
Son las 1.38 p.m. y suena el celular con un número que no identifico, luego recibo un mensaje al WhatsApp de una amiga de Abencia Meza que me dice: Negra, la gorda quiere hablar contigo. Confieso que me alegré mucho, pues hace más de un año que no conversábamos. Diez minutos después, ‘La reina de las parranditas’ y yo charlamos durante quince minutos, tiempo en el que reiteró su inocencia, se confesó una mujer madura que aprendió a controlar sus emociones, que lloró lágrimas de sangre y que espera, este año, obtener su libertad para estar al lado de su familia, pero sobre todo de su madre e hijo, pues desea abrazarlos y dormir con ellos.
Abencia has dicho en ‘Día D’: Soy inocente y Dios sabe la verdad, para mí eso es lo importante
Sé que la gente tiene derecho a tener sus ideas, pero yo duermo tranquila con mi conciencia porque nunca he hecho nada nada malo y jamás atenté contra la vida de la señora (Alicia Delgado). Han pasado los años y la vida no es fácil en este lugar, la distancia de tu familia es dura. En las noches, cuando te encuentras sola, te preguntas ¿por qué yo?, ¿por qué Dios?, ¿por qué me toca vivir esto si no hice nada malo? Pues soy inocente de lo que me acusan, tal vez en otras cosas he cometido errores que son consecuencias que estoy pagando.

Que una persona duerme tranquila en la condición en la que te encuentras habla de que hay paz en su corazón
Tengo paz en mi corazón, tranquilidad, mis errores todos los días los enmiendo, hoy sé diferenciar lo bueno y lo malo, sé manejar mis emociones.
Claro porque antes eras la popular ‘Pistolita’
Me ganaba más mi emoción que mi razón.
De esos errores, ¿Cuál es el que te ha marcado?
El ser muy confiada y caminar muy apresurada por la vida. A veces, uno piensa que tiene todo en la vida porque tienes un poco dinero o un poco de fama o el público te endiosa y te confundes por querer vivir la vida muy apresurada.
Nunca atentaste ni física ni de palabra en contra de la señora (Alicia Delgado) que en paz descanse
(Respira profundo) Te lo voy a decir con toda honestidad tuvimos peleas como todo ser humano, como toda pareja. En mi vida lo que he aprendido es a no mentir, no lo hice antes, no lo hago ahora, ni lo haré mañana, así que físicamente nos agredimos, pero jamás atenté contra su vida.
Esta situación que vives te enseñó a conocerte
Sí, me reconocí como una persona con carácter fuerte, una persona con emociones muy aceleradas, pero es tiempo pasado porque la Abencia de hoy es otra, soy una mujer adulta, los años pasan y pesan, y como te digo la separación de mi familia es algo que me ha marcado y marcará para toda la vida.
En esas noches que te preguntas tantas cosas, has llorado hasta lágrimas de sangre...
Noche tras noche, en este momento que hablamos sigo llorando (se quiebra). Duele, quieres correr y te das contra la pared y te frustras, y dices por qué.... Yo sé que estoy en las manos de Dios.
¿Cómo va tu proceso, qué estás esperando?
Ya hice beneficios y me negaron, apelé y estoy esperando la apelación porque a mí la ley me ampara con el dos por uno pues ya tengo tiempo aquí (15 años) al margen de que el Tribunal Constitucional me dio fundada la Resolución, los magistrados a veces se ciegan. Cuando veo la televisión y escucho al ministro decir que hasta que no se compruebe lo contrario uno es inocente me pregunto por qué no piensan en nosotras (internas) así, en mí que soy inocente y nos evitan tantos años de pena. Las que tenemos penas altas pedimos una revisión del expediente y también lo pido por mis compañeras, tal vez una conmutación de pena porque somos mujeres, somos madres que hemos dejado nuestros hijos en casa.
Tu hija ya está grande...
Sí, Meche ya tiene 16 años, tengo nietas una de 13 y otra de 11. Mi hijo se ha hecho adulto solo, no sé qué decir solamente pedirle perdón a mi hijo, a mi madre, a mis hermanas, porque sé que sufren tal vez más que yo (llora) solo puedo decirle que los amo y que me perdonen por todo lo que están pasando.

Espero que puedas ver tu libertad este año...
Si de Dios dependiera...sé que será así porque ya me toca.
¿Qué es lo que piensas hacer cuando salgas?
Correría a abrazar a mi madre y a mi hijo, quedarme tiempo con ellos, pasar la noche juntos. Mi mamá está vieja y quisiera estar a su lado, cambiarle los pañales, ojalá Dios lo permita.
¿Y retomar tu carrera también?
Sí, porque lo único que sé hacer es cantar.

Comentaste que estás en paz y tranquila, has aprendido a dominar tus emociones...
Aprendí a perdonar y perdonarme, he aprendido a ser empática, a ponerme en el zapato de otras personas que lloran.
¿Ahora estás en otro momento de tu vida?
Sí, hoy solo me encomiendo a Dios y le encomiendo a Él mi familia.
Espero que la próxima conversación que tengamos sea en otras circunstancias.
Dios te escuche y tiene que ser así porque nos debemos un cuy. Espero que este sea el último año que mi hijo pase su cumpleaños sin mí y el último año que mi mamá pase la Navidad sola, deseo estar junto a mi familia.
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