Trome - Pollería Tori

El cocinero Micha y su socio César Choy tenían en mente llevar una explosión de sabores al extranjero, pensaron en una pollería y cuando todo estaba listo, llegó la pandemia. La idea estaba ahí, así que le metieron manos a la obra y en una cocina oculta, nace Tori, en medio del encierro. El pollo a la brasa caló tanto en el paladar del público que abrieron un local en Miraflores y otros tres dark kitchen para llegar a más lugares. ¿Por qué gustó tanto esta propuesta? Choy nos cuenta…

EL CAMINO DE UN NEGOCIO CON FUTURO

¿Cuál es el secreto del éxito de Tori?

No creo que sea un éxito Tori, aún nos falta, recién tiene dos años, queremos poblar el Perú de pollerías. Cuando todo subía en pandemia y algunos achicaban las porciones, nosotros lo manteníamos, incluso bajábamos el precio para poder llegar como marca nueva a otros lugares. Le metimos punche al marketing, el pollo tiene un sabor a los pollos de barrio, bien condimentado, somos cercanos al cliente si algo sale mal.

EL CONTACTO CON EL CLIENTE ES VITAL

¿Por qué de ser una cocina ocultan pasan a un local?

La gente quería gastarse la vida en restaurantes luego de la pandemia. Quisimos ser una pollería para que la gente venga y ver sus rostros. El delivery tiene muchas variables en contra, se mete en una caja, suda, el tráfico, las papas no llegan bien. Micha y yo lo probamos en el local antes de mandarlos y el sabor es distinto, es rico comerlo en el local.

UNA PROPUESTA QUE SE VENÍA VENIR

¿Habían empezado abrir una propuesta como esta?

Teníamos planeado la pollería hace 7 años, pensábamos en llevar nuestro sabor al mundo y esta opción era la mejor. El peruano come pollo a la brasa y los que lo han probado de afuera quedan fascinados. La idea era abrir en Madrid y se cayó, y cuando estábamos a punto de hacerlo en Colombia llegó la pandemia, lo hicimos aquí y funcionó.

La marca apuesta por su equipo humano, quienes siempre están capacitados y son indispensables para seguir creciendo. Foto: César Campos.
La marca apuesta por su equipo humano, quienes siempre están capacitados y son indispensables para seguir creciendo. Foto: César Campos.

EL POLLO EN LAS BUENAS Y MALAS

¿Por qué la gente come tanto pollo a la brasa?

Es lo más versátil. Con un pollo comen 4 u 8 personas, está en las celebraciones, en las buenas y en las malas. Desde el estrato social de A a la E, es multifacético.

LA GENTE PREFIERE EL MISMO SABOR

¿Qué debe tener un buen pollo a la brasa para que le guste a la gente?

En estos años entendí que la gente busca que el sabor del pollo a la brasa sea el mismo. Pasa que a la gente le gusta el pollo de tal marca, pero de tal local, porque no es igual. Entonces ahí hay un error.

Choy nos cuenta que es importante maridar bien el pollo para que tenga todo ese sabor exquisito al momento de darle el  primer mordisco. Foto: Cesar Campos.
Choy nos cuenta que es importante maridar bien el pollo para que tenga todo ese sabor exquisito al momento de darle el primer mordisco. Foto: Cesar Campos.

UNA MARCA A LA CONQUISTA DEL PERÚ

¿Qué se viene para Tori?

Estamos a punto de franquiciar la marca, abrir nuevos locales, siempre buscando dar lo mejor calidad en todo y que el pollito Tori lo coman todos.

¿Por qué Tori?

Tori es pollo en japonés. Al inicio fuimos muy japoneses, pero poco a poco nos hemos ido acriollando.

¿Qué es lo más bonito que has visto en Tori?

Ver a una pareja de adultos que llegaron de Huaral para probar el pollo, se quedaron una hora contemplando todo y fue lo máximo para mí.

Las papitas Huamantanga son las mejores para acompañar el pollito a la brasa. Foto: César Campos.
Las papitas Huamantanga son las mejores para acompañar el pollito a la brasa. Foto: César Campos.

CONSEJO PARA EL EMPRENDEDOR

¿Qué le recomendarías a los jóvenes que quieren abrir una pollería en su barrio?

La calve del éxito es estar presente siempre en el lugar. Armar un buen equipo de confianza, capacitarlo. El equipo humano es muy importante en una pollería, es algo que está metido en el día a día de los peruanos.

RAPIDITAS

Toda empresa tiene su contratiempo, ¿Qué aprendieron en el camino?

Que la pollería es otra cosa, es el restaurante más difícil de manejar, es una locura, el volumen, la gente. No puedes subirle el precio el cliente es muy sensible. La receta puede ser increíble, pero debe estar bien marinado. Tenemos que usar papas peruanas. Aprendimos que la gente ama el pollo y no lo puedes cambiar por nada del mundo es como meterte con su familia.

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