Stephanie Orúe tiene 32 años, una prolífica carrera en la televisión, el cine y el teatro, y en las últimas semanas causó alboroto con su cabellera rojiza. Fue un cambio radical para dar vida a la simpática y traviesa ‘Merry Crismas’ en el melodrama ‘Chapa tu combi’.
Sorprendiste con ese nuevo look...
Yo amo mi chamba y, justamente por eso, considero que se trata de salir de mí misma y de mis esquemas. Me gusta construir personajes desde adentro y los cambios de look ayudan a encontrarlo.
Con un rojo intenso...
Desde que me dijeron que el personaje se llamaba ‘Merry Crismas’, pensé en la Navidad y dije ‘es mi oportunidad para un cambio radical’ y vino a mi mente el color rojo.
Veo que te gusta.
Me encanta, el color rojo me parece divertido, me hace sonreír.
¿Y a tu esposo (Adrián Sikorski) le gustó la idea?
No le gustaba, a él le encanta mi cabello negro, pero yo le dije que no sea tan clásico... ahora ya le gusta. Además, tengo que gustarle porque soy su mujer.
A simple vista, ‘Merry’ y Stephanie lo único que comparten es su pasión por el arte.
Nuestros caminos han sido distintos: yo me he profesionalizado desde chica, Merry no. Los únicos recursos que ella ha tenido para escalar en la vida es estar linda.
¿En qué más se diferencian?
‘Merry’ no piensa mucho en las consecuencias. En cambio, yo sí me proyecto.
‘Merry’ dice con cierto descaro que le gustan los hombres casados...
A mí no. Mi mamá siempre me dijo: ‘Stephanie, hombre que tiene esposa, hijos, o una relación de muchos años, no, porque puede haber fantasmas’. Ella siempre me ha preparado para la vida, pero nunca se ha metido en mis decisiones, y el consejo que me ha dado es que el primer hijo, lo sea para ambos.
No siempre sucede, pero es lo ideal...
Mi esposo y yo tenemos la ilusión de tener nuestro primer hijo.
Aunque de momento él está alejado -literalmente- a miles de kilómetros, en Europa...
Estoy en una etapa en la que también quiero salir de mi país, ampliar mis horizontes.
¿Es decir, la proyección es que tú le des el encuentro y no que él regrese a Perú?
Sí, y de aquí a un tiempito ya quisiéramos encargar. Considero que de aquí a dos años, máximo, lo deseo de corazón... él también desea ser papá, pero creo que quisiera serlo ya.
¿Qué tan difícil es mantener una relación a distancia?
Al principio fue muy duro, los días previos a la despedida tenía el corazón hecho añicos.
Fuiste con él a Europa y regresaste sola...
Para mí la primera separación fue horrible, fue un bajón emocional. Ese fin de semana, ya en Lima, consideré que debía estar con mi mamá para que me sostenga.
No debió haber sido fácil...
No pensé que la separación iba a ser tan dura, apenas subí al avión estaba desarmada, todo el viaje me la pasé llorando.
¿Cómo fueron esas primeras semanas?
Él me decía: ‘Mi amor, veo la luna y pienso en ti’... se volvió romántico.
¿No lo era antes?
Le costaba un poco soltar ese lado.
¿Sirvió la distancia?
Sí, alucina que sí. Han pasado varios meses y creo que nos ha servido muchísimo a ambos. Por un lado, para que él logre ese objetivo de crecer, y también nos ha servido para ver de otra forma la relación.
¿La distancia no ha ‘enfriado’ la relación?
Ahora lo amo y valoro muchísimo más, y estoy segurísima de que él a mí también. Creo que ha sido bueno, después de haber estado siete años tan unidos.
¿Tenían una relación muy sólida?
Nunca nos habíamos peleado fuerte, nunca se había ido a dormir a otro lado, solo nos habremos separado en un par de momentos, pero por trabajo.
¿Lograban arreglar su diferencias con facilidad?
Nunca pensamos en una separación, para nada.
Ahora están separados, pero no por una pelea...
Claro, es por un objetivo claro, y por un tiempo, su preocupación es solo él y del mismo modo yo. Creo que nos está sirviendo este distanciamiento.
¿Te asalta la idea de si estará saliendo con otra persona?
Yo confío mucho en él, soy muy intuitiva. Además, cuando uno es honesto, no tienes pie a dudar del otro, el ladrón juzga por su condición.
Dicen que el celoso no sufre por lo que ve, sino por lo que imagina...
Exacto. Pero siempre estamos jugando con eso, ‘oye, cuidadito’, ‘pórtate bien’, pero es juego.
¿Qué cosas te dice él?
También está atento a las fotos que subo a mis redes, se arma el pleito de la vida por videollamada, pero sé manejar eso.
¿Cómo lo haces?
Automáticamente le doy la vuelta, pero me encanta que se ponga celoso y como dice mi mamá, ‘al final el hombre termina haciendo lo que tú dices’.
¿Lo manipulas?
No es manipulación. Son ciertas herramientas que tengo, creo que puedo quitarle peso a ciertas cosas, darle seguridad. Hay que resaltar que hay una línea muy delgada entre los celos del marido y lo que es mi trabajo.
¿A qué te refieres?
De pronto a él ya no le gusta verme chapar con nadie, pero yo le digo que eso no es lo importante, es un detalle. Además, él me conoció siendo actriz y así lo tranquilizo, también siendo supercariñosa.
¿La distancia lo ha vuelto celoso?
Él se volvió más celoso estando acá, pero la distancia me hace ver con más ternura esos arranques que tiene por alguna foto que subo o por comentarios que me hacen. El sabe que yo soy coqueta.
¿Todavía no logra entender a tus fans?
Sí, creo que el tema tiene que ver un poco con eso. Hay cosas que sí se negocian, también me pongo en su lugar y me doy cuenta de que no lo había visto de otra manera, y al final le digo: ‘Me encanta que te pongas celoso’.
¿Te invitan a salir ahora que tu esposo está lejos?
No. Me piropean y todo, pero él está siempre presente, creo que la gente siempre recuerda que yo estoy casada. Nunca he recibido una propuesta fuera de contexto.