Alexia Rosas cuenta que siempre le gustaban las ventas, de niña hacía velas y las ofrecía en la playa. Sus padres siempre la motivaron a que luche por sus sueños. Estudió diseño de modas, abrió su empresa donde confeccionaba ropa para otras marcas y exportó a Nueva York, una de sus prendas la lució la cantante Beyonce. La Matier se alista para la internacionalización.
Alexia, dices que naciste con el ‘bichito’ de las ventas, ¿de quién lo heredaste?
De mis padres, mi papá era naviero y se dedicaba a la importación, mi mamá siempre estaba metida en la ropa, y siempre me dijeron: “Alexia tienes que salir adelante por ti”. Me apoyaron en todos mis sueños. A los 7 años tenía una marca de velas y las vendía en la playa, siempre me encantó tener mi propia empresa.
Estudiaste diseño de modas en Chio Lecca, ¿ya tenías pensado tener tu propia empresa?
Siempre quise tener mi empresa, estudié diseño de modas porque amé la moda por mi mamá, quería especializarme en zapatos y acá se me hacía muy difícil encontrar una pequeña fábrica para empezar con pequeñas unidades. Abrí mi empresa a los 20 años, con tres máquinas, hacía ropa para marcas y nos hicimos conocidos, luego exporté a Nueva York, y una de las prendas la usó la cantante Beyoncé en un videoclip.
La pandemia cambió todo, y tuviste éxito porque vendías por redes sociales, ¿Cómo fue el proceso?
Al inicio fue algo difícil, nunca había hablado por redes, con la pandemia nos quedamos con muchos pedidos en tienda y las sacamos del Jockey Plaza, le dije a mi esposo que vendería por Instagram, me presenté y la respuesta fue inmediata, todo se agotó en una semana. Luego hicimos la página web, abrimos la oficina y a contratar a personal.
Han crecido y ahora trabajas con tu esposo, ¿Cómo definen los roles?
En realidad, él ve toda la parte financiera y administrativa, y yo veo producción, marketing y todo lo que es diseño.
¿Cómo es la mujer La Matier?
La mujer que se quiere sentir feliz, cómoda y linda. Es ropa muy versátil que le ponemos mucho detalle, manejamos cortes a la cintura con elástico para que se adapte al cuerpo de las personas.
Has estado en grandes retails, ¿Qué tal experiencia?
Es una experiencia totalmente distinta, especialmente en logística, en Ripley hay que hacer las órdenes de compra, es constante aprendizaje. Es una experiencia muy linda.
¿Cómo es el consumidor de ahora?
Me he fijado mucho que están pidiendo prendas básicas, ya que son versátiles, pero siempre le damos un valor agregado de lo que es el diseño. Tenemos vestidos básicos de tiritas que van bien con zapatillas, con tacos, balerinas, con los accesorios le das un look distinto y puedes sacarle el jugo al vestido para usarlo en varias ocasiones.
¿Qué se viene para el 2025?
Se vienen muchas cosas lindas, sobre todo la internacionalización, ya tenemos la web casi lista, en enero ya estamos abriendo para allá.
¿A qué aspiras?
Que nuestra marca se vuelva conocida a nivel mundial, queremos hacer sonreír a las mujeres en todos lados. Seguir creciendo en Perú, aquí sentimos que es de a poquitos.
¿Qué colores vienen para el otro año?
Se viene full el color rojo, el amarillo, el lila como el morado tipo Barney, las rayas, el broderie, el animal print que es fácil de combinar, y el guinda.
RAPIDITAS
¿Por dónde deben empezar los chicos que van a emprender en este rubro?
Hoy en día, lo más difícil es volverse conocido, en el caso de que quieran hacer una marca de ropa deben comenzar de a pocos, no alocándose con la cantidad de producción, haciendo colecciones pequeñas que tenga un nivel de rotación rápida.
Es muy importante aterrizar mucho el tema de los números, porque los diseñadores somos muy soñadores.