Las personas pueden tener miles de ideas creativas para emprender, pero para que realmente sean exitosas necesitan conocer de cerca las necesidades de su público objetivo. En los últimos años, el mercado se ha vuelto más competitivo, el consumidor quiere exclusividad y servicios o productos que sean de muy buena calidad; Por ello, las marcas no se pueden dormir en sus laureles, porque hay mucho trabajo por hacer todos los días.
Karina Lopez, CEO de Quali y estratega de marketing, comunicación y negocios señala que convertir una idea en un negocio puede ser emocionante para algunos, un reto para otros, y para muchos, un proceso estresante.
Es difícil, muy difícil. Pero si logras evitar los 7 errores más comunes al convertir una idea en negocio, tendrás una ventaja. Evitarlos puede marcar la diferencia entre transformar tu proyecto en uno exitoso o dejarlo en el aire.
Ayer leí un post de @AlexHormozi que decía: - First-time founder: “You need to sign an NDA before I tell you my idea.” - Second-time founder: “Here’s everything I’ve got. No one’s gonna care until I make it happen anyway. And it’ll take money, years, and probably won’t work the way we expect.” El éxito no depende solo de tener una buena idea, sino de ejecutarla con estrategia e inteligencia. Planea, aprende y apóyate en los recursos adecuados.
La especialista nos comparte los errores más frecuentes y su consecuencia intrínseca:
NO VALIDAR LA IDEA
Error: Asumir que tu idea es buena sin probarla en el mercado.
Consecuencia: Perder tiempo y dinero en un negocio que no tiene demanda, potencial o viabilidad. Lo he visto muchas veces.
NO DEFINIR CLARAMENTE EL SEGMENTO META
Error: Intentar venderle a todo el mundo o al segmento equivocado.
Consecuencias: Estrategia de adquisición de clientes desenfocada, campañas mal definidas, mensajes poco efectivos y recursos desperdiciados.
NO INVESTIGAR A LA COMPETENCIA
Error: Desconocimiento de la competencia, pensar que no tienes competidores.
Consecuencia: Subestimar el mercado, no diferenciarte y que eres el único.
LANZAR SIN UN PLAN DE NEGOCIOS
Error: Mucha improvisación, tomar decisiones en el camino, reprocesos.
Consecuencias: Falta de dirección, cambio de dirección, no contar con objetivos claros, falta de un plan de vuelo.
NO GESTIONAR LAS FINANZAS ADECUADAMENTE
Error: No contar con un presupuesto, no calcular los costos reales o depender únicamente de capital propio.
Consecuencia: Quedarse sin fondos antes de generar ingresos.
SUBESTIMAR EL TIEMPO Y ESFUERZO NECESARIOS
Error: Pensar que el negocio crecerá rápidamente con poco trabajo.
Consecuencia: Desmotivación y abandono del proyecto.
NO PEDIR AYUDA O ASESORAMIENTO
Error: Creer que puedes hacerlo todo por tu cuenta. Pensar que, por tener experiencia en el producto o servicio que ofreces, también puedes diseñar y dirigir un negocio de manera efectiva.
Consecuencia: Tomar decisiones equivocadas por falta de experiencia, basarte en ensayo y error, y necesitar más tiempo del necesario para alcanzar tus metas.
Un dato más de la especialista:
Evitar estos errores puede marcar la diferencia entre un negocio exitoso y uno que nunca despega.
Tómate el tiempo para planificar, aprender y rodearte de los recursos adecuados. Recuerda, el éxito no es solo tener una buena idea, sino ejecutarla de manera inteligente.
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