Durante muchos tiempo, la FIFA no detalló en reglas que hoy son muy importantes e impiden que muchos futbolistas puedan jugar por diferentes selecciones en un lapso de tiempo muy corto. El caso Gianluca Lapadula, por ejemplo, ya no puede volver a jugar por Italia y tampoco por ninguna otra país, tras defender la camiseta de la selección peruana.
En otros años, un futbolista sí podía jugar partidos oficiales para dos selecciones o más, como los casos de Alfredo Di Stefano, que pudo defender las camisetas de Argentina, México y España, o Ladislao Kubala para Hungría y España.
Uno de los últimos casos donde un futbolista defendió más de dos selecciones, es con el argentino Daniel Brailovsky, durante los años 80. Inició su carrera en Peñarol de Uruguay y fue convocado a la selección Sub 20, para disputar el torneo Esperanzas de Toulon. Sin embargo, el proceso de nacionalización quedó en eterna pausa, al parecer por temas deportivos.
En Argentina fue dirigido por Menotti.
En su vuelta a Argentina, destacó en Independiente, lo que llevó a que sea considerado en la Albiceleste, donde coincidió con Diego Maradona y Mario Alberto Kempes, ambos campeones mundiales. Pero el ‘Ruso’ no fue tomado en cuenta para las citas mundialistas.
Tras ser contratado por el América de México, Daniel volvió a destacar, siendo parte de un equipo histórico del fútbol mexicano. Nada impedía que defienda la camiseta de la selección mexicana, los trámites de nacionalización empezaban, pero el terremoto de 1985 hizo que escape del país, sin avisar nada a su club.
Vivía en el piso 10 de un edificio y contó cómo vivió el terremoto en una entrevista a ‘El Gráfico’: “Empezó a temblar el edificio, yo les pedía que se quedaran tranquilos pero en el fondo estaba loquísimo. Estallaban los vidrios, las cosas rodaban por el suelo como bolitas, la pared del cuarto comenzó a rajarse. Nos pusimos debajo del marco de la entrada porque nos habían dicho eso, pero se caían los edificios enteros”.
“Nos fuimos directo al aeropuerto, por suerte tenía un amigo en una aerolínea que me consiguió pasajes y antes de subir le pedí a un conocido que le avisara al Zurdo López, que era el técnico, lo que había pasado y que me iba. Estuve muy cerca de jugar para México en el Mundial 86, ya se había puesto en marcha el operativo, pero vino el terremoto y huí”.
Daniel volvió a México, pese a su temor por los terremotos.
Daniel fue suspendido dos años, pero por su buena conducta, ayudada por devolver parte del dinero, hizo que la suspensión solo sea de un año. Fue a jugar a Israel, país que también defendió, debido a que tenía ascendencia israelí. Tras su retiro, tuvo un paso como técnico y hoy es comentarista.
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