Neymar no pudo conseguir la Copa América 2021 con Brasil, luego de que Lionel Messi y Argentina les arrebate la posibilidad al ganar por 1-0 en la final. Tras el partido, una de las imágenes que más conmovió a los fanáticos, fue la de la estrella brasileña con el ‘10′ de la Albiceleste, que se enfrascaron en un fuerte abrazo.
Luego del partido, ambos se sentaron en el túnel del estadio (también lo hizo Leandro Paredes) y se quedaron charlando unos buenos minutos, demostrando que la amistad es más fuerte que la rivalidad.
En conversación con la prensa, Tite, entrenador de Brasil, fue preguntado por este curioso momento y señaló que para él ese es el mensaje que se debe transmitir. “Hay grandeza en la derrota y en reconocer al rival. Quizás, la imagen que se vio entre Messi y Neymar después del partido sea un mensaje que tengamos que dar. Tiene el lado humano, de educación y de amistad que trasciende. Existen adversarios no enemigos”, dijo.
El técnico de la ‘Canarinha’ reconoció que Argentina “tuvo sus valores” para imponerse en la final. “Unos prefieren ver su propio lado, el de su equipo, para hacer la crítica o el análisis, pero también hay que ver el otro lado. Y yo quiero reconocer el otro lado, al rival”.
“Reconocer al rival, con un técnico (Lionel Scaloni) que ya tiene su recorrido, con un equipo que tiene sus valores y que supo imponerse”, señaló con hidalguía el seleccionador brasileño que ya había levantado la Copa América en el 2019.
Argentina levanta un título tras 28 años
Argentina y Messi se sacudieron una angustia aplastante de 28 años sin títulos al ganar la Copa América 2021 en el patio de su archirrival Brasil, corolario de un torneo de vuelo bajo que se disputó sin sorpresas hasta el partido definitorio en el Maracaná.
Messi se dejó caer en el campo de juego del Maracaná tras el pitazo final y descargó un llanto equivalente a tres finales perdidas de Copa América (2007, 2015 y 2016) y a la del Mundial 2014 en el mismo escenario en el que cortó la maldición.
Aunque finalista indiscutido, la Albiceleste dio la única sorpresa en la edición 47 del torneo de selecciones más antiguo del mundo ante un Brasil que era el gran favorito a repetir el título que logró hace dos años en su casa.
La seleçao inició la Copa con un paso avasallador, pero a medida que avanzaba la competencia dio muestras de vulnerabilidad en un equipo al que solo Neymar le dio algo de magia.