Historia repetida. Cristian Benavente lleva 10 meses sin jugar en el Pyramids del fútbol egipcio, su último encuentro fue con el Royal Charleroi en febrero y el futuro del ‘Chaval’ es incierto. Sin embargo, no es la primera vez que el muchacho, formado en el Real Madrid y que defendió a la selección peruana, pasa por un trance parecido. En el 2013, el volante estuvo ‘Banqueado’ seis largos meses en su mejor momento en Valdebebas.
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El 29 de junio del 2013, Cristian Benavente había tocado el cielo en el Viñas-Almería. Con dos goles suyos, uno de penal y otro con disparo colocado al mejor estilo de Lionel Messi, el español de madre peruana le daba el título de Campeón de la Copa del Rey juvenil al Real Madrid que se impuso 4-0 al Athletic de Bilbao. Era un título que los blancos no conseguían desde 1993 y por eso la celebración fue a lo grande y con el chaval en plan estelar.
Con 19 años el mediocampista estaba en la cresta de la ola y todos los padres de esa categoría pensaban que el ‘Chaval’, de la cabellera larga, era él jugador que iba allegar a ganarse los aplausos en el Santiago Bernabéu después de jugar el torneo de segunda división al que accedían después de mucho tiempo.
Cristian Benavente sintió ‘la pegada’ de jugar Segunda
Junto a otros compañeros de ese equipo campeón, fueron llamados a la filial madrileña y empezaron la pretemporada. En los partidos amistosos el volante mostró calidad, pero sintió el cambio de categoría. Una cosa era enfrentar a chicos de 17, 18 años y otro chocar con gente de recorrido en primera y otros incluso venían experiencias en otras competiciones europeas. A pesar esto, el muchacho tenía la confianza del técnico José Toril, quien veía al ‘Chaval’ un potencial crack y decidió llevarlo de a pocos.
En las primeras siete fechas Cristian Benavente sólo jugó dos partidos y pocos minutos. Para mala suerte, los resultados le daban la espalda al equipo y su presencia entre los titulares no era la esperada para un jugador que en su momento pudo integrar las selecciones juveniles de España a pedido del mismísimo Fernando Hierro, gerente de menores de ‘La Roja’ y ex crack del fútbol mundial.
Cristian Benavente se topó con el ‘resentimiento’
Cuando estaba ‘Banqueado’ y con pocas chances de jugar apareció Manolo Díaz, entrenador de tercer equipo del Real Madrid y le pidió que juegue por la ‘C’ donde le ofrecía ser titular indiscutible. “Mi equipo son tú y diez más”, le dijo el DT, pero Cristian Benavente le respondió “Gracias míster, pero soy jugador del Castilla y aquí estoy bien”. El entrenador se sentó con él en una grada insistió y explicó que a su edad lo que importaba era jugar y no ser suplente, casi le rogó que acepte, pero el seleccionado no dio su brazo a torcer.
El ‘Chaval’ empezó a tener más presencia en el Castilla, pero al equipo le empezó a ir mal y en la jornada 14 se pudrió todo. El equipo cayó goleado 6-0 ante el Eibar y el técnico José Alberto Toril fue despedido por los malos resultados. Lo que nunca espero el joven, nacido en Alcalá de Henares, era que la directiva madrileña le daría el buzo de nuevo DT a Manolo Diaz. Sí el mismo DT al que el ‘Chaval’ le había tirado arroz con efecto.
El día de su presentación, el nuevo estratega dio una charla motivacional y finalizó diciendo que contaría con todos, pero cuando se cruzó con el seleccionado se detuvo, lo saludó y le recordó aquel día de su ultimo encuentro. “Te acuerdas que no quisiste jugar con mi equipo”, con una sonrisa forzada
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Cristian Benavente no pudo jugar un partido completo
Cristian Benavente también sonrió pensado que se trataba de una broma, pero lo que jamás imaginó era que el nuevo entrenador se la tenía ‘jurada’. Y para desgracia del hispano-peruano, Diaz resultó ser más despechado de lo esperado y de las 28 fechas que estuvo al frente del equipo, sólo lo hizo jugar una vez. 62 minutos ante el Tenerife. El volante calentó seis meses la banca y en algunas ocasiones ni siquiera fue convocado.
Finalmente, Real Madrid Castilla perdió la categoría y Manolo Diaz fue despedido. Al año siguiente llegaría Zinedine Zidane que jugaría en Segunda B (tercera división) y con el francés le fue mucho mejor a Cristian, pero esa es historia para otro día.
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