Los ojos bien atentos, los oídos afinados y las alarmas prendidas. En Buenos Aires, todo indica que la selección peruana será recibida con un clima hostil, pero las autoridades locales ya se comprometieron a darle la tranquilidad del caso a Ricardo Gareca y sus muchachos.
La delegación viaja el miércoles 4 de octubre a las 4 de la tarde. Estará aterrizando en el aeropuerto de Ezeiza a las 10 de la noche (hora argentina) y desde ese mismo instante, habrá un despliegue policial que será idéntico a la visita de un mandatario al vecino país.
Motorizados, camionetas blindadas, 4 patrulleros y Policía canina resguardarán el traslado del ‘equipo de todos’ hasta el Hotel Intercontinental.
Además, 20 efectivos de seguridad estarán haciendo guardia en el edificio y con orden de inamovilidad para que no ocurra nada raro.
Al día siguiente, el plantel realizaría una sesión de estiramiento en la misma concentración, tal como se hizo en Ecuador. No hará reconocimiento de ‘La Bombonera’.
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