Es importante tener conocimientos básicos de contabilidad, gestión financiera, entre otros. Foto: Freepik.
Es importante tener conocimientos básicos de contabilidad, gestión financiera, entre otros. Foto: Freepik.

En Perú, más del 90 % de los jóvenes entre 15 y 29 años accede a la educación secundaria; sin embargo, solo el 36 % continúa estudios superiores. De ese grupo, apenas el 14,6 % elige carreras técnicas —una vía clave hacia el empleo formal y el emprendimiento sostenible. Esta brecha formativa representa una barrera estructural para el desarrollo económico inclusivo.

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Esta realidad educativa impacta directamente en las posibilidades de acceder a empleos formales bien remunerados, lo que lleva a muchas personas a optar por el emprendimiento como alternativa de desarrollo económico. En ese camino, las mujeres desempeñan un rol clave: según el Ministerio de la Producción (PRODUCE), representan el 42,9 % de los emprendedores en el país. Sin embargo, la falta de capacitación, financiamiento y redes de apoyo limita sus posibilidades de consolidar negocios sostenibles y refuerza las desigualdades.

Daniela Larsen, Group Manager de Alimentos en Molitalia dice que contar con formación técnica y habilidades como liderazgo, toma de decisiones y gestión financiera marca una diferencia real al momento de emprender.

Ante este panorama, diversas iniciativas articuladas entre el sector privado y organizaciones sociales vienen apostando por programas que integran formación técnica con empoderamiento personal. Un ejemplo es la alianza entre y la , que lanzó un dirigido a mujeres emprendedoras en situación de vulnerabilidad. La propuesta incluye talleres de liderazgo, empoderamiento y gastronomía aplicada al negocio. Su objetivo es fortalecer capacidades, pero también acompañar y conectar con las historias detrás de cada emprendimiento.

Los expertos coinciden en que emprender de manera sostenible requiere preparación, estrategia y acompañamiento. Una de ellas es Claudia Leno, fundadora de Emprende Mujer Perú, quien ha trabajado de cerca con mujeres emprendedoras en diversas regiones del país. “El emprendimiento no solo transforma economías, sino también vidas. Pero para lograrlo, se necesita más que buenas ideas: se requiere formación, estrategia y acompañamiento”, comenta.

Desde su experiencia, comparte cuatro recomendaciones esenciales:

1. Formarse técnicamente

Antes de emprender, es clave tener conocimientos básicos de contabilidad, gestión financiera o marketing, especialmente cuando no se cuenta con recursos para contratar especialistas. Existen diversas alternativas presenciales y virtuales para adquirir estas herramientas. Lo ideal es buscar opciones económicamente accesibles y acordes a las posibilidades de cada persona.

2. Potenciar las habilidades blandas

La resiliencia, la autoconfianza y el liderazgo son igual de importantes que el conocimiento técnico para sostener y escalar un emprendimiento.

3. Gestionar adecuadamente las finanzas

Llevar un control claro de ingresos y egresos, establecer presupuestos y saber reinvertir permite construir negocios sostenibles y enfrentar imprevistos con mayor preparación.

4. Construir redes de apoyo

Estar en contacto con otras emprendedoras, mentores y espacios de formación permite compartir aprendizajes, generar oportunidades y no emprender en soledad.

“Invertir en formación es invertir en el futuro. Porque el conocimiento, acompañado de redes y apoyo, puede convertir una idea en un negocio que transforma vidas”, expresa Leno.

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