Mi gente de ‘La Fe de Cuto’, sigan disfrutando de la segunda edición de la entrevista a Alex Magallanes, la verdad que están imperdibles esas dos ediciones. Ese ‘Negro Loco’, así le decimos de cariño, es un personaje que tiene una chispa espectacular y mucha correa. Ahora voy hablar sobre las broncas en el fútbol que pasan en Perú y en todos partes del mundo. No es un tema nuevo, no será ni la primera ni la última bronca y la más reciente es la que sucedió en Argentina con Zambrano y Benedetto.
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Se habló mucho de la bronca entre Carlos Zambrano y el delantero Darío Benedetto, que durante el entretiempo del partido entre Boca y Racing, camino a los vestuarios, se fueron a los golpes. Para ser más exacto, y tal como lo reconoció el propio ‘León’, el argentino lo madrugó con un ‘guantazo’ y cuando el peruano reaccionó sus compañeros intervinieron.
Para ser sinceros y sin ánimos de generar polémicas, en una pelea frente a frente, Zambrano lo despacha en una al argentino. No lo dudo. Y en Boca lo saben. Ya lo han visto actuar al ‘Chalaco’ en su momento ante un crack de Boca. Por ahora, él deberá llevar la fiesta en paz, pero Benedetto debe estar preocupado cuando se acerque el fin de año. Lo digo por experiencia. Lo dejo ahí nomás.
CUTO GUADALUPE RECUERDA BRONCAS DE VESTUARIO
Hablando sobre ese tema de las peleas o roces de un mismo equipo de fútbol he tenido muchas experiencias, algunas ya he contado y otras iré contada en su momento. Ahora contaré de una bronca vivida en Grecia. Recuerdo lo sucedido cuando jugaba por el Veria. En el año 2007, había ido a jugar junto con José ‘Tierra’ Mendoza a tierras griegas. El popular ‘Tierra’ andaba cruzado con un griego que lo tenía loco. Para ser más justos, el griego, lo había agarrado de punto. Ya el tema era insostenible. Cada día era un tema. Insoportable. Y eso que no le entendíamos lo que le decía ya que no sabíamos el idioma. Imagínense lo complicado de la relación.
Un día me estaba bañando luego de un entrenamiento intenso y de pronto en eso escucho los gritos, el laberinto que se había armado. Salgo de la ducha a medio bañar y veo el ambiente caldeado. Había todo un panorama previo a una pelea. Lo veo a Mendoza, el popular ‘cabeza de rastrillo’ ya dispuesto de ir al frente contra el griego para acabar con ese problema que no lo dejaba dormir. Salí desnudo y grité.
“Nadie se mete. Que los dos resuelvan su tema, pero nadie se mete. Estamos claro”, fueron mis palabras a todo pulmón para todo el grupo. Recuerdo que un argentino y dos brasileños que estaban con nosotros en el equipo hicieron de traductor para que el grueso del equipo, compuesto, obviamente, por griegos, lo entendieran. Y lo entendieron muy bien.
En el equipo también estaba el venezolano Ricardo Páez, hijo del entrenador venezolano que acá dirigió a Alianza Lima, el DT Richard Páez. Se hizo el círculo con todos los jugadores en el vestuario y quedaron al centro ambos contrincantes. Entre mí dije: ojalá ‘Tierra’ no me defraude. Mendoza se sacó el polo y comenzó la contienda. Fue una grata revelación mi compañero. Lo bañó en sangre y lo paró de cabeza al griego. Una vez que ya vi el tema resuelto entré como árbitro de box para dar por finalizada la pelea. “‘Tierra’ ya es suficiente, ya le pegaste. Acá queda el tema. Recuerda que estamos en desventaja”, le dije.
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Y eso es verdad, cuando estás en el extranjero es muy complicado hacerse respetar, pero lo tienes que hacer. Tienes que marcar tu territorio sino terminas siendo ‘lorna’ todo tu estancia en el club. Ahora hay muchas maneras de hacerte respetar, no necesariamente ir a los golpes. Eso es la última medida.
SU CASI BRONCA CON DIEGO FORLÁN
Recuerdo que cuando fui a Independiente de Argentina, el uruguayo Diego Forlán en un ‘picado’, en un reducido, me intentó hacer una huacha que en el fútbol es normal y válido, pero yo me puse bravo porque sabía lo que luego podía suceder, me puse tan bravo que tuvieron que agarrarme entre varios para no irme encima del gran Forlán. El mensaje no era solo para Diego, era para todo el grupo.
Fue santo remedio. Nunca más hubo un intento de huacha o esas jugadas ‘canchereras’. Así hay muchas historias de vestuarios para recordar y contar. Nos vemos el próximo lunes.
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