
Hola mi gente linda de ‘La fe de Cuto’, hoy estamos en este espectacular sol de Pisco para hablar con un personaje especial que ha pedido que lleguemos a esta ciudad y ha sido reclamado por los hinchas de Alianza Lima. Es un invitado con seis títulos nacionales y no es para menos. Por eso es un honor presentar a Wilmer Aguirre. ¡El Zorrro!, ¡El ¡Rayo!
Sabemos que no eres de dar entrevistas, por eso le damos gracias a ‘Papalindo’ Cuéntanos ahora ya estás en tu tierra
Si antes venía de vacaciones nada más. Lo hacía por mi viejita, pero esta es nuestra tierrita como le decimos. Aquí estoy feliz. Después que mi madre se fue al cielo y ahora tengo una pareja he decidido volver.

¿Qué, llegó el amor? Ay, Dios mío… Estamos iguales, el corazón ya me late muy rápido ya…
Cuando llega el amor, llega. De Pisco también ella. Soy pisqueño ‘al mango’, como se dice. Ahora estoy disfrutando a mi familia, aunque voy y vengo de Lima porque tengo a mis hijas allá.
¿Quién te puso el ‘Zorro’?
Creo que me la pusieron mi abuelo y un tío, es una chapa de familia. No sé por qué me la pusieron. Aunque en mi barrio nadie me dice ‘Zorro’, tengo otro sobrenombre.
¿Cuál es tu chapa del barrio?
‘Cotocola’ me decían, no sé por qué me lo decían. También me decían ‘Cangorita’, por mi hermano. Al principio nadie me decía así por aquí, pero cuando ya me volví famoso todos me llamaban así.
¿Qué es Pisco para ti?
Es todo, es la tierra que me vio nacer. Aquí tengo a toda la familia a mis padres enterrados. Es todo para mí.
¿Qué recuerdos de tu infancia aquí?
Jugar en la tierra, sin zapatos. El escaparte de casa para jugar. El no hacer la tarea porque ya te venían a buscar los amigos. A veces estabas castigado y te escapabas, al regresar ya te esperaban con chicotazos. Pero no te importaba eso, lo que te importaba era salir a jugar. Esa era mi pasión, la que me llevó hasta jugar en Alianza Lima.
¿Tu sueño era jugar en la profesional o solo jugar en Alianza Lima?
El primer sueño de niño era llegar a Alianza Lima, a menores, pero después vas poniéndote más metas y gracias a Dios las pude cumplir.

¿Quién es tu ídolo en el fútbol?
Waldir Sáenz, el goleador. Me inspiro mucho en él, porque cuando empiezo a ver futbol no había donde. Muy pocos tenían televisión, la antigua. Entonces me iba donde mi abuela, porque ahí mis primos también les gustaba el fútbol. A parte que le gorreaba el ‘richi’ (almuerzo). Entonces, viéndolo me comencé a inspirar y cando jugaba en el barrio o metía goles los celebraba como Waldir.
Después me enteré que tenía familia en Pisco y que siempre venía. Y una vez lo veo en mi barrio a Waldir. No sé quién lo llevó, pero como yo soy así, medio penoso, callado, tímido, nunca me acerque a pedirle autógrafo porque estaba rodeado por la chibolada.
Cuando llegó a Matute lo volví a ver y me puse la meta de poder jugar con él, antes que se retire, y lo pude conseguir, esa meta. Pude jugar con él. Pensé que iba a ser pocos partidos, pero pude jugar un par de temporadas con él.
¿Lo pudiste disfrutar en las dos canchas?
Jajaja no. Solo en la cancha. En ese tiempo recibía muchas críticas, pero yo me preguntaba: por qué, si Waldir no toma. En las reuniones y en las parrillas que había en el club él no tomaba.
Lo que pasa es que a Waldir lo veían por todos lados, hizo fama, pero no tomaba porque no quería gastar y era más duro…
Ahí quería llegar…

¿Cómo llegas a Alianza?
A Alianza Lima llego por mi hermano y por Genaro, dueño del club Atlas de aquí de Pisco. Te cuento una historia. Yo fui a una prueba y me ‘limpiaron’. Me dijeron regresa en marzo. Mi hermano sí quedó. Estuvo dos años en Alianza y después se fue. Yo pensaba en regresar en marzo, pero después me dijeron que esa era el floro para que no regreses.
¿Y cómo quedas entonces?
Como mi hermano ya estaba en Alianza Lima al año siguiente consigue que me hagan otra prueba y ahí sí quedé.
¿Cuáles son tus primeros recuerdos de Matute?
El primero es de un año bien sufrido, donde no me tomaban en cuenta. Estaba dentro de Alianza Afiliado, pero ese año no jugué nada, solo iba a entrenar. Ahí es donde surge la perseverancia, pero después cuando me tocó no dejé. Fue duro, después llegaron las alegrías cuando llegaron Jefferson, Paolo y Cucurucho. Se armó una banda espectacular.
Esa camada era buena, porque todos los torneos los ganábamos. Era una mancha jodida, pero en la cancha ganaba todo.
¿Cómo fue esa convivencia con Jefferson y con ese charlatán de Guizasola?
‘Cucurucho’ es el jefe. Al resto él los mandaba. Desde chiquillo el hombre ya estaba proyectado. El era jefe, el resto lo seguía. Recuerdo que una vez lo hicieron llorar a Jefferson.
¿Qué pasó?
Que me disculpe Jefferson, pero esa la tengo que contar, está en mi cabeza y no la puedo olvidar. ‘Cucurucho’ era tan jodido que le decía a Jefferson que ‘Guajaja’, el cantante de música negra, era su papá.
Me acuerdo que en un viaje a Chanchamayo, cucurucho empezó a joderlo y decirle: Guajaja, Guajaja… Tu sabes que joden a todos un día van por uno, después por otro y le tocó a Jefferson. El hombre tuvo que botar su moco para que lo suelten, lo jodían tanto, pero no le gustaba.
Una anécdota de Guizasola
Tonny Montana. Recuerdo que cuando estudiábamos ‘se perdían’ los ‘Baldores’ y después me la lanzan a mí, que yo soy el ladrón.
¿Estudiaban en los Reyes Rojos?
Sí claro, un gran colegio. Nos pusieron allí para nivelarnos, pero la verdad es que como nos sacaban para jugar partidos o entrenar, nunca nos nivelábamos. La nivelación era joda todo el día. A veces entrabas, a veces no. Era un mate de risa, son momentos bonitos.
Cuando regresó Jefferson, de Europa, y llega a Alianza Lima nos pusimos a recordar todas esas cosas.
¿Cómo debutas en la profesional?
En el 2001 me voy a México y la idea era quedarme en México. Fui por un convenio, seis meses y me regresaba, pero querían que regresara para un proyecto. Entonces cuando yo vuelvo a Alianza, aun no debutaba, entonces me mandan a Primera. El entrenador era Bernabé Herraéz, un español, que había estado en la Unidad Técnica de Menores y cuando se va a Autuori se queda él. Ahí me hace debutar.
¿Qué se te vino a la mente en ese debut?
Debuté en el centenario de Alianza y salí capeón. Recuerdo que cuando llegue a casa todos me felicitaban. Me encerré en mi cuarto y boté mis lágrimas. Era otro sueño más cumplido. Quizá no jugué mucho, pero ayudé a que Alianza salga campeón después de una larga sequía. Campeonar en el 2001 fue lo mejor.
Era un vestuario pesado, había jugadores como Pepe Soto, Palinha, Waldir, La Foca, Holsen. Había gente pesada.
Llegó la temporada 2002, con una final ante la ‘U’.
Esa fue brava, no jugaba mucho, pero varios chicos se sumaron. Jefferson, Cucurucho (Roberto Guizasola), Totito (Guillermo Guizasola) y otros varios. Mi primer clásico y perder una final. Además de la anécdota de Franco Navarro., que siempre la cuenta Jefferson.

Cuéntala por favor…
Justo para ese partido se habían lesionado varios. Holsen y la Foca. Waldir estaba suspendido creo. No estaba ni un delantero de los pesados no estaban habilitados. Le preguntan a Franco (Navarro) quién va a jugar. Porque Jefferson y yo jugamos en el mismo puesto y solo uno tenía que jugar.
Entonces Franco les responde: que se rijan si son la misma cagad… Al final jugamos los dos y no le hicimos goles a nadie.
En el 2003 ingresas por Waldir Sáenz, tu ídolo.
Ese año Gustavo Costas fue fundamental, porque más que un técnico fue como un papá. Te cuidaba, te hablaba, te mimaba, te arropaba. Nadie se resentía cuando no te tocaba jugar. Unió al grupo para poder hacer una gran temporada durante el tiempo que estuvo. Me hizo cambiar el chip y fue el que más me hizo jugar. Ara mí ha sido el mejor técnico que he tenido.
En esa temporada había un momento en el que me estaba yendo por otro lado, no estaba enfocado en el equipo. Estaba entrenando, pero no llegaba el ‘Zorro’. Un día no me saca en lista y eso me chocó, porque siempre con Gustavo yo estaba en lista. Me resiento con él. En ese momento Juan Jayo me hizo ‘regresar’ al equipo. Como no me sacaba en el equipo yo me iba de la concentración y sentí que me chaparon del cuello. ¿Dónde vas?, me dijo.
Ese día me metió a un acuarto y me dio una guapeada que hasta hoy la recuerdo. Después me dijo anda sube al cuarto de Gustavo y habla con él. Fui y el profe habló conmigo, y me volvió a abrazar. Me volví a enfocar.
¿Cuál fue la temporada más complicada?
Esa que casi nos fuimos a la baja en el 2008. Yo llego de Francia, había buen equipo, pero no se daban las cosas y la presión. Pepe quedó como entrenador. El ambiente era pesado, una mochila, todos temerosos por perder el pase. La hinchada que bajaba cada vez que perdías. Fue fatal. El último partido era con Cristal, si perdíamos nos íbamos a la baja. Cambiaron todo hasta la malla. Gracias a Dios lo ganamos. En la radio esperábamos el resultado de Minero con Juan Aurich. Imagino que en el 2020 fue así. Menos mal que había pandemia y se jugaba sin público, sino, dónde ibas a escapar.
¿Cuál es el título que más recuerdas?
La del 2021 lo disfruté tanto. Porque lo hice con ganas de apoyar al equipo después de muchos años. Fue maravilloso y cuando campeonamos espectacular. Esa es la que más he disfrutado.
En el 2006 eres transferido al Metz de Francia con tu empresario ‘Coppola’ Cuellar…
Etapa bonita, no como la que había soñado. Pero me sirvió bastante, me hizo ser más responsable, porque todavía venía con cosas de ‘el Zorrito’. Muy chibolo. Ahora era centrarse y estaba en Europa. Me fortalecí más, me costó el idioma hasta el último día que estuve allí. No jugué mucho, pero esa experiencia me sirvió cuando llegué a México.

En el 2008 regresas a Perú
Regreso a Alianza. Me llamó el hinchaje, el equipo venía mal. Hablé con Pepe y le digo para regresar. Carlos Franco (presidente) me llama, hacen las gestiones, me ayudaron con el presidente, no quería, pero al final aceptó. Regresé sin pensar en lo que iba a recibir, que era mucho comparado a lo de Francia, pero lo hice por amor a Alianza.
En ese partido contra Estudiantes de La Plata te bautizaron como el “Rayo”
Ese partido lo tomé como normal. Sabia a quien enfrentamos, pero después me llegó eso de ‘qué he hecho’. En el vestuario no celebro porque me mandaron al doping me quede hasta las 2 a.m., porque no podía orinar. Salí a la calle y la prensa me hizo sentir esa bonita sensación de lo que había pasado en el partido.
A veces te olvidas, pero la gente te lleva a esos lugares. Ese año no solo me fue bien a mí, sino a todos. Ganar en La Paz fue el plus, dije: aquí podemos pasar y nos fue bien a todos. Pero ese partido lo considero como cualquiera, aunque fuera el campeón de América en su momento.
En ese tiempo no había tantas redes sociales, pero esa noche antes mi motivación fue ver a Alejandro Sabela, el técnico de Estudiantes, y en la televisión responde sobre de qué jugador tenía que cuidarse y él dice: Wilmer Aguirre.
Que recuerdas de esos tres goles y lo más curioso que escuchaste
Hace poco fui a lima a visitar a un amigo que me dice: Yo era tu hincha, porque esa fecha era mi cumpleaños y tuve una fiesta espectacular, sentí más que nunca el aliancismo. EM hice mas hincha de Alianza Lima.
La otra fue de otro amigo. Él también es aliancista ‘a morir’ y no pudo ir al estadio. Se fue a Ecuador a un viaje con su papá y no podía ver el partido. Nadie lo quería pasar allá y buscando encuentra un lugar. Mucha gente me cuenta que gritaron como nunca.
¿Cuántos Hat Trick tienes en tu carrera?
No me llevé la pelota ese día. Me llevaron al doping. No recordé que me tenía que llevar la pelota. Después me la dieron, pero la gracia era allí. En México también hice tres. Pero tendré máximo tres o cuatro.

Cómo sentiste la eliminación de Copa Libertadores ante con la U de Chile
Eso fue un robo. Después d ese partido llegar al vestuario, unos lloraban, otros al borde del llanto. Yo estaba muy enojado, no por el partido estaba enojado con Gerardo Pelusso, porque el nos ha tenido a nosotros, ha sido nuestro entrenador, y amenazando al juez de línea a que le cobren…Ya después entiendes que esta defendiendo su chamba. Pero en ese momento decía: ‘Pelusso traicionero’. No teníamos peso dirigencial y nos cocinaron.
¿Cómo la pasaste en San Luis, México?
Me agarró muchos más maduro y centrado. San Luis era un equipo que no legaba a las semifinales. Allí entran los ocho primeros. Ese año nos toca Nacho Ambrif, llega con el cartel de haber estado como asistente de Atlético Madrid. Clasificamos a la liguilla y como pertenecía al América, cuando jugaban con el papá no le podías ganar. A mí me pagaba televisa. Nos eliminó América.
En el 2013 vuelves a Alanza Lima por tercera vez
Costas que había campeonado en Ecuador me pide para que vaya a Barcelona SC, porque en México vendieron el club y nos querían bajar el sueldo, pero no se dio lo de Costas. Entonces me quedé en el aire, Alianza se había ido a España a hacer pretemporada con Wimar Valencia y cuando regresa en la presentación arreglo con Alianza.
Cómo fue tu paso por Melgar
El Melgar de Juan Máximo Reynoso, ha sido el entrenador que más chamba me dio. Nunca había tenido un entrenador tan exigente. Perdían un pase y te puteaba, abre el pie te gritaba. No le importaba si era chico o grande. Lo puteaba a ‘Cachete’ Zúñiga y se ponían ‘boca a boca’ pese a que él estaba ya a un paso para el retiro. Pero toda esa exigencia te servía.
Mi fuerte era la velocidad, pero los remates de cabeza no era lo mío y de tanto trabajo de Juan me ayuda a mejorar esa definición.
En el 2021 vuelves por última vez a Alianza.
Quería jugar en Alianza y ayudarlo, aunque haya bajado a segunda. Tenia que llegar gente identificada con el club. Se estaba perdiendo la identidad del club. Yo llegue enfocado a que iba a jugar en la Liga 2, Segunda. Ya después en plena pretemporada nos dan la noticia de que íbamos a jugar Liga1. Ese año también se sintió la mochila pesada de los que habían descendido. Ese año empezamos bien, nos reencontramos con Jefferson (Farfán) que le quitó el ‘peso’ a los más chicos.
Yo concentraba con Jefferson y traer de nuevo esa identidad al club. Que se acoplen a la chacota en el vestuario. Aunque no podías acercarte mucho por la pandemia. Pero él se juntó con los chicos con las bromas y los incentivaba. Les decía si haces un gol te doy esto. Quien no quería hacerlo y ganarse algo de la mano de Farfán.
¿Qué hay de cierto lo que contó Jefferson que te prometieron quedarte en Alianza Lima y luego no cumplieron?
Yo siempre he respetado lo que deciden los técnicos, con chicho no he tenido ningún problema. Pero qué pasa, a mí Jefferson me llama y me dice: qué vas a hacer. Sobre si me retiraba. Yo quiero segur jugando, pero no tengo nada. Él me dice ahora se tiene que registrar 25 jugadores mayores, chicho quiere que me quede, pero no voy a seguir por mi rodilla, entonces le he dicho que tú te quedes.
Por lo que me cuenta Jefferson es que Chicho le dijo: Ya, que se quede el ‘Zorro’. Empezaron a llamar equipos y yo les decía me quedo en Alianza Lima. Un día entrenando en la playa de Pisco, regreso a mi casa me baño, entro al Instagram y veo mensaje de Alianza Lima: Gracias Wilmer Aguirre. Me llama Jeffry y me dice: por qué no has aceptado. Yo le respondí que nunca me habían llamado. Me quedé ‘en el aire’, sin equipo. Entonces me voy a Garcilaso, pero lo agarré en competencia. Así fue.
Después de eso te vas enterando de más cositas y no se que le pasó a Chicho, porque yo lo consideraba mi amigo, con quien mas yo paraba a vacilando. No se que le pasó para no cumplir lo que había dicho.
Soñabas retirarte en Alianza Lima
Claro era el sueño. En el 2021 llegue a Alianza Lima. YO decían si no he perdido mi velocidad que es mi lado fuerte digo mejor continúo. Al año siguiente llamaron para renovar y eso me motivó a seguir. Con ‘Chicho’ no jugué nada, yo quería retirarme bien.
Me dolió también, fuera de lo que me dijo Jefferson, es que tenía un viaje programado y mi contrato era hasta el 31 de diciembre y el torneo terminó en noviembre. Ya se acercaba mi viaje y llamo a José Bellina para asegurarme. Le digo: tengo un viaje, cómo hacemos. El tipo me respondió Anda nomás ‘Zorro’ que no te vamos a renovar. Eso me dolió porque dije: si ya lo sabías, porque esperaste que te llame. Además, fue tan cortante no te puedo explicar, lo sentí tan frio, que al toque le colgué el teléfono. Me quedé con esa. Varios me llamaban uno de ellos fue el presidente Gonzales Posada y me preguntó: ¿Qué ha pasado con ‘Chicho’?
Después cuando empieza la pretemporada de Alianza me escribió ‘Chicho’ y lo que me puso lo sentí… Se lo conté a Jefferson y le dije: no le voy a contestar. Porque ahora quiere hacerse del: ‘Oyé qué ha pasado’. Él es el técnico, no va a saber lo que pasa. Jefferson me dijo: Por las huevas es…
Sueñas con esa despedida en Alianza Lima entonces
El sueño lo tengo intacto. Lo veo muy lejano, por las cosas que han pasado, pero lo veo así. Mi colera es con algunas que manejan el club, pero con los hinchas nunca. Puede tener algunos comentarios negativos, pero siempre me han tratado bien.
Es verdad eso que dice Jefferson que te llevabas el agua, el Gatorade, todo para la casa…
No. Lo que pasa es que en pandemia había un chico que repartía el agua. Un día me da un paquere y me dice: Zorro llévatelo. Entonces lo pongo al hombro y cruzo por toda la tribuna, sin saber que Jefferson estaba atrás y me grababa. Me gritaba: ¡Oye deja el agua! Desde ahí em ‘hace leña’ que le robo todo hasta el pensamiento
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