclaun, en un match de impro. Uy y la logística que yo armaba para que mi mamama vaya a verme, o sea olvídate. Decían ‘ya llegó la mamama de Canchita’, ella estaba primerita, me hacía barra. Siempre fue mi fan número uno.

¿Te apoyo en tu carrera artística?

Desde siempre. Mira, al inicio cuando les dices a tu familia que quieres dedicarte a la comedia... olvídate... no es muy grato para muchos padres porque piensan que vas a terminar siendo ‘pastrula’. Pero ella siempre fue mi fan enamorada, siempre, siempre. Cuando hacía papelitos chiquitos en televisión, ella llamaba a sus hermanas y les decía ‘Va a salir Claudia, miren, miren’.

Si la tuvieras al frente, ¿qué le dirías?

Tú me quieres hacer llorar, maldita, ya vi tus cochinas intensiones ja, ja, ja. Le diría que la amo y adoro. En la pandemia trabajé mucho en la meditación y espiritualidad. Ahí encontré formas de comunicarme con ella, siempre sueño con ella, ya sea porque yo busco soñar con ella o ella me busca. Era tan fuerte la imagen de mi mamama para mí, era cocinadaza en Pataclaun también ja, ja, ja. Pero ves que es un lado sensible mío.

¿También tenía tu chispa?

Sí, sí. Mi familia es alegre por el lado de papá y mamá. Mi mamama era un mate de risa, la abuela Norma me recuerda mucho a ella.

Cambio radicalmente de tema, ¿cómo está tu vida amorosa?, ¿estás enamorada?, ¿soltera pero nunca sola?

Soltera pero nunca sola. Lo que pasa es que ahorita estoy súper concentrada en mis proyectos. No es que esté sola, pero primero son mis objetivos. Por ejemplo, ahorita estoy planeando una gira en Estados Unidos.

Nada en serio, pero sí tienes tus escapadas...

Claro que sí, pero no con cualquiera porque pueden colgarse de mi fama, por favor ja, ja, ja. Soltera pero nunca sale, siempre con mantenimiento como tu carro.

Lo primero que te atrapa de un chico...

Sus ojos, su mirada y que tenga tema de conversación. Músculos puedo conseguirlos en cualquier lado. Claro que por supuesto a veces solo quiero músculos, entonces ni le hablo, de frente al acto ja, ja, ja. Me han dicho que intimido, porque mi mirada es fuerte, penetrante.

¿Te gustan los jovencitos o mayores?

Me encantan los ‘chibolos’, full colágeno. Pero primero la ley por si acaso ja, ja, ja. He salido con mayores, pero imagínate... un sugar daddy de 65... si yo tengo 41... tampoco te malees pues. Prefiero cambiar pañal de bebé que de viejo.

¿Igual para una relación seria?

Es que no estoy pensando en tener nada serio en este momento. Primero tengo que tener una relación seria conmigo misma, autorealizarme en algunas cosas. Prefiero no proyectarme tanto porque eso da ansiedad. Más pienso en ser mamá.

¿Si te gustaría tener hijos?

Sí, claro. Aunque sea uno. Mi granito de arena pues para que este mundo sea mejor. Todo eso que no pudiste hacer bien, hacerlo bien con tu hijito. Quizás es el próximo presidente, capitán de la selección de fútbol, imagínate.

¿Has perdonado alguna infidelidad?

Sí, claro. Por supuesto que sí. He sido ‘cachuda’, he sido infiel, me he rehabilitado. Tengo 41 años ja, ja, ja. He pasado por todo eso. He sido la buena, mala, loca, sana, paño de lágrimas, yo he agarrado de paño de lágrimas. En la vida no todo es blanco y negro, tiene que haber matices. O sea no soy Ethel Pozo para ser perfecta. He pasado por todas esas etapas. Lo importante es aprender de esos errores y no volver a cometerlos.

Hablemos de tu cambio de físico, ¿cuántos kilos has bajado?

Mira, yo he llegado a pesar casi 100 kilos y ahora siempre oscilo entre 68 y 72. Pero antes estaba entre 98 y 102... o sea imagínate.

¿Todo ha sido con alimentación saludable y ejercicios, o te has hecho alguna cirugía?

Justo cuando entré a estudiar para ser coach coincidió con el accidente donde tuve que bajar de peso por el tema de salud. Entonces detecté muchas cosas físicas que no me permitían ser feliz. He llegado a entrenar con una personal trainer, Omayra Céspedes, que llegó a creer en mí, incluso cuando yo no creía que podía lograrlo. Yo veía bajar 30 kilos recontra lejano. También entrenaba boxing. De lunes a viernes, 50 minutos.

Te lo tomaste recontra en serio...

Es que me hacía bien, me di cuenta de eso. Peor creo que el chiste es no buscar bajar de peso, sino tener un estilo de vida saludable que se acomode a tu presupuesto, para que puedas tener una vida sana. Si yo me lo propongo sé que puedo llegar a 65 kilos. Solo he estado un poco flojita.

¿Te has retoquitos o te harías?

Bueno, como bajé de peso me hice una armonización de rostro, que incluía lipopapada y vichectomia. También me hice una rinoplastia.

¿Ninguna lipo?

Hace tiempo me hice una lipo pero fue un ‘engaña muchachos’. Tenía como 30 kilos de sobrepeso y en la lipo me quitaron 6 ja, ja, ja.

En este cambio de hábitos, ¿cuáles serían los tres más importantes?

Tomemos agua pura, manzanilla, infusiones, pero sin azúcar. Si pudiera decirle algo a la Canchita cuando empezó a engordar es... ¡deja el azúcar! Yo al día tomo cuatro litros de agua. No tomo gaseosas. Trato de buscar postres saludables. Soy la nueva ‘Cancha Natura’ y la loca vitaminas.

Gracias por tu tiempo, ‘Canchita’...

Gracias a ustedes, pokemona. A mediados de mayo estaré dictando talleres de teatro y radio para niños, adolescentes y adultos, chequeen mis redes sociales.

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